Toma su inspiración de la época en la que gobernaron los árabes hace más de 700 años. Su jardín lleno de palmeras, te sumerge en las ‘Mil y una Noches’. No faltan platos como la harira, los tagine, pinchitos, pastela, couscous o breuats. Hay también algunas propuestas con productos locales como el atún rojo de almadraba y la carne de ternera de retinto, especie autóctona de la zona.