Carmen Crespo, candidata del Partido Popular al Parlamento europeo
«El problema del Pacto Verde es que piensa que la agricultura es el enemigo a abatir»
La número dos en la lista de los populares mira hacia Europa con el sector agroganadero como punto primordial en el programa electoral de los populares
La hasta hace poco Consejera de Agricultura quizá no eche en falta el cargo andaluz porque sigue en la brecha agroganadera y también con Europa como terreno de batalla donde se dirime el futuro de esta despensa maltratada que es España. Carmen Crespo no para en una campaña en la que el reto, además, es que el Partido Popular gane las europeas por primera vez.
Trayectoria política y experiencia en las administraciones tiene de sobra esta almeriense, diplomada en Biblioteconomía y Documentación, que afronta la última semana de recorrido electoral con optimismo y manteniendo sucesivos encuentros con aquellos a los que quiere defender en Bruselas.
- ¿La pelea en esta campaña es por el voto rural?
- Bueno, yo creo que el mundo rural se ha sentido muy dañado durante estos años. Y se ha sentido muy dañado porque se ha dado cuenta de que no ha sido un centro de políticas activas para que el campo esté cada vez más vivo. Las manifestaciones de los agricultores han despertado conciencias. En estos años la Unión Europea ha hecho políticas acertadas de las que nosotros nos tenemos que sentir partícipes, pero también es verdad que se han basado mucho en el Pacto Verde Europeo, que además ha basado políticas como la Política Agraria Común en la burocracia quizá en exceso, y pidiéndole a los agricultores determinadas cuestiones que no podían realizar, o que podían llevar a cabo con más recursos económicos, lastrando, en este caso, la competitividad. Bajo nuestro punto de vista, hay que primar el mundo rural. Es fundamental para los intereses de toda Andalucía, de España y de Europa, porque el 60% de la población vivimos en el mundo rural. La ambición verde no puede ser sin el campo y la zona rural. Esa es la línea de nuestra política, de lo que representamos en esta lista, una línea que es totalmente distinta a la del Partido Socialista. Ellos solo hablan de ambición verde y no les ha importado el campo en absoluto durante todos estos años. Precisamente hay leyes como la de restauración de la naturaleza, que bajaba el 10% del terreno de cultivo, por la que han votado a favor. Nosotros hemos presentado una enmienda precisamente para evitar que perdamos ese 10%. Esa es la diferencia fundamental de todo esto.
- Lo que sí han dejado claras las protestas de los agricultores en estos últimos años es que, efectivamente, se han sentido desamparados en Europa. Pero tanto populares como socialdemócratas han tenido responsabilidad del Gobierno.
- En realidad, el Comisario de Agricultura, no es ni socialista ni popular. Es más bien de la familia política de los que dicen que sumamos votos Partido Popular y Partido Socialista. Ese ha sido el Comisario de Agricultura. Por tanto, tiene una responsabilidad. Todos tenemos una responsabilidad. Lo que está claro es que en este momento no se ha sabido frenar esa arquitectura verde que ha ejercido sobre la PAC sin tener en cuenta a los agricultores. Creo que esa ha sido la línea que ha seguido el Partido Socialista y que en esta candidatura la sigue llevando. Porque, además, hablan en su programa electoral precisamente de que va a seguir con la Ley de Restauración de la Naturaleza tal y como está, y de que hay que seguir adelante con el Reglamento de Fitosanitarios. Es decir, la arquitectura verde de la PAC ellos la quieren hacer sin el campo. Y nosotros creemos que hay que hacerla con el campo, con tiempo, con recursos y, desde luego, intentando quitar trabas a los propios agricultores. Ellos siguen insistiendo en esto y nuestra línea es diferente. Lo que está claro es que la arquitectura verde se ha pasado en demasía y ha diseñado una PAC que le ha quitado, por ejemplo, 125 millones de euros a Córdoba. Al olivar, en concreto.
- Precisamente uno de los problemas de la PAC es la desigualdad territorial, ¿no?
- La desigualdad se ha dado en España. Aquí se le ha dado la vuelta de tuerca. Y después de venir con una arquitectura verde muy potente, con los eco esquemas, con temas como las cubiertas vegetales para el olivar, que eran imposibles en una zona seca como esta, pues luego aquí le han dado una vuelta. Y aunque le hemos presentado un informe de la Universidad de Córdoba y de la Universidad de Jaén que permita aglutinar las regiones productivas de una manera determinada, incluso la fórmula de los eco esquemas, teniendo más modalidades para agricultura ecológica o para el regadío, ha sido el propio Ministerio el que no ha querido aceptarlo, siendo consciente de que íbamos a perder 570 millones de euros en Andalucía. Y a pesar de ello ha seguido adelante, aún presentándole un planteamiento que era viable y así evitar las pérdidas en Andalucía. Y luego han echado del sistema a 4.500 agricultores debido a la definición de agricultor activo, que nosotros la tenemos en Andalucía para el mundo rural. Son los agricultores que no están a título principal pero que tienen un trozo de tierra que le han dejado sus padres en su pueblo, y que además mantenían, cultivaban y que contaban con la PAC. Los han echado de la PAC. Y eso a nosotros nos afecta mucho, porque contamos con esa definición de agricultor activo que precisamente hacía que tuviéramos vida en el mundo rural.
