Diez vinos para celebrar el Día de las Instituciones de Cantabria

Cantabria celebra el Día de las Instituciones el próximo 28 de julio, una jornada que conmemora la autonomía y la rica herencia cultural de esta hermosa provincia del norte de España. El 28 de julio de 1778, Bárcena La Puente, hoy Puente San Miguel, fue escenario de un acontecimiento histórico, la aprobación de las Ordenanzas de Cantabria.

Hoy rindo un homenaje a la declaración de este día que se aprobó el 4 de octubre de 1993 y exploro un tesoro que quizás no sea suficientemente apreciado.

La diversidad geográfica de esta provincia se refleja en sus vinos, con claras diferencias entre los producidos en la costa y los de la comarca montañosa de Liébana. La variedad de microclimas y terroirs influencian profundamente los productos que podemos encontrar. En la costa, los viñedos se benefician de la influencia atlántica, con un clima más húmedo y templado que favorece la frescura y acidez de los vinos. En contraste, Liébana, situada en el interior montañoso, disfruta de un clima más continental, con veranos cálidos e inviernos fríos, lo que contribuye a vinos con mayor cuerpo y complejidad.

Si hablamos de los tipos de uva que están presentes en cada una de estas zonas, en el caso de Costa de Cantabria, las variedades blancas predominan, con la Albariño y la Hondarrabi Zuri como las uvas más destacadas. Ahora bien, se producen vinos con Chardonnay, Godello, Riesling y Sauvignon Blanc, para blancos. Y Hondarrabi Beltza, Mencía, Tempranillo y Pinot Noir, para tintos. Estas cepas se adaptan perfectamente al clima atlántico, produciendo vinos frescos, aromáticos y con una acidez vibrante.

En contraste, en la zona de Liébana, las variedades tintas tienen un papel protagonista. Las uvas Mencía y Tempranillo son las reinas de esta comarca, junto a la Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon. Aunque también se cultivan variedades blancas como la Godello y la Palomino junto a la Albariño, la Riesling y la Chardonnay. Los vinos tintos de Liébana son robustos y estructurados, reflejando el carácter montañoso de la región.

A la hora de destacar los vinos esta provincia del norte de España, comienzo por los de la Indicación Geográfica Protegida Costa de Cantabria. Mar de Fondo nace de una combinación de las variedades Riesling, Hondarrabi Zuri, Albariño y Godello. Es un vino que destaca por sus intensos aromas a cítricos y frutas blancas, con una acidez refrescante pronunciada por su crianza sobre lías que le confiere aún mayor intensidad y complejidad que lo hace ideal para maridar con mariscos y pescados frescos.

El otro día también escribía sobre la variedad Albariño y algunos de estos vinos se elaboran con esta misma uva. Es el caso de Viña Mar by Nates de Bodegas Pago Casa del Blanco, pertenece a la IGP Vino de la Tierra de la Costa de Cantabria y está elaborado con la variedad de uva 100% Albariño. Un viñedo donde se practica una viticultura heroica por su pendiente de 18°. Lo abrupto del terreno, la pluviometría, así como el marcado carácter atlántico por su exposición al mar producen uvas de gran singularidad.

En el caso de Bodegas Sel d’Aiz uno de sus vinos de la marca Yenda apuesta por una variedad que llega del centro de Europa, la Riesling. Su 100 % Riesling tiene una producción de unas 4.000 botellas con un color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Destacan los aromas afrutados con brillantes notas cítricas, suaves flores blancas y un toque mineral. En boca es complejo, fresco y largo, con un agradable postgusto.

La recuperación de la cultura ancestral del cultivo de la vid en la costa de Cantabria es la piedra angular de Bodegas Vidular. Su vino Cantábricus se elabora con Treixadura (80%) y Chardonnay (20%), dos variedades que le otorgan al vino un gran frescor. Este vino tiene apuntes balsámicos de eucalipto, hierba fresca, aromas con recuerdos a las frutas tropicales. En boca su entrada es golosa, untuosa, con una buena acidez y un carácter carnoso que conjuga con una personalidad de larga expresión de las que invitan a repetir.

