Madrid
Razones y claves de la guerra del Gobierno contra la estación de Navacerrada
El Ministerio de Transición Ecológica sigue con su empeño en privar a los ciudadanos de la práctica del esquí en Navacerrada
Las espadas siguen en todo lo alto. Las administraciones siguen enfrentadas y se han creado dos bandos que se encuentran muy distanciados. El Gobierno de Pedro Sánchez, representado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de Teresa Ribera, mantiene su deseo de cerrar la estación y acusa a la adjudicataria de «ocupar ilegalmente» el Puerto de Navacerrada. En el otro lado se encuentran la Junta de Castilla y León, de Alfonso Fernández Mañueco y la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, quienes se oponen al cierre.
En el centro se encuentra la propia estación de esquí. Ellos sienten el apoyo de las comunidades autónomas, pero saben que no depende exclusivamente de ellas. Es el MITECO, quien desde la Abogacía del Estado ha presentado un recurso contencioso-administrativo en el que, además, solicitaban medidas cautelares «que impidan la realización de actividades de esquí y el uso de las instalaciones hasta la resolución del recurso». En El Debate resumimos las claves por las que el Gobierno quiere cerrar la estación de Navacerrada.
Fin de la concesión
En la teoría, el Gobierno alega que la concesión de las pistas, firmada en 1996 para los próximos 25 años, termina este año 2021. Desde este punto de vista tendría la razón, pero su propio decreto, durante la pandemia, hace un paréntesis en los años afectados a este tipo de concesiones, por lo que no tendría ningún sentido obligarles a cerrar este año. Por ello, la estación se defiende y piden que se respete ese derecho que tienen de abrir esta temporada por un decreto firmado por el propio Gobierno. No se entiende por qué una estación, que lleva más de setenta años operando en el Puerto de Navacerrada y dando trabajo a cientos de familias, debe desmontar ahora todas las instalaciones por una concesión que no se quiere renovar. Como se puede apreciar, es un caos.
Un misil más contra Ayuso
El deseo de cerrar la estación de Navacerrada es una ofensiva más de Pedro Sánchez contra Isabel Díaz Ayuso. Una de muchas. La subida de impuestos para la Comunidad de Madrid, la descentralización de las instituciones, el freno que supone la política de impuestos de su coalición con Unidas Podemos e independentistas para la inversión en Madrid, los ataques durante la gestión de Ayuso de la pandemia o el numerito de hace un año en el Hospital de La Paz, son los últimos globos sonda utilizados por Sánchez para atacar a la presidenta. El cierre de Navacerrada es uno más.
En esta última batalla, como no puede ser de otra forma, también entra la Junta de Castilla y León. De esta forma, el Gobierno de Pedro Sánchez mata dos pájaros de un tiro y con el cierre, perjudicaría a un motor económico para muchos municipios a ambos lados de la Sierra de Guadarrama.
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Motivos medioambientales
Otro de los motivos por los que el Gobierno dice querer cerrar la estación de esquí de Navacerrada es por causas medioambientales. Este es uno de los motivos que la estación menos entiende. Afirman que los remontes, las torres de luz y las pistas no corresponden a un entorno natural como el Puerto de Navacerrada. La propia estación y los remontes están mimetizados con el entorno, incluso estaban antes de que existiera el Parque Nacional, y alegan que, si hubiera algo que perjudica al medio ambiente de la zona, eso sería la M-601 (o CL-601 al otro lado de la sierra).
Esta carretera sin peaje cruza por el Puerto de Navacerrada y permite a los coches evitar el peaje de la AP-6 a la altura de Guadarrama. La comarcal, alegan, no forma parte de un entorno natural como ese. Entorno que dicen, se encargan ellos de mantener limpio, y que, de no ser por ellos, miles de personas acudirían igualmente al puerto y nadie se encargaría de mantener la zona limpia. Además, según indican desde la estación, los guardias forestales no aparecen nunca, y son ellos los que tendrían que concienciar a la gente sobre cómo mantener la zona en buen estado.
Estación de esquí de Navacerrada
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Como se puede observar desde fuera, el cierre de la estación ha levantado, de nuevo, una gran polémica entre todas las administraciones. Muchos de los motivos carecen de sentido y sorprende ver la facilidad con la que se quiere poner fin a la actividad de una estación, que lleva tanto tiempo funcionando y que da trabajo a tanta gente.