Ricardo Delgado Vizcaíno

Ricardo Delgado VizcaínoJesús Caparrós

Ricardo Delgado Vizcaíno, presidente de COVAP

«Muchos hablan de sostenibilidad y la defienden pero nadie la quiere pagar»

Delgado afronta un nuevo mandato, renovado por la confianza del Consejo Rector y los cooperativistas, con unos resultados económicos de récord

Los números de la última Asamblea General de COVAP, celebrada hace un mes, son realmente espectaculares. La facturación en 2023 de la Cooperativa del Valle de los Pedroches ha marcado un hito histórico al superar los 1.000 millones de euros, un 15 por ciento más que en 2022; la empresa matriz también ha registrado un aumento en las ventas del 13 por ciento, pasando de los 670 millones de euros a los 760 millones. Los datos, aportados por la empresa, señalan así mismo que han llevado a cabo inversiones por más de 30 millones de euros y de ellas destacan las empleadas en sostenibilidad, comprometidos como están en reducir aún más la huella de carbono y la hídrica. La plantilla actual sobrepasa los 1. 200 trabajadores.

Pero si todas estas cifras parecen una sinfonía al trabajo bien hecho, Ricardo Delgado Vizcaíno, a sus 67 años, lo que rememora con brillo en los ojos es el sonido de la leche ordeñada cayendo a las cántaras de su infancia, que es como un ancla íntima que confiesa antes de abordar esta entrevista para hablar del éxito presente y su nueva reelección en el cargo. Hijo del fundador de la cooperativa, abogado de profesión y hombre con los pies pegados al territorio, Delgado Vizcaíno nos recibe con el mismo ánimo de la mañana cálida que ilumina Pozoblanco, ese centro de operaciones alimentarias que sigue asombrando a los que piensan que en el sur, aunque sea en su norte, no son capaces de hacer las cosas mejor, más grandes y con el marchamo único de lo ibérico. Con las cántaras sonando a pesar de los contratiempos.

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- En su última asamblea han presentado unos resultados extraordinarios, pero los escenarios no han sido precisamente los mejores, con problemas como la huelga de transporte y sobre todo la sequía, que ha golpeado mucho más a Los Pedroches. ¿Cuál es el secreto?

- Son las personas, como siempre, desde hace 65 años. Consiste en echarle muchas ganas, mucho coraje, mucha confianza y fe en nosotros mismos y sortear esos obstáculos como venimos haciendo desde siempre. Quién iba a pensar que en el Valle de los Pedroches el vacuno de leche iba a tener la dimensión que tiene ahora mismo. No hay otro secreto que el trabajo bien hecho, una buena gestión, inversiones constantes , y no dejar de buscar otras oportunidades y otros mercados. Hemos consolidado nuestro modelo cooperativo de 360 grados que se asienta en las personas que, repito, son nuestro mejor activo.. Y es fundamental, y más en estos tiempos que corren, el integrar toda la cadena alimentaria desde el origen hasta el supermercado, pasando por la transformación y la comercialización. Estamos muy orientados al consumidor, la disciplina en la gestión es enorme.

- Permítame que le pregunte de nuevo por la sequía, porque hasta las lluvias de la pasada Semana Santa la situación era dramática. En la actualidad solo es un poco mejor. En sesenta años de historia ustedes han conocido varios periodos similares. ¿Se escucha a los ganaderos cuando, por ejemplo, demandan más y mejores infraestructuras hidrológicas?

- No lo suficiente, porque además es una situación que he vivido en docenas de reuniones en los últimos 8 o 9 años donde se planteaba un problema que veíamos venir. Había un pantano ahí, el de La Colada, que no se estaba usando para casi nada. Los ganaderos necesitaban agua porque los pozos ya no daban y los sondeos, que vinieron después, tampoco. Tuvimos reuniones con las diferentes administraciones pero hasta que la población no se quedó sin agua no se abordó la conexión, a la carrera, del último tramo que quedaba de La Colada a Sierra Boyera. Las industrias, no solo la láctea, lo hemos pasado muy mal. Tuvimos que traer en un par de días más cien cisternas de agua para poder seguir con los procesos de elaboración de la leche. Afortunadamente hemos tenido agua. No potable, lo que es tremendo para la población, pero por lo menos abrías el grifo y salía. Espero que no nos relajemos porque ha llovido y que se siga trabajando en lo que se ha dicho que se va a hacer, pero además sin demora. Porque desgraciadamente llegarán nuevos periodos de sequía , como toda la vida ha sucedido. Hemos pasado por sequías de más o menos envergadura y todo apunta a que las que vengan pueden ser peores. Tenemos La Colada y Sierra Boyera, pero además está Puente Nuevo que tiene el triple que estas dos juntas. No sé si técnicamente es factible, pero es un pantano que está en nuestra provincia, abastece para regadíos al sur y los ganaderos no demandamos una barbaridad de agua. Creo que tenemos el mismo derecho. No se trata de llevar el agua a 80 kilómetros, pero sí que hay ganaderías que están más próximas, y se podría, como mínimo, estudiar un proyecto para que eso fuera posible.

