El nuevo protocolo global de la alpargata

Es curiosa y tiene su gracia la frase de «cuando la 'etiqueta' se paga con fondos públicos, se trata de protocolo". Y no le falta razón. Pero el protocolo ha sido ligero y discreto en la cumbre de la OTAN de Madrid. Una de las claves de los estilismos ha sido el frecuente uso de las alpargatas de tacón por parte de las primeras damas y otras invitadas, hasta el punto de que se confirma ya como una pieza habitual del guardarropa femenino occidental de origen español.

Aunque la alpargata de esparto tenía su ancestro en forma de sandalia plana con tiras ya en el Antiguo Egipto, su origen, tal y como la conocemos actualmente, es España. Los más antiguos vestigios de la alpargata datan de hace 4000 años y fueron encontrados en un pueblo andaluz de la provincia de Granada. En los últimos siglos se fabricaban especialmente en Madrid -por ser la capital-, Aragón y Cataluña. Ahora La Rioja y Alicante son puntos potentes de fabricación

Sacerdotes, mineros, algunos soldados y principalmente los campesinos, utilizaban este calzado hasta la mitad del siglo XX. En el sur y este de España, por cuestiones de clima, se integraron pronto el vestuario habitual, tanto en su versión plana - para ellos - como con cuña y algo de plataforma para ellas. Los franceses, siempre tan atentos a los buenos inventos de la moda de los vecinos, incluyeron alpargatas en su guardarropa en el siglo XIX, principalmente en la zona de Aquitania, adquiriéndolas con frecuencia en España. Yves Saint Laurent les dio la fama en París en los años 70. Y de París salieron al mundo.

Pero la alpargata nunca ha estado tan de moda como ahora. Ya desde hace tiempo, la Reina Letizia las utiliza en primavera y verano, pero es que Máxima de Holanda y sus tres hijas, suelen elegir alpargatas para su posado veraniego, fotos que a menudo utilizan en sus felicitaciones navideñas. Matilde de Bélgica también se ha unido al carro, y eso que allí llueve mucho, aunque cada vez las piezas están mejor hechas y aguantan ciertas inclemencias. Rania de Jordania, Kate Middleton, Meghan Markle, Beatriz y Eugenia de York, Marie Chantal Miller, sus hermanas, hija y sobrinas y un largo etcétera de miembros de la realeza y aristocracia europeas, han adoptado la alpargata, como un calzado cómodo y favorecedor para muy distintas horas del día.

Las actrices de Hollywood actuales hacen acopio de alpargatas españolas, como hicieron en su día Grace Kelly, Rita Hayworth o Lauren Bacall. Las influencers y modelos abanderan su uso, e incluso en las bodas y ceremonias más vestidas se admite la alpargata con tacón como un impecable código de vestir, especialmente útil para no dejar clavados los tacones de los stilettos en jardines o césped, ni cansarse y verse obligada a cambiar de calzado (como se estaba haciendo en eventos antes de la pandemia).

Pero el hecho de que las alpargatas españolas, ya sean las Vidorreta, las Castañer, o las de Casa Vega, una de las alpargaterías más antiguas del mundo, fundada en 1860 en Madrid, están cruzando las fronteras con su estilo y su calidad, conquistando el mundo «por los pies». Apoyemos la moda española fabricada en España.