Un visitante a la Cata escancia vino en su copa

Un visitante a la Cata escancia vino en su copaLa Voz

La Cata del Vino Montilla-Moriles en tierras catalanas de hace 40 años

El Ayuntamiento de Córdoba y el Consejo Regulador organizaron la primera cata del vino que se celebró en Cornellá de Llobregat en noviembre de 1984

En 1984, la Cata del Vino Montilla-Moriles celebró su segunda edición en la capital cordobesa. Ese mismo año, pero en noviembre, concretamente entre el 11 y el 18 de dicho mes, tuvo lugar la I Cata del Vino Montilla-Moriles en…Cornellá de Llobregat. Hasta dicha localidad barcelonesa, que llegó a la superar la cifra de 90.000 habitantes en 1979, gracias en gran medida a la emigración a tierras catalanas que se inició en los años 50 del pasado siglo, el vino llegó en una propuesta calcada de la que habíamos conocido los cordobeses gracias a la propuesta y el impulso de la Peña Fosforito de Cornellá de Llobregat, contando con la colaboración de la Junta de Andalucía y la apuesta por el evento por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles y del consistorio cordobés.

Visitantes a la I Cata de Vinos Montilla-Moriles de Cornellá de Llobregat

Visitantes a la I Cata de Vinos Montilla-Moriles de Cornellá de LlobregatLa Voz

Un cordobés en el equipo de gobierno

A la ciudad de la que era en aquel tiempo concejal socialista el iznajeño José Montilla (que, al año siguiente se haría con la alcaldía durante 19 años, llegando, con el paso de los años a ser presidente de la Diputación de Barcelona, y diputado autonómico y nacional, y ministro con Zapatero, y presidente de la Generalitat hasta culminar su vida política en el cementerio de elefantes del Senado, tras abandonar la máxima responsabilidad al frente de Cataluña) llegó el desembarco vinícola de Montilla-Moriles.

Visitantes a la Cata en la noche inaugural

Visitantes a la Cata en la noche inauguralLa Voz

Embajada de hermandad

Encabezaban la misión el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, José Luis Villegas, y el de Turismo, Leonardo Rodríguez, secundados por Manuel López Alejandre por parte del Consejo Regulador, aunque la Junta de Andalucía fue quien arrimó el bolsillo. Villegas se dirigió en la inauguración a los muchos congregados en la Plaza de Catalunya, donde se montó el evento, transmitiéndoles «un afectuoso saludo de nuestro alcalde, Julio Anguita, y de toda la ciudad de Córdoba para todos los vecinos de Cornellá, muchos de vosotros compatriotas andaluces y muchos también paisanos cordobeses. Es esta una embajada de hermandad y confraternización entre nuestras ciudades, un intercambio de nuestras realidades». El concejal de Cultura pronunció a continuación un pequeño pregón que le «habían endilgado», según sus palabras.

José Luis Villegas durante su intervención

José Luis Villegas durante su intervenciónLa Voz

«Para un pueblo bañado por la cultura mediterránea, hablar del vino es hablar de la amistad, de la nobleza de los sentimientos humanos, de la autenticidad, de la comunicación entre las personas. El vino, como decimos en nuestra tierra, es `charlao´, para diferenciar el acto de beber en solitario de quien acude a la taberna en busca de la tertulia, del diálogo y del encuentro a través de la magia del vino». Villegas tiró a continuación del típico tópico para aclarar conceptos: «Córdoba-dijo un poeta-la de las mil tabernas y una sola librería. Pero no es ningún motivo de desprecio para el libro, sino que la cultura del vino, la esencia de la taberna era también, al mismo tiempo, un lugar donde no es extraño hablar de filosofía, de tauromaquia, de poesía o de cante flamenco al calor de una copa de vino de nuestros pagos montillanos, uno de los más prestigiosos viñedos del mundo entero. La taberna es pues un lugar donde se hace la cultura, donde se practica la personalidad del pueblo, se acrisolan los temperamentos, se enjugaban penas, tristezas, alegrías y miserias de un pueblo siempre oprimido por poderosos, por caciques».

