Manuel Murillo, Presidente de la Agrupación de Cofradías
«¿Quién es la Agrupación para rechazar la incorporación de una hermandad que ya ha sido aprobada por el Obispado?»
Mantenemos un encuentro con Murillo para hablar de asuntos de actualidad y de nuevos proyectos
La Agrupación de Cofradías tiene desde finales de junio como presidente a Manuel Murillo, quien fue elegido con un holgado resultado de 46 votos a favor, cuatro en contra y dos hermandades que no acudieron a la elección. Aunque ahora se estrena en el cargo, Murillo no es ajeno a la casa, ya que ha formado parte de las juntas de gobierno de los dos últimos presidentes: Francisco Gómez Sanmiguel y Olga Caballero, quien seguirá trabajando en el nuevo equipo desde la vocalía de Relaciones con el Cabildo.
Por esta razón, aunque imprima su personalidad en la gestión, no necesita ponerse al día en los asuntos pendientes porque conoce el funcionamiento de la Agrupación así como la idiosincracia del colectivo. La aprobación de unos nuevos estatutos o la incorporación de nuestras hermandades, entre otras cuestiones, son algunos de los asuntos que han copado la actualidad de este organismo en los últimos años. Ahora, además, Murillo podrá también poner en marcha sus nuevos proyectos.
- Ha pasado poco más de dos meses desde su elección como presidente y ¿hay ya realidades de las que hablar?
- Sí, lógicamente. La diligencia que ha tenido don Demetrio a la hora de ratificar el cargo nos ha permitido empezar a trabajar y estar trabajando ya en proyectos de este año. Es verdad también que, afortunadamente, Olga Caballero dejó muy ordenada la celebración de la Fuensanta, que es el primer acto.
Evidentemente, el grueso de la gestión sí estaba muy controlado y ahora seguimos trabajando. Me he reunido con todas las vocalías, hemos establecido una línea de trabajo y, bueno, no solamente la hemos establecido, sino que hemos estado ya trabajando con muchas de ellas.
- ¿Les ha dado a las vocalías instrucciones de funcionamiento? Porque tanto durante la campaña como en la toma de posesión dejó muy claro que habría diálogo, que se funcionaría con diálogo y consenso.
- Sí, porque nosotros realmente, y no puede ser de otra manera, somos un grupo de personas que trabajamos para las hermandades. ¿Eso qué significa? Es verdad que tenemos cierta autoridad y maniobra, pero la asamblea de hermanos mayores es la que decide. Las hermandades, y cada uno de los hermanos mayores, tienen que estar completamente contentas con pertenecer a la Agrupación.
Evidentemente no todo puede salir. Pero lógicamente si hay algo o alguna mejora por parte de las hermandades, lo lógico es lo que vamos a hacer, que es reunirnos con cada una de las hermandades, escucharlas, porque igual tienen un montón de iniciativas que poner en marcha. ¿Por qué no se han puesto en marcha? Pues porque no ha habido tiempo, porque cada uno en su dinámica, entre el trabajo y la familia, la hermandad también tiene un sitio importante, y ese tiempo que le dedicamos a la hermandad, al fin y al cabo no te permite ir con la confianza a la junta de gobierno de la Agrupación y decir: «Tengo este proyecto. ¿Qué os parece? ¿lo ponemos en marcha?» Eso es lo que hay que hacer.
- El proyecto de los proyectos, el más importante de los que están ahora sobre la mesa, es la reforma de los nuevos estatutos, que quedó pendiente el año pasado. ¿Cómo va? ¿Se va a presentar en cuanto pase ese año que creo que es en octubre?
- Sí. Hablaba hace unos días con el vicepresidente primero [Manuel Bonilla], que fue casi el que junto con José Manuel Delgado y otras personas más de la anterior junta de gobierno pusieron en pie los estatutos, que esto es una cosa que no había que dejar. Primero, porque ha sido el compromiso del programa electoral, pero además hay que saber que no es que no saliera, sino que no salió con el respaldo que exigen los estatutos. Entonces, hay que ver porqué no salió y ver en qué artículos hay que hilar algunas cosas y mejorarlas.
