Jesús Guerrero, pre4sidente de Hostecor

Jesús Guerrero, pre4sidente de HostecorJesús Caparrós

Jesús Guerrero, presidente de Hostecor

«Vamos a denunciar al anterior presidente por gestión económica negligente»

En noviembre del pasado año Jesús Guerrero (Córdoba, 1978) llegaba a la presidencia de Hostecor por aclamación, ya que su candidatura fue la única, y se ponía al frente de una patronal dividida y con «la caja a cero». Su intención primera era la unión del sector, según anunció en las inmediatas declaraciones como presidente. Hoy nos atiende en la terraza de Los Chopos, que gerencia Miguel Ángel Morales, uno de los disidentes de Hostecor que lideró durante un tiempo Horeca, asociación alternativa. Guerrero podía habernos recibido en su restaurante, Casa Mazal, que además nos pilla al lado de la redacción, pero el lugar elegido es también símbolo de lo que pretende: transparencia y unidad. Respecto a lo primero, aunque todo han sido trabas y opacidades, parece que lo va consiguiendo. El titular que precede a esta entrevista es producto de ese proceso que consiste en poner las cartas, una vez encontradas, boca arriba.

En cuanto a la unidad, será algo que se demostrará cuando pinten bastos, ya que estamos con los naipes. Trabajo por delante tiene y mucho, en una ciudad que tiene a la hostelería como sector primordial de su economía. Si actúa con la seguridad con la que habla, Jesús Guerrero no parece tenerlo difícil en ese sentido.

Jesús Guerrero, presidente de Hostecor

Jesús Guerrero, presidente de HostecorJesús Caparrós

- ¿Ser presidente de Hostecor es un cargo sectorial o es más político?

- Para mí, sectorial. En la parte política no soy capaz de adaptarme. Es lo que peor llevo de ser presidente de Hostecor.

- Se lo pregunto porque siempre ha habido una relación directa entre la hostelería y la política. Los políticos han querido siempre controlar al sector y parte del sector tenía también sueños inconfesables con la política.

- Sí. Fíjate que el anterior presidente de Hostecor está en el Ayuntamiento, en la política. Yo no lo veo de una manera conjunta. Sí es verdad que tenemos mucho trato con los políticos porque tenemos que llegar a muchos acuerdos, lo mismo con los de un lado como con los de otro. Tenemos que ir de la mano para tirar hacia delante.

- ¿Cómo está siendo el verano? Parece que ahora sorprende que julio tenga menos turistas en Córdoba.

- Tenemos un problema que venimos advirtiendo desde hace muchos años, y es que Córdoba aparece siempre como la primera capital del calor. Si sales fuera compruebas que hay muchos lugares donde hace incluso más calor que aquí, pero es verdad que nos lo han colgado de sambenito. Estos días en televisión hemos visto lugares del País Vasco con 42 grados, que a veces hasta nos supera. También son importantes las infraestructuras, como los toldos. Y las terrazas, ya que nos quieren recortar horarios, cuando aquí hasta las 10 o las 11 de la noche no sales de casa para tomarte algo. Somos Andalucía, no nos equivoquemos. Y deberíamos estar abiertos hasta las dos de la madrugada para que la gente pueda tener vida. Sé que tendremos que ponernos de acuerdo con los vecinos, pero no olvidemos que los hosteleros también somos vecinos.

- Desestacionalización y pernoctaciones. Los objetivos recurrentes.

- Vamos a ver, deberíamos fijarnos en varias capitales que lo están haciendo bien. Copiar las cosas que funcionan siempre es bueno. Granada nos ha pasado por alto. Sevilla y Málaga están a otro nivel. Aquí seguimos trabajando de una manera que antes funcionaba pero que ahora ya no vale. El éxito de otras ciudades son los proyectos a largo plazo y eso es lo que deberíamos proponernos hacer. Los resultados tardan en llegar pero se consiguen. Y como digo, las cosas cambian. Hoy en día vemos pequeños y medianos comercios, no sólo bares o restaurantes, que cierran en agosto cuando nunca lo han hecho sencillamente porque no les es rentable. Y eso es un problema, porque pasear por Córdoba en julio y agosto es un problema ya que se está quedando desértica. Ahora nos estamos dando cuenta que la pequeña y mediana empresa es la que le da vida a la calle. Hay que darle una vuelta a esta situación porque creo que nos estamos equivocando.

Pasear por Córdoba en julio y agosto es un problema ya que se está quedando desértica.

- Su directiva es integradora tras muchos años de escisiones y aventuras independentistas. ¿Sigue manteniéndose unida?

- Yo dejé muy claro cuando llegué que lo bueno es la unión, que teníamos que unirnos porque si no no llegábamos a ningún lado. Y ha regresado mucho peso pesado de la hostelería, firmas fuertes, que se habían marchado de Hostecor. Estamos consiguiendo que se unan hosteleros de la provincia, que no había ninguno cuando llegué. Esto supone mucho trabajo y esfuerzo. Yo no me defino como presidencialista, y todo se lleva y discute en la Junta Directiva. Lo que ahí se acuerda es lo que sale. No sé si de momento lo estamos haciendo bien o mal, pero sí que estamos dando pasos hacia delante.

- La contrafigura del sector más fomentada en redes sociales y medios de comunicación es que hay explotación y que los empresarios de hostelería exprimen a los trabajadores. ¿Cómo se lucha contra eso?