El vino blanco Viña Carmina Godello es un blanco joven criado sobre lías y que se ofrece sin filtrar. Esto hace que se potencien muchos los aromas a hierba fresca y que tenga toques balsámicos. La fruta blanca, tropical y cítrica que destaca en nariz hace que cuando llevamos la copa a la boca no perdamos su lado más goloso y carnoso, con un paso largo. Esta bodega, ubicada en Vargas, se puede considerar una de las últimas creadas en la zona.

Por su parte, el concepto de Liébana parece llevarnos a una raíz latina y su significado sería el de fortaleza. Aunque hay muchas más teorías que hacen referencia a Lívana y la blancura de las nieves de los Picos de Europa. Nos trasladamos a esta zona marcada por la influencia del clima continental, como decía antes. En el caso de la Indicación Geográfica Protegida Tierra de Liébana destaco vinos tintos de gran estructura.

Picos Selección de Bodegas Picos de Cabariezo es un tinto, elaborado con un coupage de las variedades Mencía y Syrah con algunas otras variedades seleccionadas según cada añada, procedentes de viñedos de montaña cultivados y vendimiados de forma manual. Esta propiedad ha abogado por defensa e interés de la zona y ha plantado viñas de nuevo además de comprar la producción a pequeños productores locales, contribuyendo a la recuperación y cuidado de aquellas más viejas que sí han subsistido. Sus vinos son definidos como vinos de autor, únicos, de perfil atlántico y con una clara expresión del terruño.

En el caso del vino Querida Señora María, los viñedos son de los municipios de Tama y Pumareña de las variedades Mencía y Garnacha tintorera principalmente. Esta bodega fue creada en 1986 por iniciativa de una mujer, Carmen Gómez. Muchas de las bodegas de la zona están relacionadas con las destilerías y así nace ORULISA. Es a partir de 2012 cuando se produce un relevo generacional y se hace cargo de la empresa Isabel, economista de profesión, una apasionada del mundo de la viticultura y de los vinos.

El vino Ángel Moreno es un crianza con la variedad Mencía de viñedos de alta montaña, está dentro de esta IGP y es un vino suave en boca, afrutado con una acidez moderada, color cereza ideal para acompañar cocidos, carnes, quesos embutidos. Un vino elaborado por Sierra del Oso, que se ubica en Ojedo a la entrada de Potes.

Una tierra que también cuenta con toda la historia del vino. Las uvas con las que se elabora el Beatum Tinto proceden de viñas de más de 100 años plantadas a 650 metros de altitud sobre suelos de pizarra con arcillas en orientación oeste. La propiedad de Goyo García Viadero está relacionada con una de las regiones productoras más conocidas de España. Lo más curioso de este vino quizás sea el coupage que se realiza entre la Mencía (70%) y la Palomino Fino (30%), una fórmula de elaboración típica de la zona. Es un vino al que le vine muy bien que le dejemos airearse.

En la línea de estas elaboraciones se encuentra el vino Enza producido a través de uvas cultivadas en viñedos de montaña. Las variedades Mencía y Palomino Fino vuelven a ser protagonistas de la producción de Bodegas Cayo, ligados de nuevo al proceso de destilerías. Enza es el resultado de la maceración de vino blanco de uva Palomino en hollejo fresco y fermentado de uva Mencía durante diez días y criado en roble 12 meses.

Este viaje por la enología de las dos principales zonas productoras de Cantabria muestra la riqueza de esta región. Son experiencias distintas y a la vez fascinantes. En el Día de las Instituciones de Cantabria podemos brindar con una copa de unos vinos que, además, debemos de situar en el mapa de la producción en España.

Tiempo de Vinos (https://www.tiempodevinos.com)