El vino como emblema de comunicación

Un grupo degustando vino de una de las bodegas participantes

Un grupo degustando vino de una de las bodegas participantesLa Voz

Visitantes a la I Cata del Vino Montilla-Moriles en Cornellá de Llobregat

Visitantes a la I Cata del Vino Montilla-Moriles en Cornellá de LlobregatLa Voz

Tras pronunciar un exordio histórico de Montilla desde los tiempos de la Roma clásica y sobre el origen de la viticultura en sus pagos y hacer un recorrido por la historia acerca de los vinos montillanos en tiempo de los árabes y en la era moderna, Villegas añadió que «en nuestros días, esa cosa sutil y rubia que es el vino forma parte de nuestro legado ancestral. El vino es la fiesta, el espíritu del Eros. El optimismo y la vida penetran entre sus aromas. Por eso, la cultura del vino es la cultura de la tolerancia, de la amistad, de la vida alegre cual salto de agua en la fuente de la belleza. Los adoradores del vino queremos definirlo como el emblema de la comunicación, de las raíces que ahondan en el viejo foso de la sabiduría humana».

Corte de la cinta inaugural por el alcalde de Cornellá, el concejal Villegas y Manuel López Alejandre, del Consejo Regulador

Inauguración por el alcalde de Cornellá, Villegas y Manuel López Alejandre, del Consejo Regulador

Brindis de las autoridades tras la inauguración

Brindis de las autoridades tras la inauguraciónLa Voz

Mercado fundamental para estos vinos

Durante una semana se celebraron diversas actividades, iniciadas con el pregón pronunciado por Villegas y transmitido por Radio Cornellá la noche inaugural en el que el edil se refirió al hecho de la celebración de la cata «con el objeto de difundir y promocionar uno de los valores manifiestamente culturales de nuestra Córdoba milenaria: la cultura del vino». El alcalde de Cornellá, Frederic Prieto i Caballé, por su parte, resaltó que «el hecho de que esta muestra se celebre en Cornellá tiene una doble significación: la primera es que de la producción de 70 millones de litros que la DO Montilla-Moriles controla, una inmensa cantidad de esos litros vienen a Cataluña, que es el segundo mercado nacional de consumo de estos caldos, y, en segundo lugar, una significación cultural: a Cataluña y Andalucía es capaz de unirnos por medio del consumo del vino».

Probando los vinos de Bodegas Delgado

Probando los vinos de Bodegas DelgadoLa Voz

Bodegas y entidades participantes

En el abierto espacio de la Plaza de Catalunya se instalaron los estand de bodegas e instituciones presentes. La representación cordobesa del sector vinícola estuvo formada por las bodegas Marín, Montulia, Tomás García, Tejarejo, Robles, Gracia Hermanos, Cobos, Alvear, Velasco Chacón, Aragón y Cía, Márquez Panadero, Pérez Barquero, Delgado, Espejo, Carbonell.

Visitantes de la Cata Montilla-Moriles de Cornellá

Visitantes de la Cata Montilla-Moriles de CornelláLa Voz

Una de las bodegas participantes en la Cata

Una de las bodegas participantes en la CataLa Voz

Por parte institucional, Córdoba estuvo representada por el Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles con venenciador incluido, la delegación de Cultura del Ayuntamiento capitalino, el Monte de Piedad y Caja de Ahorros y Hostecor, la mejor provista de viandas, y por parte de Cornellá, la de la Peña Cultural y Recreativa Fosforito.

Visitantes junto a uno de los estand de la Cata

Visitantes junto a uno de los estand de la CataLa Voz

Una de las bodegas participantes en la Cata

Una de las bodegas participantes en la CataLa Voz

Ah, se nos olvidaba lo más importante. Por 300 pesetas de 1984 se tenía derecho a un catavinos y 5 degustaciones. Todo ello a ritmo de rumbas y sevillanas que se escuchaban por megafonía en el recinto.

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