Román continúa progresando en la Maestranza
El novillero cordobés da a una vuelta al ruedo tras liquidar al primero de su lote
Nueve autobuses, contaban las redes sociales, se dirigían ayer tarde camino de Sevilla para ver el debut de Manuel Román en la Real Maestranza. Resurgir de la afición cordobesa de la mano de un chico menudo, de apariencia frágil, que no se espanta ante novillos descarados y que desde el refugio de su atrayente timidez construye un concepto de tauromaquia asentado en principios de mucho peso. Román aparenta estar un escalón por encima de compañeros más rodados, poniendo sobre el tapete sevillano una construcción de faena clara, sin concesiones banales y con una estética de evidente calidad.
Así las cosas, Román inició su labor con un bonito saludo capotero rematado por una suave larga de aroma antiguo. El novillo, suelto y distraído como sus hermanos, se desplazaba algo más largo y el cordobés, sin mediar probatura alguna, le enjaretó una serie por la derecha nada más tomar la muleta. Sonó al instante el pasodoble 'Manolete'. En las siguientes series por esa mano faltó un punto de acople, pero el conjunto funcionó muy bien, retomando el vuelo al pasar a la mano izquierda, donde el engaño viajó terso, largo y bien rematado. Tras una estocada, el fallo con el descabello impidió obtener algún apéndice, teniéndose que conformar una vuelta al ruedo. Premio que parece hoy día no tener importancia, pero que antaño era mérito más que suficiente para seguir construyendo esperanzas.
Su segundo, un abanto imposible que soltaba la cara y se pensaba las embestidas sobre todo por el pitón derecho, permitió ver otra versión del de Santa Marina que tiene igualmente mucha importancia. Román sacó a relucir en la porfía la fibra que su tímida hechura oculta. Garra necesaria para posteriores compromisos y pilar ineludible para seguir creciendo. Digo bien, seguir creciendo, aprendiendo, limando defectos y dudas que están presentes.
Lo peor de la tarde llegó a la hora de entrar a matar a este segundo toro, por ciento muy bien lidiado por Miguel Ángel Sánchez y mejor banderilleado por Javier Ambel, resultando el matador volteado de muy fea manera, perdiendo el conocimiento e impidiéndole continuar la lidia. Susto, por fortuna, sin consecuencias que enturbió el sumatorio final en el que Román claramente se situaba por encima de la condición de sus oponentes.
El resto del cartel
Abría cartel el francés Lalo de María, que pechó con un primer novillo que embestía rebrincado, incierto y sin fijeza. Se colaba en el capote en el peor de los casos o metiendo la cara al revés como mejor opción, para llegar a la muleta declarando mansedumbre como pecado fundamental. Intentó el chaval componer con empaque y largura, dibujando algunos lances de calidad y recurriendo a la cercanía final como recurso expresivo. El segundo de su lote también resultó imposible. Novillo descarado que se frenaba a mitad de suerte y pasaba con la cara alta negando embestidas y lucimientos. Nada que hacer.
Completaba la terna Mario Navas que equivocó el terreno en la lidia de su primero al sacarlo fuera de las rayas del tercio cuando el novillo declaraba mansedumbre hacia las afueras y, como buen cobarde, arremetía hacia los adentros. Además, manejó el engaño sin templanza, fuera de cacho y, en demasiados momentos, atosigando las escasísimas embestidas que el de Núñez de Tarifa regaló.
En el segundo erró el planteamiento inicial al cortar por bajo el viaje del toro cuando lo que pedía era intentar alargarlo para extraer las escasas acometidas que permitió el encierro. La propuesta conceptual de faena tampoco alcanzó nivel al variar con demasiada frecuencia de formatos. Ahora compás abierto, más tarde medio pecho, al rato de perfil, bajo una bonita estética, eso sí, que ocultaba la equivocación estructural.
Ficha de la novillada
-Toros de Núñez de Tarifa. Bien presentados, descastados y con escasa fuerza. Silenciados los tres primeros y pitados en el arrastre los tres últimos.
-Lalo de María (De carmelita y oro). Media estocada (Palmas). Pinchazos y estocada (Saludos desde el tercio).
-Mario Navas (De verde botella y oro). Dos pinchazos y media (Silencio). Estocada (Palmas).
-Manuel Román (De malva y oro). Estocada y tres descabellos (Vuelta al ruedo). Resultó cogido al entrar a matar al segundo de su lote.