Escasez de agua en el embalse de Sierra Boyera en Bélmez (Córdoba)

Escasez de agua en el embalse de Sierra Boyera en BélmezEFE

Sequía

La falta de agua en Córdoba: de la preocupación a las restricciones, pasando por anuncios singulares

Algunas localidades de la Subbética y la Campiña Sur adoptan medidas

La sequía se va agravando conforme avanza el verano. Las altas temperaturas y la previsible ausencia de lluvias han llevado a varias localidades de la provincia de Córdoba a adoptar medidas que, en las próximas semanas, podrían ir a más, así como a extenderse a otros municipios.

Pero el problema no es nuevo y, como señalaba, en una reciente visita a Córdoba el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ni desde el Gobierno de España ni desde la Connfederación Hidrográfica del Guadalquivir (ambos bajo mando socialista) se han tomado todas las medidas y no se han ejecutado algunas de las infraestructuras que habrían, al menos, paliado la actual situación.

Ejemplo de ello es el trasvase desde la presa de La Colada a Sierra Boyera. Con el Norte de Córdoba recibiendo abastecimiento con camiones desde hace meses, el pasado verano los socialistas, entonces presidiendo la Diputación y en el Gobierno de España, quisieron cargar su falta de actuación a la Junta. Un informe de la Abogacía del Estado determinó que la competencia de las obras era del Estado y las hicieron, aunque de aquellos barros el lodo de un retraso casi imperdonable para los 80.000 habitantes afectados.

A ello hay que sumar que los técnicos, como recordaba el actual presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, en una entrevista a La Voz de Córdoba, recomendaron otro trasvase, el de Puente Nuevo a Sierra Boyera. Se desestimó y ahora al nuevo Ejecutivo provincial le toca trabajar a destajo para potabilizar un agua (la de La Colada) que no reunía las condiciones adecuadas para el consumo humano.

Y, como a perro flaco todo son pulgas, los grupos electrógenos que mantienen activo el bombeo se estropearon. Una vez reparada la avería, el Ayuntamiento (también socialista) de Belmez anunciaba en sus redes oficiales que la primera medida consistiría en que que, «cuando los depósitos se encuentren abiertos» se comenzará «el llenado de nuestra piscina municipal». Una necesidad perentoria.

Lucena

Pero no es solo el Norte de Córdoba el que sufre los rigores del clima, ya que en la Subbética y en la Campiña Sur comienzan a sentir sus estragos. En Lucena, hace unos días no se descartaba la adopción de nuevas medidas como cortes de agua diurnos o la reducción de la presión en determinadas franjas horarias. Entre las ya adoptadas caben destacar las restricciones en determinados usos municipales y particulares: cortes nocturnos de 0:00 a 6:00 horas; se prohibe la limpieza y baldeo de las calles y las plazas con agua que no proceda de pozos; se corta el agua de las duchas en piscinas municipales y recintos deportivos; se reduce «hasta un mínimo de supervivencia» el riego de jardines; y se cierra el suministro en edificios municipales cuando estén cerrados; como informaba la consejera delegada de la empresa municipal, María de la O Redondo.

Priego de Córdoba

En esta localidad de la Subbética la situación no es tan grave, pero amenaza con serlo, ya que que las reservas de agua en los manantiales ya están «muy por debajo del umbral habitual», de ahí que la Junta de Gobierno Local se haya reunido junto a la empresa pública que gestiona el servicio municipal de aguas -Central de Aguas- para elaborar un paquete de medidas que serán recogidas en el Plan de Sequía Municipal. Entre las mismas se hallan la supresión de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, así como la limitación en riegos y la detección y reparación de fugas. Esto debido a que desde Central de Aguas han alertado de que «los datos recogidos frente a otros años evidencian la necesidad de acometer medidas urgentes de control sobre el uso».

Montilla

En la ciudad de la Campiña Sur el contexto es intermedio, con respecto a las dos anteriores, aunque más cercano al de Lucena. Es por ello que se ha reducido la reducción de baldeos para la limpieza de calles y a realizarlos en cualquier caso con agua que no proceda de la red; así como los riegos en parques y jardines, principalmente aquellos que se realizan con agua procedente de la red; y la regulación de presiones que puede afectar a la fuerza con la sale el agua en los domicilios. Pero, como advertía el alcalde Rafael Llamas la semana pasada, si «todas estas medidas no fuesen suficientes, se indica en el bando que se tomarán medidas más contundentes con cortes programados de agua, con sus correspondientes preavisos, en las horas donde menos consumo existe, es decir por la noche, para recuperar el nivel de los depósitos».

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