- A mí me gustaría saber si a vuestro sector, el del periodismo, os suben un 10 por ciento en tres años, porque yo no lo creo. O a los funcionarios, por ejemplo. Y hay algo que yo ya no compro y es que antes se decía que como había poco trabajo y mucha demanda, se explotaba. Ahora curiosamente, no encontramos mano de obra. Si tú estás en un negocio que te paga 800 euros por doce horas diarias y enfrente hay otro que te ofrece 1.400 euros con convenio ¿no te irías a ese? Pues hay muchos establecimientos en Córdoba ofreciendo un sueldo y un puesto ajustado a convenio que no encuentran trabajadores.

- ¿Entonces dónde está el problema?

-. El problema es que no hay trabajadores. En 2020 la hostelería en España tiraba de un millón doscientos mil puestos de trabajo. En la actualidad, 2024, el sector tira de dos millones de trabajadores. Tenemos que comprender que somos la primera fuerza de trabajo en España. Y hay que buscar soluciones para esto. Montar escuelas de hostelería, traerse gente de fuera y formarla, algo hay que hacer no solo para la hostelería porque la falta de mano de obra afecta a otros sectores, no solo a la hostelería.

Jesús Guerrero, presidente de Hostecor

Jesús Guerrero, presidente de HostecorJesús Caparrós

- Lo que sí hay de sobra en muchos sitios, impidiendo el paso de los viandantes, son veladores. Es una auténtica invasión. Con el mapa de la Gerencia de Urbanismo en la mano se sobrepasan muchas fronteras.

- Estamos hablando con Urbanismo para eso. De hecho sufrimos una competencia desleal con este tema. Tratamos de hablar con aquellos que no son socios nuestros o tienen una instalación ilegal para ayudarles a regularizar la situación, y si no quieren, pues tendrán que ser sancionados. Pero nosotros no somos policía de nadie. En la primera reunión que tuvimos con la Mesa de Veladores se abordó la zona de Gran Capitán, cuyos hosteleros han contratado un perito. Se ha delimitado todo, contratado unas vallas que son abiertas cada dos metros y todo eso se ha presentado tanto a los vecinos como al Ayuntamiento. Ni Urbanismo tiene un plano tan detallado y actualizado. Si ese proyecto, que es el primero, se aprueba, la idea es trasladarlo a toda la ciudad.Bien es cierto que en eso habrá que contar con una subvención, porque lo de Gran Capitán lo han pagado los hosteleros, pero no todos tienen la misma capacidad para hacerlo en otras partes de la ciudad.

- Pero el espacio urbano seguirá siendo el mismo.

- Claro, y el que pueda instalarlos lo hará y el que no pueda, no. Y eso es responsabilidad de Urbanismo y Policía Local. Repito que los hosteleros no podemos ser los policías de nadie. Estamos aquí para ayudar a todo aquel que quiera legalizarlo. Por cierto, que antes de la pandemia había más de 900 licencias de terrazas. A día de hoy no llega a 300. Algo falla. Y sobre todo lo que hay es una competencia desleal tremenda, porque uno está pagando un dineral tremendo por la terraza y el que está al lado no está pagando absolutamente nada pero tiene veladores y hasta poniendo de más. Es un asunto que a nosotros también nos afecta bastante.

Los hosteleros no podemos ser los policías de nadie.

- Llegó usted a la presidencia de Hostecor con una auditoría previa que indicaba ciertas irregularidades y una mala situación económica ¿Se ha podido reconducir el escenario?

- Quiero hacer un inciso y es que la auditoría que hubo la vamos a denunciar ahora, porque no fue una auditoría como tal. Cuando yo entré de presidente tuvimos que llamar a un notario para que certificara esa toma de posesión. No hemos conseguido los números de las cuentas bancarias hasta tres meses más tarde, con el bastanteo de los bancos y todo porque antes había que inscribirse en la Junta de Andalucía, ya que no nos hicieron un traspaso absolutamente de nada. Además de no encontrar las cuentas, no había papeles de anda y la secretaria administrativa que había en aquel momento sigue a día de hoy todavía de baja. Imagínate qué panorama nos encontramos. A cero, sin cuentas y sin poder tocar nada. La auditoría era realmente un informe económico y ahora están empezando a salir cosas que en ese informe no existían. Hemos tenido que contratar a otra persona para reestructurar e investigar las cuentas a las que ya hemos tenido acceso. La buena noticia es que cogimos la asociación con 152 socios y estamos ya superando los 200, pero es verdad que aunque eso nos está dando algo de vida aun nos falta mucho. Hay que hacer frente a las devoluciones de las subvenciones tanto de Diputación como del Ayuntamiento. Las de la Diputación ya la estamos pagando y las del Ayuntamiento ya han entrado en reclamatoria y esta semana he quedados con ellos para ver cómo lo solucionamos.

- ¿Por qué le están reclamando esas subvenciones?

- Pues porque las presentaciones que se hicieron de los pagos no las llegaron a cubrir ni en el 75 por ciento. Así que más del 75 por ciento hay que devolverla. Al menos ahora ya tenemos documentos e información. Yo creo que todos tenemos derecho a equivocarnos y que hablando se entiende la gente, pero no hemos llegado a ningún acuerdo. El seguro que había suscrito no va a responder. Así que vamos a interponer las acciones judiciales oportunas contra el anterior presidente y las personas que hayan colaborado con él por la gestión económica negligente que han hecho.

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