El Gobierno responde y vuelve a acusar a la estación de Navacerrada de una «ocupación ilegal»

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha recordado este lunes que el Ministerio trabaja en «dos medidas», la vía judicial y el posible reintegro posesorio de los terrenos, ante la reapertura de las pistas de la estación de esquí de Navacerrada ubicadas en territorio de Castilla y León, lo que considera una ocupación «sin título y por lo tanto, ilegal».

Así lo ha señalado Ribera este lunes en declaraciones a los medios de comunicación en Valladolid, donde ha presidido la firma de la adhesión de los ayuntamientos de Valladolid, Zaragoza, Soria y Vitoria-Gasteiz a la iniciativa europea Ciudades Climáticamente Neutrales 2030.

«Lo que observamos es una ocupación sin título y por lo tanto, ilegal», ha señalado la vicepresidenta Ribera ante la reapertura este lunes de las tres pistas del Puerto de Navacerrada, ante lo cual ha explicado que los agentes medioambientales han acudido allí para «tomar nota» y advertir a quienes hacían uso de las instalaciones que «no tenían título para ocuparlas ni hacer uso».

Ribera ha señalado que ante esta reapertura, por un lado está la vía judicial en la que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León denegó la adopción de medidas cautelares sin «prejuzgar el fondo», si debe ser una competencia de la Junta de Castilla y León o del organismo autónomo del Gobierno Parques Nacionales.

Pero ha matizado que se trata de una «situación peculiar» ya que el propietario de la finca, al ser una Administración pública puede aplicar los «privilegios de autotutela» y activar una acción de «reintegro posesorio» de los terrenos que ocupa la estación de esquí en la provincia de Segovia.

En cualquier caso, Ribera ha reiterado que «no tenía sentido» sacar a concurso de nuevo la concesión y ha recordado que, aunque en estos días la estación haya podido reabrir las pistas porque ha caído nieve, en los últimos años se ha visto como este elemento es más escaso y se hacen más «importantes» los cañones de nieve artificial, que requieren una notable cantidad de agua para su funcionamiento.

Por ello, se inclinan por «cerrar este capítulo» y recuperar el espacio natural para todos los españoles, en el que, ha matizado, se puede «hacer esquí de fondo como se ha hecho tradicionalmente».

«Las cosas cambian y un espacio como el Puerto de Navacerrada, que está en el corazón de la Sierra del Guadarrama pueda ser de disfrute de todos y no de disfrute exclusivo y complicado, porque las cuentas no deben salir muy bien, del concesionario que ha explotado la instalación durante los últimos 25 años», ha concluido.

Respuesta de la Comunidad de Madrid

Según fuentes de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, la Comunidad de Madrid mantiene su postura contraria al cierre de la estación de esquí. «Tenemos una gran preocupación por ese empecinamiento del Gobierno y creemos que es una actividad que en todos los puntos de vista es interesante y debe mantenerse», indican.

Hay una «gran inquietud», en primer lugar por motivos económicos. El esquí supone un motor económico para la zona, especialmente para las localidades de Navacerrada y Cercedilla, que cuentan con negocios de alojamiento, restaurantes y alquiler de esquí, entre otros. El que no haya actividad de esquí en Navacerrada, podría afectar a 300 empleos directos y más de 5.000 indirectos. Se está poniendo en riesgo la economía de la zona, y pone en peligro la recuperación del sector turístico de la zona de Guadarrama. 

Además, se añade el componente deportivo, la apuesta de la Comunidad por los hábitos saludables y la importancia que tiene el esquí en la región. «No sólo entrenan cientos de esquiadores federados, sino que también se celebran competiciones autonómicas». Sumado a los miles de aficionados que suben al Puerto de Navacerrada a esquiar, el perjuicio a la práctica del deporte sería muy grande.

Asimismo, cada temporada, 5.000 niños de centros escolares de la Comunidad de Madrid, aprenden a esquiar en programas conjuntos con la Federación Madrileña de Deportes de Invierno. El cierre supondría un varapalo muy duro para ellos, ya que el aprendizaje y la práctica del esquí, sumado al acercamiento a la naturaleza y los valores que desarrollan, se verían gravemente perjudicados.

Desde la Consejería, defienden el valor histórico de la estación. Cuando se puso en marcha la actividad del esquí, supuso la popularización del esquí en la Comunidad, convirtiéndose además en un deporte «cercano y accesible para mucha gente que no podía desplazarse a los Pirineos, Sierra Nevada...» Además, «son cincuenta años de historia que se pueden perder y retrocedería a la región cincuenta años atrás».