La nueva barra japonesa de sushi en Madrid con precios ajustados
Hotaru desembarca en la capital con una propuesta de buena relación calidad precio
Tradición y estética japonesa para ofrecer una experiencia gastronómica que gira en torno a la fusión de sabores de la cocina nipona y los ingredientes de otros países. Notas vanguardistas para caracterizar a cada plato con armonía, precisión y técnica. Frente al Retiro en el número 99 de la calle Alcalá el chef Alejandro Pérez apuesta por un arte culinario contemporáneo, una presentación cool con gran atractivo visual en cada uno de sus platos. Hotaru combina la intimidad de sus mesas interiores con una barra en la que podremos disfrutar de combinaciones variadas de sushis y nigiris mientras contemplamos cómo son preparados en directo.
En la fiebre de los restaurantes japoneses de Madrid, Hotaru desembarca en la capital con una propuesta de buena relación calidad precio con entrantes que ofrecen los tradicionales edamames con trufa, pases atrevidos como los taquitos crispy con atún, salmón, aguacate, aceite de trufa y tobiko. Los langostinos de roca se sirven en un tazón en tempura aderezados con sésamo y ensalada fresca con vinagreta de jengibre dulce. Cuidadas gyozas con fina masa envolviendo dumplings rellenas de carne de costilla, cebollín y sésamo para imprimir matices intensos, hongos y trufa con notas suaves o langostinos con cebollino y salsa ponzu con aceite de sésamo. Pases refrescantes a través de los bowls como el Ryoshi que entremezcla atún, salmón y tobiko (hueva de pez volador) con aguacate, pepino, zanahoria y soja dulce o notas más cálidas con el bowl Gohan elaborado con arroz de sushi al vapor. Imperdible la concha fina de Málaga que adquiere tonos atrevidos con ponzu picante y limón amarillo, finura y delicadeza para una materia prima que no defrauda y agradará al comensal.
Buen producto y un ambiente chic que te saludará con el tradicional saludo «irasshaimaseeee» para imprimir aún más el espíritu japonés a un restaurante que las noches de los martes ofrece también el espectáculo de un ronqueo del atún para deleite del cliente. Destacados sashimis con un buen corte en el que destacan el Truffle sashimi a base de salmón, pez de limón y akami con trufa y caviar o el Hamachi chile serrano con hamachi (pescado amarillo de notas tiernas y mantecosas) bañado en ponzu-yuzu con finas rodajas de chile serrano y cilantro. Sobre ellos reina con prestancia el sashimi de atún ronqueo que propone un viaje por las cuatro partes del atún, kama toro (parte de la quijada que tiene el mayor marmoleo en todos sus cortes), Chu toro (panza del atún con textura más suave y carnosa), toro (marmoleo más grasoso del atún sumamente suave para proporcionar un corte de intenso sabor) y el akami (extremo superior del atún para un color rojizo con un nivel de grasa magra). Delicioso sashimi que nos permitirá hacer un recorrido por los diferentes matices del atún, ofreciendo una materia prima de gran calidad.
Hotaru significa luciérnaga para representar el simbolismo de un restaurante intimista que por la noche hace que el local brille más con una extensa carta de cócteles para disfrutar sobre la barra contemplando el espectáculo visual de la preparación de los diferentes cortes. Los makis extienden una variada sinfonía con el de aún con aguacate y cebollín, el múltiple Lotus Roll de atún, salmón, lubina, pepino y hoja de soja roja o el Red dragon roll conformado por langostino en tempura con pepino, tobiko rojo y salsa dulce. Las propuestas más vanguardistas nos llegan con el Tartufo roll por dentro con atún, aguacate y pepino, por fuera con atún sellado, trufa y chile serrano o con el Ichikani roll en el interior con langostino empanizado, aguacate y pasta tampico y en la parte que lo recubre con pez limón, aceite de trufa y cebolla frita.
Belleza visual que se proyecta en la decoración japonesa del local y se refleja también en sus temakis como el salmón spicy buena calidad de la materia para acompañarla con tobiko y aguacate y culminar en notas de caviar osetra en un pase que enamora. Destacado el temaki King Crab de cangrejo real, aguacate y hoja de soja con sésamo negro para revestirlo de glamour con trufa negra, wasabi fresco o tesoros de caviar. Buena técnica en la elaboración de estos pases que completan la sinfonía de temakis con variantes de Hotaru con lubina, enoki y notas cálidas a través de su flameado o con el de pez de limón que se adereza con cebollín y soja dulce.
Los pases clásicos de la gastronomía nipona se completan con una gran riqueza en la selección de nigiris para disfrutar de cortes cuidados entre los que destacan el de Chutoro aburi que se flamea con grasa de wagyu, el de vieira en dos temperaturas con mayonesa yuzu, el de anguila para los paladares más atrevidos o el de Ikura con magníficas huevas de salmón.
La parrilla con carbón japonés a través del Robatayaki también adquiere protagonismo en Hotaru, con una propuesta variada que va desde el inolvidable Wagyu A5 de Kagoshima o con la de panceta de cerdo marinado durante cuarenta y ocho horas. Un restaurante que hace brillar las noches de verano para una buena relación calidad precio en torno a sesenta/setenta euros por persona que culminará con esencia de dulzura a través de los mochis de mango, té verde o chocolate con avellanas.