Fútbol
Una segunda oportunidad para Kuki Salazar
El extremo hispano-uruguayo llevará a sus espaldas el dorsal número 9
Fue el undécimo y último fichaje del Córdoba CF en el mercado veraniego. Kuki Salazar (hijo de uno de esos jugadores especiales, José Luis Salazar, de los años ’90, que llegó a marcar un gol inmortal desde el centro del campo) aterrizaba en el Arcángel esta semana y, ante el Real Murcia podría debutar como blanquiverde.
El extremo hispano-uruguayo llevará a sus espaldas el dorsal número 9 y, aunque no es un killer sino más bien un jugador desequilibrante, la entrega de ese dorsal ya es toda una declaración de intenciones. La misma pasa porque el jugador, que triunfó en categorías juveniles, irrumpa definitivamente en el fútbol semiprofesional, que es lo que es al fin y al cabo la Primera Federación.
Una categoría en la que Kuki ya militó la pasada temporada en las filas de un aspirante a todo, el Deportivo de la Coruña, donde el rol del futbolista fue relativamente discreto. Un gol, dos asistencias, 28 partidos (cinco como titular y unos 650 minutos dejaron al atacante a medias, básicamente, como se quedó su ya exequipo con el único objetivo que tiene temporada tras temporada, el ascenso.
Su salida de Riazor era algo que se coció durante todo el verano, pero Kuki realizó con normalidad la pretemporada hasta que llegó el primer partido de liga. Entonces, Imanol Idiakez (entrenador del Deportivo) lo dejó fuera de la convocatoria por decisión técnica. Un mensaje claro para el jugador que, poco después, llegaba a un acuerdo para rescindir su contrato con el club gallego.
Una oportunidad compartida
El Córdoba ya lo esperaba para que Kuki se enfundara la elástica blanquiverde y tuviera una segunda oportunidad en la que le va el futuro al jugador y, en cierta medida, a la apuesta del primer proyecto de Antonio Fernández Monterrubio al frente el Córdoba.