El restaurante que le gusta a la Reina Letizia para tomar croquetas y otras direcciones imprescindibles
Este martes 16 de enero se celebra el Día Internacional de La Croqueta, un bocado icónico y suculento de nuestra cultura gastronómica
Aunque se trata de una de las especialidades de nuestra cultura culinaria, la croqueta es de origen francés y su primer registro histórico data de 1817 de manos de Antonin Cáreme, chef de la corte de Luis XIV, quien decidió servir sus exquisitas croquettes à la royale en un banquete para el príncipe regente de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia. Este martes 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta, creado por Cristina Barbero, directora de la agencia de comunicación Ideas Bien Contadas.
Para rendir homenaje a este icónico bocado, hacemos un recorrido por Madrid en busca de las direcciones más sabrosas y comenzamos por el restaurante donde la Reina Letizia ha acudido en más de una ocasión para tomar una ración de croquetas. Se trata de La Gastro de Chema Soler, en el barrio de Malasaña. Las preparan de carabinero, sepia, gamba al ajillo e incluso sabores dulces. Su truco para que queden sabrosas se encuentra en la bechamel, para la que mezcla la leche con el caldo del sabor que se vaya a elaborar.
Otro de los templos de este castizo manjar es Santerra, donde Miguel Carretero prepara unas croquetas de ibérico, muy cremosas y con gran sabor. La clave de su receta es que la croqueta sea muy fundente, pero que no se desparrame. Emplea jamón de primera calidad, una leche que sea bastante grasa, un toque de gelatina y un remate de horno con la croqueta frita, sin grasa y muy crujiente, para mantener la temperatura.
En el restaurante Quinqué, el proyecto personal de Carlos Griffo en Madrid junto al también chef Miguel Ángel García, son especialistas en escabeches y platos sencillos, entre los que destacan por supuesto sus croquetas de jamón con una bechamel muy trabajada. Son finalistas del X Concurso de la Mejor croqueta de Madrid Fusión 2024, que se fallará el 29 de enero.
En Arzábal Retiro, Iván Morales y Álvaro Castellanos, rinden homenaje a las tabernas, en la que la barra es el centro de una experiencia gastronómica de altura. En ella se puede disfrutar de sus croquetas de ibérico con leche de oveja latxa, imprescindibles para los amantes de este plato.
En consonancia con su gastronomía y concepto neocastizo, Casa Felisa se posiciona como el nuevo enclave para disfrutar del aperitivo madrileño los sábados y domingos venerando a su vermut artesanal que se podrá degustar junto con una suculenta variedad de entrantes emblemáticos, diseñados por el chef Antonio del Álamo, como las deliciosas croquetas de jamón ibérico de bellota, que destacan por su especial cremosidad.
Los amantes de lo clásico salivarán en Lhardy, un viaje al pasado y tanto en el restaurante como en la tienda, situada en la planta baja con acceso desde la calle, se puede disfrutar de sus icónicas croquetas de cocido que se encuentran cobijadas en un singular croquetero de plata para conservar la temperatura perfecta y también están disponibles por encargo.
Ubicado en el barrio de las Salesas, Casa Orellana se presenta como un restaurante castizo lleno de raciones, cañas y vermuts, además de una selección cuidada de vinos. La taberna madrileña ofrece, por un lado, un espacio de barra que incita al tapeo y, por otro, un salón donde degustar los platos más populares de la ciudad. Dentro de sus propuesta gastronómica, se encuentran las exquisitas y cremosas croquetas jamón ibérico.
Para los más viajeros
Para los más viajeros que quieran probar nuevas versiones con resultados muy originales, hay que apuntar MamaQuilla, un restaurante que homenajea a la cocina de Latinoamérica. Sirven unas deliciosas croquetas de camarón y mayonesa de chipotle, con un intenso sabor a marisco que revela la calidad de la materia prima.
En el italiano Baldoria, el chef Ciro Cristiano no solo triunfa con su premiada pizza de calabaza (la mejor de Madrid), sino que también versiona el plato castizo español con unas croquetas de berenjena a la parmigiana. Sin dejar la cocina italiana, en Beata, el nuevo restaurante que elabora la pasta fresca en el momento, preparan una croqueta cacio & tartufo con salsa de trufa de los Abruzos.
En Ikigai, el chef Yong Wu Nagahira propone una korokke con cecina de Wagyu, una croqueta japonesa que originalmente se elabora con patata machacada en sustitución de la clásica bechamel, pero que Yong Wu elabora con un puré Robuchon muy fluido.