Las lluvias de la primavera pasada auguran una mejor temporada de caza menor

El día 11 de agosto comenzó la temporada de caza con el conejo, el cual se podrá cazar hasta el día 24 de noviembre. Seguidamente, el 22 de agosto tendrá inicio la media veda, que se extenderá hasta el 28 de septiembre, y en el que se podrá cazar codorniz, palomas y córvidos. Respecto a la tórtola común, seguirá prohibida su caza esta temporada, con el fin de lograr la recuperación de la especie conforme a las exigencias que desde Europa se exige a los estados miembros. Cabe destacar que este año se han aprobado las directrices del plan de gestión adaptativa de la caza de la tórtola, en base a lo cual, los cotos que demuestren a lo largo de esta temporada 2024-2025, haber realizado medidas para mejora de hábitat de la especie, a través de informe realizado por técnico competente, podrán ser considerados de cara a futuras asignaciones de cupos de tórtolas a cazar en campañas futuras. Las tres especies de palomas que se pueden cazar son la paloma torcaz, la paloma zurita y la paloma bravía. Se trata de un periodo de caza que genera mucho interés en el sector, y que será la antesala del periodo general de caza, que irá del 6 de octubre al 29 de diciembre.

La lluvia mejora el panorama

Según Tomás Jurado, responsable técnico del departamento cinegético de Asaja Córdoba, este año, la temporada se presenta con sensibles diferencias respecto al año pasado, ya que la sequía de 2023 influyó notablemente en la llegada de especies migratorias, motivando que la codorniz fuera escasa, en tanto que la primavera lluviosa de este año ha mejorado las previsiones para los cazadores, Por su parte, las expectativas de cara a la caza de palomas son buenas, muy similares a las del año pasado.

En cambio, apunta Jurado, el conejo es una «especie de contrastes», ya que hay lugares en los que hay muchísimos, lo que ha motivado que se promulgue una declaración de emergencia en la campiña cordobesa que afecta a 25 términos municipales, en los que estos lagomorfos se han convertido casi en una plaga. Esta es la antesala de la veda general que se abrirá el 6 de octubre, en la que se podrá cazar el resto de especies de caza menor permitidas, como la perdiz o la liebre, aunque en este último caso, las poblaciones se han visto mermadas a causa de la mixomatosis, aunque la recuperación es paulatina, por lo que hay cotos que están haciendo una gestión responsable, en los que no se caza. Hay cupo cero para la caza de la tórtola, aunque todo apunta a que el año que viene, en cotos que realicen gestión de recuperación de especies, como superficies sin labrar o instalación de comederos y bebederos, se estudiaría la posibilidad de que se pueda cazar.

Optimismo entre los cazadores

Por su parte, Francisco Javier Cano, delegado provincial de la Federación Andaluza de Caza, sostiene que la temporada de caza recién abierta la afrontan los cazadores con incertidumbre, a causa de la situación que atraviesan las poblaciones de palomas, codornices y córvidos, añadiendo que en la provincia de Córdoba hay poca densidad de codorniz, aunque la de paloma torcaz sí está en incremento. Respecto del conejo, hay algunas zonas muy concretas, circunscritas a la Campiña y la Subbética, en los que el conejo provoca graves daños a la agricultura, en las que, además de con escopeta, se caza con hurón. Cano es de la opinión de que esta temporada va a ser mejor que la del año pasado debido a las precipitaciones caídas en primavera, y que todo apunta a que la paloma se va a dar mejor que el año pasado, al igual que la caza mayor, porque el alimento para los animales ha sido abundante, por lo que se esperan mayores trofeos.

El negocio de las armerías

En última instancia, queda por conocer la opinión de los armeros, profesionales de la materia. Rafael Varona, propietario de la Armería Varona, se ha notado el inicio de la actividad al abrirse el periodo hábil de caza, ya que moviliza a muchos cazadores en la provincia, aunque de manera algo menor al estar tan marcados los periodos de caza en el calendario. Sobre todo, aunque la mayoría de los cazadores ya están equipados, se venden en estos días armas de caza menor y cartuchería, principalmente esto último, ya que por 20 euros se pueden adquirir dos cajas de cartuchos con 50 unidades. También Varona comenta que están entrando más jóvenes en el mundo de la caza, aunque la edad promedio de iniciación en este deporte es mayor que en épocas precedentes.

Los cupos establecidos para los cazadores en estos días son: codorniz (diez por cazador y día); paloma torcaz (15 por cazador y día durante la media veda, y 50 piezas una vez comience el período general); conejo (tres piezas durante período hábil de noviembre); perdiz roja con reclamo (cuatro por cazador y día), o zorzal (25 piezas por cazador y día).