El Casino de Madrid: el patrimonio de una sociedad inquieta

El patrimonio arquitectónico del Casino de Madrid es evidente y atractivo. Un edificio que ha parado sus relojes y se mantiene intacto en el tiempo, congelado en 1910, con esa grandeza y elegancia que lo caracteriza. Pero es el patrimonio inmaterial de esta institución lo que hace que posea el prestigio que hoy celebran sus socios con la cabeza alta.

Paseando por sus salones cuesta no imaginarse las grandes tertulias que han escuchado esas paredes y la historia que albergan sus decenas de esculturas y cuadros. Son trece las tertulias que dan vida al Casino de Madrid, entre las que destacan la Tertulia Taurina, la Histórica, la Económica, la Literaria, la Enológica o, por ejemplo, la Tertulia de la Generación del 78, en la que los jóvenes se reúnen a compartir sus inquietudes políticas, económicas o culturales; o la Tertulia de las Señoras del Té, donde las socias disfrutan cada primer lunes de mes de una amena jornada al más puro estilo inglés.

«Tenemos tertulias literarias en donde se intenta traer a los mejores escritores porque los socios se involucran en todo este mundo y se retroalimenta un ambiente muy agradable de convivencia» explica a El Debate Alfredo Alvar, presidente del Casino de Madrid. El presidente echa en falta tertulias científicas, todavía inexistentes en la institución: «Me interesa mucho incorporar lo que vulgarmente se conocen como ciencias exactas y ciencias de la naturaleza o biosanitarias al mundo de las tertulias en el Casino. Y lo vamos a hacer».

La joya de la corona del Casino de Madrid es su biblioteca, albergando grandes obras del modernismo español y ediciones de finales del siglo XIX hasta la actualidad. Todas estas obras se han ido adquiriendo con el tiempo, gastando los presupuestos en cultura, en literatura: «El Casino ha sido una institución cultural de vanguardia en Madrid y sus socios han tenido una sensibilidad cultural como pocos grupos sociales en España. Gastaron presupuesto en comprar libros, que es como se hacen las bibliotecas: con gente que les gustan los libros y los compran».

El diamante en bruto y el gran desconocido del Casino es su riquísimo archivo histórico. Este archivo arranca con documentación del siglo XVI hasta el siglo XIX, con pergaminos que contienen firmas de Felipe III o Felipe IV. Las fichas (todavía de cartón) son una muestra más de la resistencia al paso del tiempo del Casino de Madrid, sin quedarse estancado en el pasado: «Lo tradicional ha sido sustituido conforme ha habido la traslación de las fichas de cartón a las fichas digitales, se han destruido las fichas de cartón. Y, sin embargo, aquí se ha tenido la feliz idea de conservar las fichas de cartón y se han continuado. Además, se ha digitalizado la biblioteca y verdaderamente es una auténtica joya bibliográfica» explica Alvar.

Una corrida de toros es una tensión brutal entre la vida y la muerte. Yo comprendo que a la sociedad actual se le haya ocultado la muerte porque es desagradable, ¿verdad?Alfredo Alvar, presidente del Casino de Madrid

El arte de la tauromaquia es uno de los temas más brillantes y candentes del Casino. La decimonónica institución es la sede de los premios más importantes del mundo taurino. Alfredo Alvar defiende encarecidamente el mundo del toreo y sentencia que el problema hoy en día de la sociedad es que no se quiere enfrentar cara a cara con la muerte: «Quién asiste a una corrida de toros no va a disfrutar con la tortura ni con la sangre. No. Es una tensión brutal entre la vida y la muerte. Yo comprendo que a la sociedad actual se le haya ocultado la muerte porque es desagradable, ¿verdad? Aquí solo hay una verdad: que la muerte afecta a todos los seres vivos».

Las musas corretean por el Casino de Madrid y se hacen especialmente presentes en la sala de lectura, con sillones que abrazan y libros que enganchan. Es una biblioteca atractiva, estética y silenciosa, generando una gran concentración. Pero no todo es leer y debatir, sino que el deporte también está presente en esta institución: «Los jugadores de golf del Casino de Madrid son una minoría muy interesante y muy intensa. Entonces, desde esta Presidencia lo que queremos es calmar los desajustes que ha habido en la práctica del golf y apoyarlos en todo lo que ellos quieran. Existe, parece ser, una modalidad de práctica del deporte del golf, que es la de los clubes de golf sin campo. Parece ser que eso existe y yo lo celebro mucho, que creo que es lo que la mayoría de los practicantes del golf de esta institución quieren», explica el presidente de la institución.

En palabras de Alvar, «el Casino de Madrid es lo que mejor representa a la sociedad inquieta de Madrid; es la grandeza de España concentrada en este edificio».