Patrimonio Nacional abre dos nuevas entradas a los jardines del Campo del Moro
Se amplía la zona visitable de este histórico lugar que ahora incluye los paseos de Felipe II y Felipe V
Patrimonio Nacional ha abierto dos nuevos accesos para entrar a los jardines del Campo del Moro, junto al Palacio Real de Madrid. Los visitantes podrán acceder al espacio por la Cuesta de San Vicente y la Cuesta de la Vega.
Esta actuación, según señala Patrimonio Nacional, estaba contemplada en el convenio de colaboración entre Patrimonio Nacional y el Ayuntamiento de Madrid para impulsar el conjunto histórico del Palacio Real.
Los dos nuevos accesos, más próximos al centro de la ciudad, permiten una conexión más directa a la Galería de las Colecciones Reales desde Plaza de España y los jardines de las Vistillas.
Con ello se amplía la zona visitable del Campo del Moro, que ahora incluye los paseos de Felipe II y Felipe V -en el interior de los jardines-, y además permite disfrutar de la visión de los jardines desde la Fuente de los Tritones, ubicada justo debajo de la fachada oeste del Palacio Real.
Para abrir la nueva puerta de la Cuesta de San Vicente se ha instalado una puerta de cerrajería acorde con el cerramiento del jardín.
Junto a la entrada por la Cuesta de la Vega se ha situado el control de seguridad para acceder a la Galería de las Colecciones Reales desde Campo del Moro. Estos dos accesos se añaden a la entrada habitual a los jardines, localizada en el Paseo de la Virgen del Puerto.
Histórico lugar
Este jardín histórico, cuya creación se debe a Felipe II, es uno de los rincones escondidos más especiales de Madrid. Situados en un eje verde, con más de 20 hectáreas, junto a Madrid Río, fueron declarados Monumento Histórico Artístico en 1931. Su nombre hace referencia a un episodio histórico sucedido en 1109.
Cuando el caudillo musulmán Alí Ben Yusuf intentó reconquistar Madrid tras la muerte del rey Alfonso VI, atacando el alcázar desde la ladera próxima al río. Sus tropas y él parece ser que acamparon en el lugar que hoy ocupan los jardines.
En el siglo XVI, el Rey Felipe II compró los terrenos colindantes al Alcázar, convirtiéndose en la zona de ocio de la Corte en Madrid. Tras el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, este terreno pierde protagonismo en favor de otras zonas cercanas a Palacio.
En el reinado de Isabel II fue cuando se acometió la construcción de los Jardines por parte de Narciso Pascual y Colomer (1844), del que permanece el trazado de las principales avenidas rectilíneas, y las dos fuentes que se alinean en el eje central: la de las Conchas, obra de Felipe de Castro y Manuel Álvarez (1775).
Los terrenos del Campo del Moro no fueron ajardinados antes ante la imposibilidad de conectarlos con el Palacio Real, situado a mucha mayor altura. Esta posición elevada se aprovechó para crear una de las mejores perspectivas madrileñas, la del Palacio Real detrás de un gran tapiz verde jalonado por fuentes monumentales dentro de un amplio y sombrío jardín romántico.