Los estatutos nos tienen que venir muy bien, porque se hicieron en ese momento complicado que tuvo la Agrupación, y además nos van a permitir establecer unos reglamentos que no tenemos y que nos van a venir muy bien para gestionar y desarrollar tantas actividades como tenemos las hermandades.
- Imagino que un reglamento será de régimen interno y otro de estación de penitencia. ¿Alguno más?
- Bueno, yo creo que ése, el de régimen interno, casi engloba todo y es el más necesario. Además es el que pone un poco de orden en esas salidas procesionales de la Semana Santa. Tendrá un régimen disciplinario con unos criterios perfectamente definidos, que no sea arbitrario y que esté regulado dentro de esa redacción del reglamento, claro.
- Del Centro de Interpretación o Museo, como se defina en su momento, de momento se sabe que irá en Santa Clara. Se acaban de licitar unas obras de reforma. Imagino que tanto por la parte municipal como por la Agrupación de Cofradías marcha por buen camino, ¿no?
- Sí, sí. Además se están cumpliendo los plazos que desde el principio nos dijeron. Esto fue un compromiso municipal por parte del alcalde, que además nos lo presentó en la campaña electoral, porque sabía de nuestras necesidades, nuestras demandas. Nuestra zona administrativa en la sede actual es pequeña, incómoda. El acceso es complicado. Hay que estar desinsectando con mucha frecuencia, no llega bien internet y es complicado trabajar así. Cuando se pone en marcha una plataforma, por ejemplo, de ventas de sillas y palcos, es una verdadera complicación, porque vienen muchas cosas devueltas. No tenemos espacio para atender a esa demanda y entiendo que hay que buscar otro lugar. Y el espacio Santa Clara nos permite una zona administrativa y una zona museística.
- ¿Se saben los metros que se dispondrán?
- Sí. Además hay un borrador de espacios elaborado con técnicos del Ayuntamiento y se vieron los usos que se podían dar y las zonas administrativas que podíamos tener.
- ¿Y la parte expositiva cómo va a ser?
- En principio, la zona expositiva está en dos plantas. El acceso, aparte de con un ascensor, lógicamente, a la planta primera, será también por la torre, que es lo primero que van a restaurar. Y no sabemos ya si la zona temporal o ese centro de interpretación irá en baja o en primera, porque está un poco en relación con los usos. Sí tenemos muy claro que ese espacio va a estar también preparado, va a ser muy versátil, para que las hermandades puedan hacer presentaciones de carteles, de proyectos nuevos, de un techo de palio, etcétera, que muchas veces no encontramos un sitio, y se podrá hacer allí.
Quiero que las hermandades hagan uso de su centro de interpretación porque va a ser muy versátil para ello. También entendemos que tendremos que incorporarlo a los recorridos que haya en Córdoba, recorridos culturales, no solamente particulares, sino también del Cabildo Catedral, e intentar que el Museo Cofrade sea una de las visitas que se puedan hacer, aparte de las Iglesias Fernandinas, la Catedral y otros espacios.
- Al final, después de dar muchos tumbos por distintos puntos de la ciudad y barajarse diversos espacios, se ha buscado uno que está en el cogollo turístico de Córdoba. ¿Era éste el objetivo?
- Sí, es verdad. Con Francisco Gómez Sanmiguel, fuimos con el Ayuntamiento a Regina pero lo vimos un poco alejado de lo que es el circuito cultural y turístico de Córdoba. En otro momento, con Isabel Ambrosio, estuvimos viendo una casa muy interesante, en Amador de los Ríos, espectacular, pero tampoco cuajó. Ésta ha sido una iniciativa, por parte del alcalde José María Bellido, que nos ha interesado muchísimo, porque puede permitir también tener el espacio administrativo, que no es ninguna tontería; es decir, que ese mismo edificio albergue el uso diario de la Agrupación, con todo el uso positivo, más los posibles actos que las hermandades puedan hacer.
Quiero que las hermandades hagan uso de su centro de interpretación porque va a ser muy versátil para ello
- Incorporación de nuevas hermandades. ¿Qué criterios se piensan seguir?
