Álex Sala pugna por un balón en el duelo frente al Racing

Álex Sala pugna por un balón en el duelo frente al RacingDiario Montañés

La clásica noche para olvidar lejos de El Arcángel (2-0)

Los de Iván Ania caen por 2-0 ante el líder y pierden para el vital duelo frente al Eldense a Álex Sala y Jacobo, expulsado en la recta final

El clásico partido del Córdoba fuera de casa. Y no llegó a ser ‘partidito’ porque Carlos Marín evitó un sonrojo mayor. Especialmente en la primera mitad. Y aunque en la segunda parte hubo fases de control, el Racing, en el momento en el que metió una marcha más, dejó claro que la distancia entre ambos es sideral. Más aún cuando José Alberto optó por darle entrada a los titulares pasada la hora de juego. Iván Ania, fiel a su discurso en sala de prensa, optó por hacer apenas dos cambios de inicio: la entrada de Kuki en lugar de Genaro y la vuelta de Marvel al centro de la defensa en detrimento de Martínez.

Carlos Marín evita el desastre al descanso

Quizá ese podría haber sido el titular de los primeros cuarenta y cinco minutos. Incapaces de hilvanar pases y, lo que es peor, dar cierta seguridad atrás. El Racing, con muchas rotaciones en el equipo, dominó y no se fue al descanso en ventaja porque el Córdoba cuenta un arma de un valor incalculable: Carlos Marín. En solo diez minutos el almeriense apareció cuatro veces. Primero para evitar un disparo algo escorado de Suleiman, después para sacar una buena mano tras un tiro desde la frontal de Karrikaburu y, más tarde, para mandar a córner un tiro envenenado y para sacar una gran intervención tras un centro lateral que no pudo convertir Karrika. Y, por si fuera poco, El Sardinero ya había cantado un gol minutos antes, pero la posición adelantada de Íñigo Vicente impidió que el cuadro cántabro cobrase una ventaja que, a tenor de lo visto, hubiera sido más que merecida.

A partir de entonces, el Córdoba cogió cierto aire. Aunque no dejó de ser un espejismo, pues el Racing volvió a la carga pasado el cuarto de hora. Y, fruto de ello, encontró el premio del gol en el 18’. Karrikaburu volvía a dejar claro que la defensa del conjunto blanquiverde en los centros laterales estaba rozando el horror. Pero, afortunadamente, entró el VAR para mitigar el sofocón. Clara posición adelantada y vuelta al 0-0. Desde ahí y al final del primer acto, tranquilidad. Porque el duelo se igualó y el conjunto blanquiverde logró tener un poquito más la pelota en sus ataques, aunque sin ningún tipo de peligro o profundidad. Lo más destacado hasta entonces fue la amarilla a Álex Sala (se perderá el compromiso del sábado ante el Eldense) y un tiro alto del mediocentro catalán. Los de José Alberto, por su parte, lo intentaron con un disparo de Lago Junior que se marchó al lateral de la red.

La salida de Theo mejora al Córdoba

No le gustaba nada cómo pintaba la historia a Iván Ania y, tras la reanudación, decidió agrupar más talento alrededor del balón. Por eso, y quizá por la amenaza de la amarilla, retiró del campo a Álex Sala para meter en él a Theo Zidane. Valiente el asturiano, que pasaba a formar con un 4-1-4-1 en el que Isma Ruiz se convertía en el sostén de un equipo claramente ofensivo. Y eso el Córdoba lo notó y lo agradeció, pues consiguió llevar la iniciativa y, sobre todo, alejar al Racing de su propia área. José Alberto lo captó y rápidamente sacó la artillería: al campo Andrés Martín y Juan Carlos Arana. El cuadro santanderino iba ya a por todas, pero se topó con la peor noticia de la noche: la lesión de rodilla de Íñigo Vicente, un futbolista clave que abandonó el campo por su propio pie pero con la sensación de tener algo serio.

El escenario del duelo había cambiado por completo. Eran los de Iván Ania quienes más disfrutaban con balón e, incluso, amenazaban corriendo al espacio ante los huecos que dejaban atrás los locales. Pero, eso sí, sin llegar a tener ocasiones muy claras. La más notable volvió a salir de las botas de Jacobo con un disparo lejano que Ezkieta mandó a córner. La réplica del Racing no tardó en llegar. Apenas tres minutos después, Carlos Marín entró en escena de nuevo para sacar bajo palos un cabezazo de Arana que ya se cantaba como gol en El Sardinero.

El Racing vuelve a apretar... y consigue su premio

No lo hizo en esa ocasión, pero sí unos minutos después. Lago Junior, una de las novedades en el once inicial, ajusticiaba desde la frontal tras un buen servicio de Sangalli. El tanto llegaba cuando el Córdoba más cómodo se encontraba en el partido. Pero eso no sería lo único negativo de la noche, ya que Jacobo, que había avisado a Ezkieta con un disparo de falta en el 75’, se autoexpulsó después de una absurda protesta que el colegiado entendió como roja directa. Veremos la redacción del acta, pero, como mínimo, no estará disponible en la trascendental cita ante el Eldense.

Desde eso momento, y pese a la entrada de Obolskii, Genaro y Carlos Isaac, nadie en la faz de la tierra tenía la más mínima esperanza en que pudiera llegar un milagro en forma de empate. Todo lo contrario. Lo que vino fue el 2-0 en una acción calcada al primero, donde de nuevo Calderón e Isma Ruiz quedaron retratados. Ekain, completamente solo, aprovechó el regalo para hacer el 2-0 definitivo. Mal partido, otro más, de los de Iván Ania a domicilio, que ahora volverán al todo o nada en El Arcángel. El Eldense espera el sábado y solo vale ganar.

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