- Una de las estrategias llevadas a cabo por el Grupo COVAP en los últimos años ha sido buscar alianzas en el mercado nacional y también abrirse a mercados internacionales. Háblenos de ello.

- Hay quien nos pregunta por fusiones o por integraciones, y yo creo que hay que hacer las cosas más fáciles. Hay que buscar alianzas y colaborar. Somos defensores de la Ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria, que se critica por algunos y no digo que otros aplaudan, pero sí creo que ha sido bien intencionada porque pretende conseguir que haya un mayor equilibrio entre todos los eslabones de la cadena y acabar con prácticas abusivas y desleales. Pero también pienso que más que las obligaciones que tiene una ley, que todos los eslabones de la cadena seamos capaces de conseguir alianzas estables y transparentes, desde la colaboración y por supuesto desde la eficiencia. Tenemos casos muy claros con Mercadona, desde hace mucho tiempo, con los lácteos, o los ibéricos con El Corte Inglés. Hay que conocerse más, escuchar al consumidor y a partir de ahí, trabajar juntos para llegar a conseguir un reparto equitativo de márgenes, unos precios justos que retribuyan adecuadamente a todos los eslabones de la cadena. También creemos en otras alianzas, con otros productores, como el Grupo Alba, un grupo de ganaderos de Granada que se acaban de integrar hace unos meses como socios en la cooperativa, y que van a ir creciendo y entregando cada vez más litros de leche. Si nos vamos a las participadas tenemos a Iparlat Kaiku en León, con una sociedad al 50 por ciento, en Cataluña con Campllong, o Dcoop, sin salir de Andalucía, con los que colaboramos en el suministro de terneros y leche de cabra. Indudablemente, nosotros vamos a estudiar cada oportunidad que se nos presente,alianzas o colaboraciones sin que nadie pierda su personalidad.

Quién iba a pensar que en el Valle de los Pedroches el vacuno de leche iba a tener la dimensión que tiene ahora mismo.

Y uno de nuestros desafíos es buscar nuevos mercados, sobre todo por diversificar el riesgo en distintos países y tratar de añadir valor. Estamos en treinta países, pero a mí me gusta hablar de cinco que suman el 70 por ciento. Corea, con un 19 por ciento de nuestras exportaciones, está a la cabeza como consumidora de mantequilla. En EEUU funciona muy bien la filial que tenemos allí, COVAP USA, y ya supone el 17 por ciento de nuestras exportaciones.

- Un mercado, el estadounidense, particularmente difícil, porque hasta allí no se podía ni llevar un jamón a la familia.

- Son más de barbacoa, de bacon y carne a la brasa, pero es un mercado enorme y hay de todo. Es tan grande que hay muchas oportunidades. Nuestras exportaciones son fundamentalmente de ibéricos. También estamos en Italia, un 13 por ciento en ovino y vacuno de carne. Le sigue Portugal, con un 12 por ciento en vacuno mayor, y China, con un 9 por ciento. A Turquía y Líbano hemos estado llevando leche envasada, como ahora a China, que también supusieron el pasado año un 9 por ciento. No son exportaciones elevadas en su conjunto, comparadas con el mercado nacional, pero el mercado internacional debe seguir siendo una apuesta importante de la cooperativa

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- En la campaña electoral de las elecciones que hoy se celebran se ha buscado fundamentalmente el voto rural ¿Qué esperan los ganaderos del nuevo Parlamento europeo que se configure desde mañana?

- En Holanda ganó hace unos años un nuevo partido formado por ganaderos, que se organizaron debido a la cantidad de medidas y exigencias que la Unión Europea estaba poniendo. Espero que tomen nota de eso y de las movilizaciones que se siguen produciendo y que denuncian la falta de rentabilidad, y el poco reconocimiento que hay para un sector tan sacrificado. Continúa faltando mano de obra, hay competencia desleal y un exceso de regulación con una PAC cada vez más compleja. Todo eso hace que agricultores y ganaderos sigan saliendo a la calle. El sector va a poner sus votos, desde luego, en quienes entienda que va a defender lo que reclaman y que han expuesto de manera muy clara. No solo es un problema político, porque, como he dicho, el sector tampoco está reconocido socialmente, cuando la labor desde el punto de vista económico, humano e incluso medioambiental es tremenda. En el caso de la ganadería además hay que soportar las fake news sobre contaminación o maltrato animal. Sólo se sacan imágenes que denigran el sector, pero no la de esa inmensa mayoría que hacen las cosas muy bien. Los primeros interesados en defender el entorno somos nosotros.

