La izquierda madrileña pide cerrar Valdemingómez y el Gobierno pregunta dónde colocarían los vertederos
El PSOE pide implantar redes de compostaje comunitario porque es «un factor clave para la transición ecológica de los residuos de la ciudad»
El cierre de la planta de compostaje de Valdemingómez es uno de los puntos en común entre Más Madrid y PSOE con los que se enfrentan a la Estrategia de Gestión de Residuos 2030 que el Ayuntamiento de Madrid aprobó a finales de julio. La izquierda madrileña coincide en que es necesario clausurar este lugar para avanzar hacia un modelo más sostenible. En lo que difieren es en las fechas para ejecutar esta medida.
Rita Maestre (Más Madrid) pide que eche el cierre en 2027, mientras que Reyes Maroto (PSOE) subraya que la fecha ideal es el 31 de diciembre de 2025. Ambas formaciones arremeten contra el vertedero, pese a que durante el Gobierno de Manuela Carmena se dictaminase que era «imposible» su clausura.
Además de esta iniciativa, la izquierda coincide en implantar redes de compostaje comunitario, ya que consideran que sería «un factor clave para la transición ecológica de los residuos de la ciudad».
En este sentido, explican que se generaría «un circuito de economía circular en torno a la recogida de materia orgánica». También son partidarios de la búsqueda de incentivos fiscales para que las comunidades de vecinos mejoren su reciclaje.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez–Almeida, ha pedido a ambas dirigentes saber «dónde colocarían los vertederos». Así, ha reprochado que para la izquierda sea «muy fácil» dar el titular de que van a cerrar Valdemingómez en 2025 o 2027, pero deben decir «dónde colocan los vertederos».
Cantones de limpieza
Por otro lado, desde filas socialistas apuntan que se impida la construcción de cantones de limpieza para crear canales de participación a través de las Juntas de Distrito y, de esta manera, que todos los actores afectados puedan verse implicados en el proceso.
Desde el Gobierno municipal han expresado que el PSOE «pretende cerrar los ojos a la realidad que hay en la ciudad de Madrid». Además, defienden que el «incremento sustancial del personal de limpieza hace necesario que se levanten en la capital más infraestructuras de este tipo».
Reyes Maroto propone que se cree el Observatorio del Residuo Cero, un órgano de carácter consultivo y participativo encargado de llevar a cabo «funciones de seguimiento, asesoramiento, coordinación y control sobre las basuras».
Medidas para reducir malos olores
El Ayuntamiento de Madrid lanzaba en junio de este año un plan para la desodorización de Valdemingómez. En esta línea se aprobaba un gasto de 6,5 millones de euros para poner en marcha nuevas medidas que permitiesen reducir los malos olores en la planta.
El Ejecutivo ha intervenido en los fosos en los que se reciben los residuos y en las naves de pretratamiento y compostaje. También ha aplicado el sistema de extracción de olores gracias a un nuevo biofiltro y ha reacondicionado los cuatro existentes.
La zona de admisión de descarga de los camiones cuenta con este sistema pionero. El objetivo es permitir que accedan los vehículos con brazo elevador hidráulico. A estas medidas se le sumaron la implantación de una nave para la caracterización de los residuos.
Las balsas de almacenamiento de los lixiviados han sido otra de las instalaciones en las que el Ayuntamiento de Madrid ha realizado modificaciones, ya que es uno de los focos principales de los malos olores.
Aprovechando la remodelación, se incorporaron 26 puertas automáticas en las naves de compostaje y la de afino. Veinte de ellas están colocadas en los fosos de recepción, dos en la de compostaje y cuatro en la de metalurgia.