- ¿Se puede, como pretende el Pacto Verde, ser competitivo reduciendo emisiones y resultando más sostenible?
- Sí se puede. Lo que el Pacto Verde hace mal es que no cuenta con que la agricultura es un sumidero de CO2. Piensa que es el enemigo a batir. Y no, es el aliado. ¿Por qué? Porque si no existiera la parte verde que hay en las zonas rurales o, por ejemplo, en una zona donde hay agricultura, quizás no existiría un bosque, que es lo lógico. Pero eso al fin y al cabo es una zona verde que funciona como sumidero de CO2. Y luego las prácticas de los agricultores cada vez son más sostenibles. De hecho, el riego por goteo está muy establecido, la mejora en los regadíos, o las posibilidades, en este caso, de una agricultura que utiliza más materias alternativas. Es decir, la agricultura está dando pasos de gigante. Está tecnificada y muy bien organizada. Lo que hay que hacer es dejarle tiempo a los agricultores y, por supuesto, darles recursos. Porque si no, se convierte en inviable. Les están pidiendo tantos requisitos que ahora mismo cumplir con ellos provoca que no sean competitivos, ya que con el precio es muy difícil hacerle frente a todo esto. Pero además de eso, es que están enfrentándose a una competencia desleal que proviene de terceros países que en estos momentos no tienen tantas reglas. Y por eso apostamos por las cláusulas espejo dentro de los acuerdos con terceros países, lo que permite tener igualdad y evitar la competencia desleal. Todo eso es lo que están pidiendo los agricultores. Y luego lo que están pidiendo también es que la agricultura tenga un liderazgo, porque no la tiene en España. El ministro de Agricultura no ha tenido el liderazgo suficiente para decirle, por ejemplo, al Ministerio de Empleo que hay que hacer una reforma laboral, pero hay que meter los contratos de campaña que necesita la agricultura. O, por ejemplo, el tema fiscal. Tiene que haber una fiscalidad más adecuada para nuestros agricultores. En la rebaja de módulos ahora mismo el acuerdo ha sido del 15 por ciento,cuando las oficinas comarcales agrarias aquí en Córdoba están cifrando un 50 o un 75 por ciento, incluso la ganadería debido a la sequía. También ha faltado un liderazgo para que el Ministerio de Agricultura con los Next Generation, Recuperación y Resiliencia, tenga más recursos económicos. Ahora mismo tiene 12.000 millones el Ministerio de Transición Ecológica y 1.000 millones Agricultura, de los cuales 560 son para regadío. Y era el momento con estos fondos de haber modernizado todo el regadío de España. Aquí, por ejemplo, la zona del Genil Cabra.
Apostamos por las cláusulas espejo dentro de los acuerdos con terceros países, lo que permite tener igualdad y evitar la competencia desleal.
- ¿Una mejor política europea será una política con menos burocracia?
- Claro, pero primero, hay que estar en Europa. Hay que hacer presión en Europa. No solamente los partidos políticos sobre el mundo rural, sobre la agricultura, sino también el propio sector. El propio sector tiene que estar más en Europa para influir en las decisiones y en determinados reglamentos. Por tanto, tiene que ser más simplificada y más sencilla toda la normativa. Nos tenemos que dedicar más al agua porque si no estamos poniendo en contraposición una zona de Europa que fabricamos alimentos para los europeos. Y, por tanto, nos tenemos que fijar en el agua, en la sequía. Tiene que haber fondos para la sequía. Y tiene que haber una oportunidad para esta zona del sur también en las conexiones. Tenemos que estar centrados también en las conexiones ferroviarias. Tenemos que tener conexiones mucho más lógicas desde el sur. Y más organizadas. Porque si no, el crecimiento de nuestra población, las posibilidades de economía no van a tener tantas posibilidades como nosotros queremos darles. Tiene que haber un equilibrio en el agua. Tiene que haber una agricultura competitiva con una fórmula adecuada y simplificada. Tiene que haber una PAC contundente. Y, por supuesto, tiene que haber un nivel de conexión ferroviaria que permita también tener una población mucho más conectada y con posibilidades de futuro. Y todo eso también con la investigación, la tecnología, es decir, una Europa que esté apuntalando las zonas rurales y que las vea como sumideros del CO2 a través de la agricultura y la ganadería extensivas, no como las están viendo ahora, que realmente eso es lo que diferencia la lista del partido socialista y la lista del Partido Popular. Ellos quieren la ambición verde a toda costa. Nosotros queremos la ambición verde con el mundo rural y con la agricultura y la ganadería. Y sin ella no estamos dispuestos porque al final se van a despoblar las zonas rurales y vamos a tener un gran problema medioambiental. Yo creo que están absolutamente equivocados. Y creemos en todas las fuentes hídricas. Ellos no. Ellos no creen en las presas. Es una diferencia fundamental. Y yo creo que Europa nos puede ayudar a tener equilibrada el agua. Y tenemos que demostrarles que lo hacemos bien.Estamos haciendo las depuradoras que antes no se hacían con el partido socialista, durante 37 año. Es algo que está haciendo ahora mismo el gobierno de Juanma Moreno. Y eso es importantísimo para el medioambiente. También tenemos la posibilidad del agua regenerada. Y luego, como dice el presidente Feijóo, un pacto europeo por el agua. O sea, son principios fundamentales a los que Andalucía no puede renunciar.