- Europa nos quiere más sostenibles y ustedes han demostrado estar a la vanguardia en ese sentido. Más del 80 por ciento de la energía que consume su cooperativa proviene de fuentes renovables de producción propia. No sé si hay muchas empresas en España que puedan decir lo mismo.

- Pues ahí estamos. Ya ha empezado a funcionar la planta de biogás y tenemos claro que cualquier estrategia empresarial que vayamos a adoptar tiene que tener siempre presente la sostenibilidad. Siempre. También sabemos que hace falta rentabilidad, por supuesto. Tienen que estar equilibradas las tres partes de la sostenibilidad, claro. La económica, la medioambiental y la social. Hay que producir de manera sostenible sin comprometer la rentabilidad. Poner sentido, que es lo que está pidiendo el sector agrario a Bruselas. Claro que queremos la sostenibilidad ambiental y el Pacto Verde, pero seamos realistas, porque hay que producir alimentos. La seguridad alimentaria en Europa no solo se dirige a la calidad sino también a la cantidad. Producir alimentos suficientes de la granja a la mesa. Y volviendo a la sostenibilidad, el otro día me preguntaban si era una obligación o una oportunidad. Nosotros queremos verla como una oportunidad. Además, actuar desde la ética debe hacerse más por convencimiento propio que por obligación. La joya de la corona es el modelo energético, que nos premió el año pasado la Junta de Andalucía y que recientemente ha sido reconocido también en el País Vasco. Es un modelo que se asienta en renovables. De un 25 a un 30 por ciento de la energía eléctrica que necesita la cooperativa ya la obtenemos a través de la fotovoltaica. Un cien por cien de la energía térmica nos la produce la planta de biomasa, y el biogás da solución a todo lo que son estiércoles y purines ganaderos. Son 100 mil toneladas de las ganaderías de nuestros socios y alrededor de 10 mil toneladas de los lodos las depuradoras y residuos de la industria láctea, del centro cárnico especialmente. Está previsto generar 60 mil metros cúbicos de agua reutilizable, porque aunque la normativa alimentaria hasta ahora ha sido muy restrictiva en esta materia, tecnológicamente se ha avanzado mucho.

- Eso requiere una elevada inversión , ¿no?

- Las inversiones son muy importantes para obtener biometano. Hay que quitarle el CO2, que es un 35 por ciento, y el 65 por ciento es ese biometano que queremos usar el día de mañana en mover los camiones que van a recoger la leche a las ganaderías, al igual que los vehículos que van a llevar la alimentación al ganado, con lo que además generamos economía circular.

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Hace años que la cooperativa diseñó un plan de sostenibilidad que va más allá de una política medioambiental. Tenemos acuerdos con los productores de esta comarca y de las de alrededor para contar con una agricultura de proximidad. Apoyamos la investigación de variedades de cereal que sean más resistentes y que se adecúen al territorio y al clima en el que estamos y que necesiten menos agua. En ganadería contamos para cada una de las especies con un manual de buenas prácticas sobre bienestar animal y el ahorro de agua. Un tercio de las ganaderías tiene fotovoltaicas. Trabajamos con un aditivo para las vacas que reduce las emisiones de metano en un 30 por ciento. De todas maneras, siempre digo que en todo esto hay cierta hipocresía porque muchos hablan de sostenibilidad y la defienden pero nadie la quiere pagar. Y en el factor precio sigue teniendo muchísima importancia.

- ¿Cómo afronta la reelección en el cargo? Se le ve con alegría.

- (Ríe) No sé si con alegría, pero sí con la misma ilusión y más tranquilidad que hace 16 años cuando me eligieron por primera vez. No es que se me viniera el mundo encima, pero hubo un proyecto de reorganización societaria y en lo único que se pusieron de acuerdo los que estaban a favor y en contra es que yo me presentara. Ahora puedo decir que estoy con la misma ilusión y más tranquilidad porque tengo mucho más conocimiento de la cooperativa, del sector ganadero y agroalimentario, y mucha más experiencia. Y desde luego, estoy muy agradecido a nuestros socios y a mis compañeros en el Consejo Rector, que siguen confiando en mí. Esa confianza, lo dije hace 16 años y lo sigo diciendo ahora, para mí es el mayor activo que puedo tener y lo que me anima a seguir. Si puedo seguir aportando, lo haré, y si veo que no, habrá que ir plegando velas.

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