El equipo de Bolaños conocía desde hace varios días el protocolo que se seguiría durante el acto del 2 de mayo

«Vino a provocar, a reventar el evento y crear mal ambiente».». Así calificaba Isabel Díaz Ayuso la actitud de Félix Bolaños en el acto institucional del 2 de mayo. Un acto donde el ministro de Presidencia «daba por sentado que iba a presidir el acto». Como se ha venido informando desde las últimas fechas, el ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso cursó invitación a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, por ser la ministra que mantiene relación con las comunidades autónomas. Sin embargo, Rodríguez, pese a tener una invitación nominativa, delegó su asistencia en Bolaños. Algo con lo que en Sol se quedaron perplejos.

También acudió Margarita Robles a quien también se invitó y a quien acompañó Bolaños como acompañante, no como invitado.

Una autoinvitación con exigencias, , según ha podido saber El Debate, una vez que Isabel Rodríguez «delegó en Bolaños», desde el ministerio de Presidencia enviaron un mail en el que exigían conocer «la escaleta del acto institucional, así como el seating de la fila donde se ubicará al ministro».

Un mail que fue respondido días antes del acto institucional y donde se volvió a recordar que Bolaños no estaba invitado al acto. Se le colocó en primera fila, por su condición de acompañante de la Margarita Robles, junto al Delegado del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre.

Se le informó del lugar que ocuparía en el acto, pero nunca se dijo nada del lugar que ocuparía en la tribuna de autoridades en el desfile cívico-militar porque Félix Bolaños no era uno de los invitados al acto y por tanto no podía ocupar un lugar allí. Margarita Robles, invitada al acto y ministra de Defensa fue la encargada de representar al Gobierno.