Los bancos de alimentos andaluces analizan en Córdoba sus retos de futuro
La Operación Primavera se salda con un buen resultado económico aunque con menos productos
Dentro de los actos conmemorativos del 20 aniversario de la creación del Banco de Alimentos 'Medina Azahara' de Córdoba, el Palacio de Congresos acoge la celebración de la asamblea della Federación Andaluza de Bancos de Alimentos, Ceuta y Melilla (Fabacm), con la finalidad, entre otras, de analizar los retos de futuro a que deben enfrentarse estas entidades benéficas.
Sobre esto, el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos, Francisco Greciano, ha informado de que el primer impacto al que deben hacer frente es la decaimiento del programa Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD) que «le supone a los bancos de alimentos el no percibir este año 25 millones de kilos de alimentos, un 18% del total que distribuyeron los bancos durante el año pasado».
A esta situación hay que sumar otra, como es «el no poder optar a las tarjetas modelo, que las va a distribuir Cruz Roja Española y a partir del año que viene se van a derivar a las comunidades autónomas».
Pero el futuro se afronta con optimismo por parte de los bancos de alimentos, en opinión de Greciano, quien ha explicado en Córdoba que ya se están preparando «para la futura ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, y se está creando una plataforma digital para seguir siendo los bancos de alimentos el referente que somos desde hace 30 años en la lucha contra el desperdicio alimentario».
Balance de la Operación Primavera
Por otra parte, el vicepresidente del Banco de Alimentos 'Medina Azahara', Juan José Cas, ha ofrecido los datos de la operación primavera desarrollada en Córdoba durante el pasado fin de semana. Ha explicado que «económicamente nos hemos mantenido, unos 60.000 euros, pero en kilos físicos ha bajado bastante porque algunas cadenas no han participado», recogiéndose unos 10.000 kilos.
Cas ha añadido que el Banco de Alimentos de Córdoba «está haciendo un esfuerzo ímprobo para seguir dándole alimento a todos los beneficiarios que le veníamos dando antes, sin la ayuda, que el año pasado fueron 600.000 kilos, los mismos que nos han llegado este año. Entonces, ¿cómo lo hacemos? Pues buscando otros argumentos de pedir, y también -hay que ser sinceros- reduciendo un poco las donaciones a las familias».