Diez vinos que son una joya para entrar con buen pie en 2023

Última noche del año, momento de descorchar el mejor vino sin remordimientos de precio. Merece la pena hacer una excepción para una de las cenas más largas en la que se recomienda cambiar de vino en función de los platos para realzarlos. A continuación, diez recomendaciones para satisfacer los paladares más exigentes.

Horcajo se presenta como máximo exponente de la viticultura moderna y detrás de él está José Moro, hijo y nieto de bodegueros, que creció entre viñas en Pesquera. El vino de más alta gama de Cepa 21, 100% tempranillo, destaca en la Ribera del Duero por su elegancia y complejidad, siendo ya un icono y un ejemplo del singular terroir de la bodega. El nombre de este vino procede de la icónica parcela Horcajo, en Castrillo de Duero (Valladolid), que etimológicamente significa «punto de unión de dos montañas». Precio: 80, 90 euros.

Dalmau es el vino más expresivo y contemporáneo de Marqués de Murrieta, con 80% tempranillo, 10% cabernet sauvignon y 10% graciano. Procede del Pago Canajas, 9 hectáreas de viñas centenarias, situadas a 465 metros de altitud, en la parte media-alta de la Finca Ygay de 300 hectáreas en Rioja Alta. Su suelo arcillo ferroso disfruta de una gran presencia de cantos rodados en superficie favoreciendo la óptima maduración de sus uvas. Se limita la producción a no más de 1 kilo por planta y se seleccionan racimos de grano menudo de gran concentración. Precio: 84,95 euros.

Castelo de Medina es una de las bodegas en las que hay que fijarse cuando uno transita por la DO de Rueda. Su vino de más alta gama es un verdejo Prefiloxérico 2020 procedente de cepas centenarias plantadas en pie franco (no injertado) durante el año 1900, en Hornillos de Eresma, Valladolid antes de la llegada de la plaga de la filoxera a la zona. Desde la bodega sostienen que «en un vino de pie franco encontramos la esencia de la variedad en estado puro». Destacan sus aromas complejos de frutas blancas, cítricos, hinojo con un toque mineral, madera muy sutil y bien integrada. Precio: 85 euros.

Malpuesto 2020 es un Rioja icono del proyecto Orben procedente de un viñedo octogenario del que toma su designación, su alta expresividad y elegancia que sólo es posible disfrutar en añadas seleccionadas. Bodegas Orben nace en 2005 de la mano del grupo de bodegas Artevino para recuperar los viñedos viejos de la zona de Villabuena y Laguardia y así poder elaborar vinos muy diferentes y modernos donde la variedad tempranillo exprese toda su potencia y elegancia. Precio: 49, 20 euros.

Pensante Maturana 2017 es uno de los tesoros que esconde bodega Casa Primicia, ubicada en el edificio civil más antiguo de la villa de Laguardia, la capital de Rioja Alavesa. Este vino procede de una vendimia manual selectiva en cajas de 12 kilogramos y tras un delicado despalillado se obtienen las bayas intactas en óptimo estado sanitario y de maduración. Se llenan barricas de 400 litros por gravedad. La fermentación alcohólica se realiza durante un periodo de diez días. Precio: 100 euros.

La Rioja Alta, S. A. es una de las bodegas de Rioja que sigue fiel a un estilo tradicional, presentando al mercado vinos pulidos y afinados. De su producción destaca Gran Reserva 890 de la finca Montecillo en Fuenmayor, elaborado con tempranillo (95%) y mazuelo (2%). Las claves: una climatología muy favorable, un excelente estado vegetativo y sanitario y unos bajos rendimientos de producción con unos racimos de tamaño medio, muy sueltos y con granos pequeños. Precio: 129 euros.

Pago de Negralada 2017, de Abadía Retuerta, es un vino único, la pureza del mejor tempranillo de la finca, con un gran potencial de envejecimiento. Un vino de pago de escasa producción, que destaca por sus aromas de fruta fresca, regaliz y minerales y su boca sedosa y elegante. En las catas de esta añada 2017 se ha mostrado con una excelente madurez que nos envuelve con aromas fragantes de fruta confitada Precio: 65 euros.

Finca Villacreces, en plena Milla de Oro de la Ribera del Duero, lanza la segunda edición de su vino Specimen, fruto del proyecto que se fraguó a fuego lento y que comenzó en el 2020 con el vino Specimen Nº 1. La bodega ha elaborado este nuevo CVC (coupage de varias cosechas) con las mejores uvas de tinto fino (78%) y de cabernet sauvignon (22%) de las cosechas 2015, 2016 y 2017. Para su crianza se han utilizado diferentes continentes, desde el acero inoxidable a fudres de roble francés de 1200 litros. Specimen Nº 2 procede de viñedos de más de 40 años y según comenta Lalo Antón, gerente de Finca Villacreces, «hemos ido dándole a cada añada lo que necesitaba, escuchándola para que, cuando estuviera lista, mezclarla con las otras dos y crear algo que no tiene réplica, un vino complejo y con mucho recorrido por delante». Precio: 65 euros.

La bodega Marqués de Riscal elabora un maravilloso blanco, de las zonas de Aldeanueva del Codonal y Aldehuela, en Segovia, bautizado como Barón de Chirel Verdejo y que no siempre recibe la atención que merece, eclipsado por sus tintos. Un vino que se deja querer por su meticulosa atención al detalle durante el periodo vegetativo, como por su posterior vinificación. Está elaborado con viñas muy viejas de más de 100 años, prefiloxéricas. Cuenta también con una crianza sobre lías de 8 meses en fudres de roble austríaco Stockinger. De todo esto surge este vino soberbio, con frescura, energía y densidad, que recibe su nombre en honor a Carlos Hurtado de Amézaga y Zabala, quien modernizó el negocio de la familia durante los años de posguerra. Precio: 46 euros.

Para brindar proponemos un champagne de Reims, de una bodega fundada en 1985 por Alain Thiénot y que hoy dirigen sus hijos Stanislas y Garance. Bodegas Thiénot abarca 30 hectáreas de viñedo propio con cuyas uvas elabora una gama de espumosos de método tradicional amparados por la A. O. C. Champagne. Elegimos el Blanc de Blancs, donde se entrelazan los aromas florales y frutales. El vino vivo y delicado evoluciona en el paladar hacia un final largo que recuerda una sucesión de notas campestres. Precio: 65 euros.