Madrid
Policías nacionales desmienten a Puente sobre el carterista que quiso disparar a un agente en el Metro
Sindicatos policiales piden a Marlaska, una vez más, la declaración de profesión de riesgo tras el suceso
«Los metemiedos tienen que mentir para calentar el ambiente» afirmó el ministro de Transportes, Óscar Puente, en referencia a las informaciones sobre el carterista que el pasado día 30, en un forcejeo, arrebató la pistola a un agente de la Policía Nacional que pretendía detenerlo y solo el seguro del arma le salvó de ser asesinado. Hacía referencia al hecho de que el arma no llegara a dispararse por la presencia del seguro.
Sin embargo, una vez más, Óscar Puente, lejos de defender la labor de estos funcionarios de su Gobierno, no ha hecho más que indignar a los agentes de la Policía Nacional y uno de los principales sindicatos, Jupol, le ha tenido que corregir. «Disparó pero afortunadamente NO detonó por tener el seguro manual activado», le corrigieron desde Jupol.
El resto de sindicatos policiales también se mostraron indignados con la actuación del Gobierno tras este suceso. Y vuelcan su enfado en el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que sigue sin reconocer a los policías nacionales y a los guardias civiles como profesión de riesgo. Recuerdan estos sindicatos que solo el seguro salvó al agente de la Policía de una muerte segura.
Responsabilidad de Marlaska
«¿Cuándo se nos va a reconocer lo evidente? Basta ya de discriminaciones respecto a otros cuerpos policiales. Somos profesión de riesgo», defendían desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP).
«Dos tipos a los que compañeros de la Brigada Móvil pillan hurtando teléfonos en el Metro. Forcejeo. Uno le quita el arma a un policía e intenta dispararle tres veces. Y Marlaska sigue negándonos la profesión de riesgo...», se indignan en la Confederación Española de Policía (CEP).
Y quizá el más evidente, el más gráfico, de los mensajes sale de una asociación que no es de policías nacionales sino de guardias civiles. Para la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), «no podemos tolerar que quienes arriesgan su vida en cada servicio no cuenten con las mismas garantías, derechos y reconocimiento que otros profesionales del ámbito de la seguridad pública». Y lo explican mostrando esta comparación con las policías autonómicas.
No hay que olvidar, sin ir más lejos, que apenas unas horas después de este suceso del Metro de Madrid, un agente de la Guardia Civil tuvo que disparar a un joven en la localidad vallisoletana de Cabezón de Pisuerga después de que éste le amenazase con una guadaña.