Los motivos de un cabreo monumental

Lo de los ‘partiditos’ empieza a ser recurrente cuando el Córdoba sale de El Arcángel. Anoche volvió a esa versión inoperante y, solo gracias a la actuación de Carlos Marín, el resultado no terminó siendo una auténtica masacre. Porque en apenas veinte minutos, el almeriense sacó cinco manos de mérito y el Racing vio cómo se le anulaban dos goles. Un auténtico horror frente a un líder que, además, había planteado seis cambios en el once inicial con respecto a los que saltaron como titulares en Cádiz. Por todo ello el enfado es más que evidente. En el club y en el propio Iván Ania, que no hizo ni el amago de esconderlo en la rueda de prensa posterior al choque en El Sardinero.

El mismo escenario de cada salida: un equipo anticompetitivo

Y es que, por más que se afane el asturiano, cada encuentro como visitante está acabando en drama. En ocasiones con resultados más estrechos, pero con la sensación en todos ellos de estar muy lejos de ganar. «Hay maneras de perder y esta no es una de ellas. Nos marcaron en el 70’, pero la sensación era que podía haber llegado antes. Tengo la sensación de que no tuvimos ninguna opción de ganar y muy pocas de empatar», expresó visiblemente enfadado. Contenido pero contundente. Solo en Albacete se pudo ver a un Iván Ania en este mismo papel. En aquella ocasión se logró el empate, pero el ovetense tampoco salió satisfecho con el encuentro planteado por los suyos.

Especialmente por esa imagen que traslada el Córdoba de ser un equipo muy poco competitivo a domicilio. Eso preocupa y enfada a partes iguales al asturiano. «Hemos sido inferiores en el duelo y en recoger segundas jugadas y, si ante un equipo que es superior a ti no eres ganador de duelos y segundas jugadas, es complicado», explicó.

Marvel, en la diana

Pero, desde luego, si hay algo que Iván Ania no tiene ni la más mínima intención de esconder es su descontento sistemático con Marvel. Lo hizo en Albacete y lo evidenció aún más anoche. El central salía del campo por supuestos problemas físicos, pero el entrenador lo mandó de vuelta al campo. «Los cambios los marco yo, no Marvel. Es la segunda vez que nos ocurre y no puede volver a pasar. Tenemos que ser mucho más veteranos en ese sentido. En Albacete se quedó un minuto estirando el gemelo y hoy se intenta salir del campo sin ningún motivo. Luego pudo aguantar quince minutos más, así que podía continuar», sentenció.

Una situación que se repite y es preocupante para el Córdoba. José Antonio Martínez no da síntomas de poder mejorar las prestaciones del exmadridista y Mati, entre lesiones y poca confianza, tampoco. De ahí la intranquilidad y las pocas variantes que se atisban en el horizonte si Ania, como parece, tiene decidido mantener su idea y su planteamiento en cada desplazamiento contra viento y marea.

Eldense: todo o nada con dos bajas capitales

Y, por si fuera poco, lo peor no solo fue el resultado sino los daños colaterales de cara a una cita vital frente a un rival directo. Un partido en el solo vale la victoria. «Tenemos que ganar. Si no somos capaces de ganar fuera de casa tenemos que hacerlo como locales como lo estamos haciendo hasta ahora», comentó el entrenador del Córdoba. Para hacerlo, el más difícil todavía: sin Álex Sala, sancionado al ver la quinta amarilla en la primera parte y sin Jacobo, expulsado por roja directa. «Eres malísimo», recoge el acta del partido escrito por Mallo Fernández. Una desconsideración que podría hacerle perderse más de un partido. Una torpeza que también ha enfadado mucho en el club.

El Córdoba, cada dos semanas, está al límite del nerviosismo. Ganar en casa todo lo mitiga. El sábado volverá a estar obligado.