- Tenemos la certeza, y creo que debemos trabajar en la línea de que, aunque los estatutos actuales no lo interpreten así, quién es la Agrupación para rechazar la incorporación de una hermandad que previamente ha sido aprobada por el Obispado. Es decir, entiendo que, como ocurre en otras ciudades, cualquier hermandad que esté ya constituida como tal, debe estar, si quiere, dentro de la nómina de hermandades agrupadas.
Distinto es ya el paso siguiente, el de salir en la carrera oficial. Para eso estarán los reglamentos y debemos tener muy claro que hay que solicitarlo. Las que ya están, están, pero para las que no están, hay que establecer unos mínimos para que la aportación sea positiva y no vaya en detrimento de las bondades de las hermandades que estamos agrupadas. Es una cosa razonable.
Por eso digo que es tan importante aprobar los estatutos y los reglamentos, donde se dirá que hay que estar equis años en vísperas, presentar una nómina de tantos hermanos nazarenos que vistan la túnica; es decir, que cuando esa cofradía se vea en la calle tenga suficiente imagen también, cómo está hecho el desfile, quién lo compone, todo. Y esas cosas o las tenemos o entramos siempre en interpretaciones que al final, al no estar reglamentadas, son decisiones poco sólidas.
- ¿Esos criterios de ingreso se van a endurecer o se van a relajar?
- No se van a endurecer ni relajar, porque al no existir no se pueden endurecer ni relajar. Simplemente es ponerlo negro sobre blanco y tener unos criterios razonables de cómo una hermandad pasa de estar agrupada a hacer estación de penitencia en los días de Semana Santa.
- La ciudad de Córdoba tiene una peculiaridad distinta al resto de ciudades, como el contar con una serie de barriadas periféricas donde también surgen hermandades, como el caso de Alcolea o El Higuerón y en el futuro pueden surgir más. ¿Con qué criterios se las va a recibir?
- Hasta ahora, la única conversación que he tenido es con la de Dolores de Alcolea, y ellos lo que quieren es formar parte de la Agrupación y, lógicamente, no van a hacer estación de penitencia en Córdoba capital. Parece un sinsentido que teniendo allí todos los hermanos y teniendo allí lo que es la devoción, pues trasladarlos no es lógico. Yo creo que es un poco el sentirse partícipes y miembros de una institución que ya cumple más de 80 años y que además le facilita enormemente toda la gestión administrativa, el lidiar con tantas instituciones como hacemos a diario, pues tenemos ya unos compromisos, unos convenios, unos caminos ya avanzados, unos interlocutores suficientemente capaces de desarrollar algo que para cualquier hermandad el estar agrupada le va a facilitar todo eso.
Hay que tener unos criterios razonables de cómo una hermandad pasa de estar agrupada a hacer estación de penitencia en los días de Semana Santa.
Yo no entiendo, y nadie me lo ha trasladado, que esa incorporación sea para hacer estación de penitencia, entre otras cosas, porque no tiene sentido venirse desde Alcolea. ¿Por dónde? ¿Por la autovía? No sé, es una cosa un poco extraña. Digo Alcolea porque ha sido la primera que lo ha solicitado.
- ¿Qué va a pasar con la Quinta Angustia?
- Quinta Angustia tendrá que hacer lo mismo que han hecho todas. Solicitarlo, como hizo Dolores de Alcolea, y ya la asamblea de hermanos mayores tendrá que tomar la determinación. Yo digo a todos, pero no por Quinta Angustia, sino por cualquiera, que si tú quieres pertenecer a un colectivo, lo lógico y normal es presentarte al colectivo y explicarle tus inquietudes y tus necesidades, que creo que es lo que están haciendo desde Quinta Angustia. Es cierto que no han tenido el apoyo suficiente y han tenido dos rechazos. Yo los animo, porque pienso que cuanto más seamos más fuerza tendremos y más capacidad para todo.
Ya somos 53 hermandades, y esto da fuerza. Somos más de 50.000 cofrades en Córdoba, el grupo más grande, más numeroso de todos los colectivos. Todos tenemos cabida y cuanto más seamos y más unidos estemos, porque no solamente es cantidad, sino también calidad, pues tenemos que conseguir más.
