
Jacobo, autor del gol que da tres puntos de oro al CCF
El Córdoba CF acaricia la salvación… y sigue soñando
Los de Iván Ania doblegan al Málaga después de cuatro partidos sin ganar y dejan la permanencia casi sellada. El play off, a seis puntos.
6 de abril. 48 puntos. O, lo que es lo mismo, nueve por encima del descenso. Y sí, porque esta semana hay que volver a sacarlo, a seis del play off. Esa ilusión no faltará en estos días previos al siguiente compromiso (viernes, 20:30 horas, Levante). Y es que el Córdoba CF ha conseguido que, con algo menos de dos meses de competición, no se vaya a hablar mucho del descenso. Tiene mérito. Hoy metió en esa batalla, y de qué manera, a un Málaga que se vio impotente durante buena parte de la segunda mitad. Y, si no se habla de la zona roja… es evidente que sí que se hará de la parte caliente. El aficionado sueña con seguir coqueteando con el play off. Una oportunidad más. El calendario da la opción.
Ida y vuelta muy atractivo en el inicio del duelo
La primera parte fue jugar a las damas. Tu te colocas, yo te ataco y te respondo. En alguna ocasión con la oportunidad de comer doble, pero sin el acierto correspondiente como para hacerlo. También fue accidentada. En la zona ancha, concretamente. Luismi Sánchez, en el 10’ y Del Moral, pasado el 20’, tuvieron que abandonar el terreno de juego por lesión. Muy mala suerte para el de Villacañas, que se marchó llorando de La Rosaleda.
Hasta ese momento, el equipo de Pellicer dominaba. Muy inspirado, sobre todo en las rápidas transiciones por los costados, encontraba con suma facilidad la posibilidad de entregar en ventaja a la carrera de Kevin Medina y Larrubia. Este último, por cierto, volvió loco a Albarrán durante toda la primera mitad. En apenas dos minutos ya había generado dos tímidos acercamientos, aunque sin mayores complicaciones para el recuperado Carlos Marín.
La respuesta del Córdoba llegó tras saque de esquina botado por Álex Sala que Del Moral, en el segundo palo, no acertó a embocar. El cuadro blanquiazul seguía siendo un incordio. Especialmente cuando tenía metros para correr. Los de Iván Ania, como ocurriera ante el Elche, volvieron a sacar muchas acciones a balón parado en corto. Y eso, si no sale bien, es sinónimo de mucho peligro. Kevin Medina perdonó una contra de libro y Chupete, después de un buen paso filtrado, se encontró con Carlos Marín y el larguero. Se mascó durante un buen tramo de primer acto el 1-0 en La Rosaleda.A partir de ahí, el Córdoba tomó aire. Obolskii, que había visto la amarilla a los cinco minutos del duelo, remató alto con la zurda pasada la media hora. Justo en ese tramo se vio al mejor Córdoba. Otra acción a balón parado se paseó por el área sin que Xavi Sintes pudiera rematar en el segundo palo y Carlos Isaac, tras un córner ejecutado raso y a la frontal por parte de Álex Sala, se topó con una buena mano de Alfonso Herrero para evita el 0-1. De ahí al descanso, juego bronco y varias amarillas. Pedro Ortiz y Kevin Medina la vieron por cortar una contra y Dani Sánchez, por protestar al colegiado justo después de que este decretara el final de la primera mitad. Esas amonestaciones condicionaron a Ania y Pellicer. El asturiano retiró en el intermedio a Obolskii para dar su lugar a Casas mientras que el preparador albiazul quitó a Kevin para que ingresara Rahmani.
‘Jacobazo’ para arrancar la segunda parte
Se olía que el Córdoba había arrancado el segundo acto mucho más decidido. Y, en la primera vez que Álex Sala pudo asomarse por las inmediaciones del área… premio. Porque el catalán fue objeto de falta y ahí emergió la figura de Jacobo. El madrileño, con un sensacional golpeo, sorprendió a Alfonso Herrero, que nada pudo hacer ante un efecto endiablado de fuera hacia dentro que terminó en el 0-1. La Rosaleda se impacientaba y el conjunto blanquiverde tomaba el mando del partido. Pedro Ortiz estuvo muy cerca de hacer el segundo apenas dos minutos después en una acción embarullada en el área.
Lo que vino después fue una fase de dominio malaguista. Empujado por La Rosaleda, el Málaga comenzó a merodear las inmediaciones de la portería de Carlos Marín. El almeriense, de nuevo, sacó su faceta salvadora para impedir el 1-1 en una acción que ya se cantaba como gol pasado el minuto 67. La aportación de Marín, más allá de dos paradas fundamentales, se tradujo en seguridad. Bendita seguridad. También en el juego aéreo y, cómo no, en el inicio de las jugadas ofensivas.
Porque ahí es donde el Córdoba más sufrió. Le costó mantenerse firme. Mucho de ese miedo, seguro, a raíz de verse incapaz de cerrar resultados que tuvo en su mano semanas anteriores. Por si fuera poco, Ania vio cómo Rubén Alves se tenía que marchar con molestias musculares y dar entrada a Marvel, que lo primero que hizo fue ir al suelo y ver la amarilla. Como para estar tranquilo. Pero el paso de los minutos precipitaba a un Málaga incapaz de encontrar la mejor solución pese a que Cordero agitó bastante el costado izquierdo y haber gozado de bastantes faltas laterales que podían haber llevado peligro sobre la portería blanquiverde. El Córdoba apenas se dejaba ver en área contraria, erraba pases fáciles en salida de balón y no se sentía cómodo, pero nunca desfalleció. Se fajó. Magunazelaia y Yoldi, que entraron de refresco, brillaron en el aspecto defensivo.
Y, ya en el descuento, el jugador cedido por Osasuna peleó una pelota que parecía imposible para presentarle un regalo de gol a Antonio Casas que el de La Rambla no quiso desaprovechar. Los seguidores cordobesistas celebraban el 0-2, pero… VAR. Casas estaba adelantado. Vuelta al 0-1 y a un minuto y medio más de prolongación que se hicieron eternos. Pero no hubo tiempo para más. 48 puntazos, final feliz, salvación prácticamente apalabrada y… perdónenme, a seis de play off.