La Comunidad de Madrid inspeccionó la residencia del incendio de Aravaca en abril y en agosto de 2023

La Comunidad de Madrid realizó sendas inspecciones en abril y agosto de 2023 en la residencia de mayores de Aravaca en la que han fallecido tres ancianas como consecuencia de un incendio que se originó el pasado domingo, presuntamente, por la explosión de un cargador en mal estado.

Fuentes del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso han informado que ambos reconocimientos culminaron de forma satisfactoria. «Constan los certificados de que las instalaciones estaban conforme a la legislación antiincendios», han apuntado desde la Puerta del Sol, después de que la portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, Pilar Alegría, haya acusado a la presidenta madrileña de «abandono, errores continuos y falta de empatía» en su gestión de las residencias de la Comunidad de Madrid.

Unas declaraciones que desde el Gobierno autonómico han tachado de «brutales» y han criticado al Ejecutivo central por «atribuir a Ayuso responsabilidades que no son suyas».

Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este martes, ha recordado que la Residencia Juan XXIII de Aravaca en la que tuvo lugar el incendio es concertado. «Es una residencia que tiene concertadas las plazas con la comunidad autónoma de la señora Ayuso y, viendo lo que ha sucedido, espero y deseo que se abra una investigación y que llegue hasta las últimas consecuencias», ha afirmado la portavoz antes de opinar que «el patrón es siempre el mismo, el de abandono, errores continuos, mala gestión y una dolorosa falta de empatía».

Unas afirmaciones que fuentes del entorno de la presidenta regional han calificado como «absurdas». «Culpar a la presidenta de 'abandono' es absurdo. Es como culparla de que haya un incendio en un restaurante», han señalado, antes de recordar que la investigación por parte de la Policía Nacional ya está en marcha y sus conclusiones se entregarán a un juez.

La propia presidenta ha aseverado que las palabras de Alegría culpando al Gobierno madrileño «hasta de los accidentes» no tienen sentido.

Para Ayuso se trata de algo «insólito» y ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de estar «echado al monte». «Son inhumanos y excéntricos», ha sentenciado antes de recordar que, por supuesto, hay una investigación abierta de la Policía Nacional para esclarecer lo sucedido.

El incendio

El incendio en la residencia Juan XXIII de Aravaca se originó antes de las siete de la mañana el pasado domingo. Según apuntan las primeras pesquisas, el detonante podría haber sido la explosión de un cargador en mal estado en la primera planta de la residencia en la que vivían 38 ancianos.

Dos mujeres fallecieron el mismo domingo y una tercera lo hizo el lunes después de haber sido trasladada en estado crítico al Hospital de La Paz. Además, hubo dieciséis heridos.

La presidenta madrileña dio sus condolencias a los familiares de los fallecidos a través de sus redes sociales y aseguró que el Gobierno regional está a su disposición para todo lo que necesitaran.

Además, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también expresó su solidaridad con las víctimas y, en señal de duelo, no acudió a la celebración de la mascletà que tuvo lugar el domingo en el Puente del Rey de Madrid. Introduzca texto aquí

Acusaciones de la izquierda

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha exigido que se hagan públicos todos los informes de la residencia de Aravaca y ha pedido «explicaciones públicas de la delegada de Seguridad, Inma Sanz, y del concejal-residente del distrito, Borja Fanjul, y que la Comunidad de Madrid rinda cuentas sobre lo que es una responsabilidad directa de su Gobierno».

Maestre ha recordado en un comunicado que ayer la consejera de Familias, Ana Dávila, «afirmó que la residencia cumplía con todos los protocolos de seguridad y que había pasado las dos inspecciones que se hicieron allí en abril y en agosto, pero hoy, sólo dos días después se conoce el atestado de la Policía con los testimonios de la Policía Municipal que llegó al incendio cuando se estaba produciendo« con «datos escalofriantes».

«Las salidas de emergencia estaban bloqueadas. Dos de las residentes compartían una sola cama individual. No había luces de emergencia en ninguna de las estancias. El pulsador de incendios no emitía señales, ni acústicas ni luminosas. Tampoco funcionaba la boca de incendios», ha enumerado sobre la residencia concertada Juan XXIII.