- Hemos hablado hasta ahora de aspectos materiales, pero hay uno fundamental y más tratándose del colectivo cofrade que es el de la formación espiritual. Fue uno de los pilares en el programa electoral y la noche de las elecciones volvió a recordarlo, como es la elaboración de un manual de formación espiritual. ¿Cómo se va a desarrollar esta iniciativa?
- No tendría sentido no hablar de evangelización dentro de una nueva andadura. ¿Por qué? Porque a la formación cofrade, la formación religiosa, tenemos que darle la importancia, no que no se la haya dado, sino que a lo mejor nos hemos dedicado más a otros intereses materiales, que lógicamente también son necesarios. Es decir, que aquí no es sustituir una cosa por otra, es que todo tiene que ir para adelante.
En este sentido, Rosa Quero lo tiene muy claro y esa idea de desarrollar ese manual fue suya. Igual que estamos haciendo cursos de formación para protocolo o cursos de formación sobre cómo mantener ese patrimonio tan importante que tenemos las hermandades, nos tenemos que mirar el ombligo y darnos cuenta de que una de las tres bases o piezas fundamentales de la hermandad es la formación.
Hasta ahora mismo, hay muchas formas de llegar a las hermandades por muchas vías y muchas puertas. Los costaleros, los nazarenos, todos, tenemos que tener una formación. Tenemos que saber qué hacemos aquí dentro. Es decir, no porque se lleve, porque vivo en este barrio, porque se pasa bien en la hermandad, por las actividades que hace, que están fantásticas, sino porque hay unas normas que, como cofrade, como cristiano por supuesto, tienes que aceptar y adaptarte perfectamente a que al final de todo hay una devoción de unas imágenes.
Y por eso llevamos tantos siglos y gracias a eso nos mantenemos en el tiempo. Lógicamente, las hermandades tienen en la actualidad unas dimensiones ya casi empresariales. Se habla de presupuestos con cierta injundia, pero lógicamente tienen que tener también el componente paralelo formativo y evangelizador.
Al fin y al cabo somos la imagen pública de nuestras creencias y eso tiene que estar muy bien justificado y basado en suficientes cimientos formativos. Rosa Quero tuvo esa magnífica idea y la tenemos que desarrollar, igual que hicimos los manuales de gestión, o los manuales de contabilidad. ¿Por qué? Porque entendemos que vamos a facilitarle mucho a las hermandades el aspecto formativo y en eso estamos.
-Y ya por último: la carrera oficial. ¿Se va a notar en la Semana Santa de 2025 que ha habido un cambio en la Agrupación? ¿Se piensa introducir alguna novedad? ¿Tiene margen de cambio la actual carrera oficial?
-De la carrera oficial puedo hablar con mucha solvencia porque además en los últimos años me he dedicado a instalarla. En 2023 se vendió el 100% pero en el límite, es decir, no tenemos constancia de que hubiera más demanda. En 2024 se ha vendido el 80%. Nosotros vamos a montar el mismo volumen y si la demanda así lo requiere, la ampliación que haya para este año vamos a aprobar que sea en la Ribera. Será tanto a la derecha como a la izquierda de la Puerta del Puente. Sabemos que no pasan todas pero sí tendrán unos precios relacionados con eso. Si no hay demanda, lógicamente no damos ese paso, pero si se da sería en este sentido. ¿Por qué te digo que no dentro del ámbito de la carrera oficial? Por la afección al BIC, es decir, allí no podemos ni subirnos muchísimo, porque hay que respetar mucho en dónde estamos. Es una zona que tiene la afección que tiene y hay que respetarla, hay que cuidarla y creo que poca ayuda le podemos hacer incrementando el número de palcos. Sí se puede mejorar y ya hemos encontrado espacios donde se puede incorporar algunos más sillas o más palcos que son demandados, pero sinceramente donde de verdad se puede, y ya lo vimos en la Magna de 2013, es ampliar el aforo en la Ribera.