Quirónsalud
Más de 3,6 millones de personas en España tendrá Alzheimer en 2050
Experto destaca la importancia de prestar atención a la figura del cuidador, piedra angular en el proceso y que precisa seguimiento durante la enfermedad
Más de 3,6 millones de personas tendrá Alzheimer en España en 2050, el triple que en la actualidad, con 1,2 millones de pacientes de esta enfermedad, por lo que es preciso «visibilizar el Alzheimer y sensibilizar a la población para que tome conciencia de la importancia de esta patología», según ha indicado el doctor José María Jiménez Páez, geriatra del Hospital Quirónsalud Córdoba, y especialista del servicio de Urgencias del centro.
El doctor Jiménez Páez ha resaltado con motivo de la celebración el próximo jueves del Día Mundial del Alzheimer, que «no olvidemos a los que olvidan y fomentemos el conocimiento de esta enfermedad para intentar reducir su progresión». El Alzheimer, que afecta más a las mujeres que a los hombres, precisa de una atención multidisciplinar, integral y continuada para ralentizar la evolución de la enfermedad, por lo que el diagnóstico precoz es crucial para iniciar el tratamiento de manera temprana.
El doctor Jiménez Páez ha insistido en que la atención ha de ser multidisciplinar con implicación de distintos profesionales como médicos, enfermeras, terapeutas, fisioterapeutas y psicólogos, entre otros, para enlentecer la progresión de la enfermedad y retrasar su desarrollo. Asimismo, el tratamiento también deber ser personalizado, empezarlo cuanto antes, tiene que ser integral pues afecta a las esferas clínica, física o funcional, cognitiva, y psico-conductual y social, y debe ser continuado también para valorar cuanto antes las posibles alteraciones que aparezcan y reajustar el tratamiento.
Más del 35% de los casos de esta enfermedad está sin diagnosticar, en Andalucía son más de 115.000 las personas afectadas y alrededor de 12.000 en Córdoba. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa del cerebro caracterizada por un deterioro significativo de la memoria, siendo la forma más frecuente de demencia, sola o combinada con otra enfermedad coexistente.
Los síntomas más frecuentes de la enfermedad de Alzheimer son los olvidos, repetición de preguntas y de historias, pérdida de objetos, cambios de lugar de cosas, distorsiones de la memoria, combinación de recuerdos recientes y remotos, dificultades de expresión, y alteraciones en el lenguaje y en el cálculo, entre otros. También se pueden desarrollar problemas de razonamiento y juicio, depresión, irritabilidad y otras alteraciones conductuales como alucinaciones, delirios, cambios en la conducta alimentaria, agresividad y agitación.
La figura del cuidador
El doctor Jiménez Páez ha destacado la importancia de prestar atención a la figura del cuidador, piedra angular en el proceso y que precisa seguimiento durante la enfermedad y después del proceso, pues suele presentar problemas como ansiedad, depresión y alteraciones del sueño, entre otros. El cuidador principal (en muchas ocasiones un familiar directo como pareja o hijos), necesita también un seguimiento cercano y una valoración conjunta con el paciente, ya que los cuidados continuados de las personas con enfermedad de Alzheimer abocan a problemas en quien cuida. También «hay que tener en cuenta que después de la enfermedad, cuando se produce la pérdida del ser querido, hay que seguir pendiente de los cuidadores, pues han vivido entregados en cuerpo y alma y se produce un vacío traumático».
Esta enfermedad es una de las principales causas de dependencia y discapacidad en las personas mayores, aunque puede afectar en menor medida a menores de 65 años, que padecen Alzheimer de inicio precoz. El doctor Jiménez Páez ha insistido en que aunque actualmente no hay un tratamiento curativo para la enfermedad de Alzheimer, «existen nuevos tratamientos para enlentecer el desarrollo de la enfermedad, minimizar las alteraciones conductuales y mejorar la calidad de vida del paciente y del cuidador».