Viajes
¿Cuántas 'Venecias del Norte' hay?
Se les da este sobrenombre por parecerse a la ciudad italiana en sus canales y encanto pintoresco
Ir a Venecia a pasear por sus canales en góndola es uno de los mejores planes que se pueden realizar en Europa. Claro que, no es estrictamente necesario ir a Italia para recorrer los canales. En el continente hay varias ciudades a las que, por su similitud con la capital del Véneto, también se les atribuye el nombre de la Venecia del Norte y que merece la pena incluirlas en nuestro itinerario.
San Petersburgo
Región de zares y antigua capital del país, San Petersburgo es la segunda ciudad más poblada de Rusia. Cuenta en total con más de 60 canales que se construyeron para drenar el terreno y encauzar el caudaloso río Neva y sus afluentes. En invierno se ven completamente congelados y se cruzan a través de los 342 puentes que posee la ciudad. La mayoría de ellos fueron construidos en madera en el siglo XVIII y todos ellos poseen elementos decorativos y artísticos destacados. Destacan especialmente por la noche, cuando se abren todos los puentes levadizos, ofreciendo un espectáculo que mezcla ingeniería, diseño y la arquitectura de las edificaciones más famosas como la iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada o el Palacio de Invierno.
Ámsterdam
La mayor parte del territorio de los Países Bajos se encuentra por debajo del nivel del mar o al nivel de este. Es por eso que, a lo largo del tiempo, Holanda se ha caracterizado por los diques, molinos de viento y canales. La capital no es una excepción y sus canales han sido declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. De hecho, forman un anillo compuesto por 165 que hace un recorrido de 100 kilómetros llamado el Cinturón de canales. Por él se disfrutan los 1281 puentes que atraviesan la ciudad (Venecia tiene menos de 500) y las estrechas, alargadas y desiguales fachadas, creando un paisaje urbano único que se vuelve especialmente disfrutable por la noche, cuando la iluminación se vuelve romántica.
Estocolmo
Como bien dice su canción Estocolmo en mi corazón, la ciudad es una mezcla de lo dulce con lo salado. Mientras colinda por el este con las aguas saladas del mar Báltico, tiene al oeste las dulces del gran lago Mälaren. En medio, la isla de la ciudad vieja, Gamla Stan, casco histórico por excelencia. Pero aparte de esta isla, hay 13 islas más comunicadas por innumerables puentes. Sin apenas rascacielos, el encanto de esta ciudad, más allá de sus nórdicas edificaciones, es que un tercio de la ciudad limita con el mar y el resto, está rodeado de parques y bosques de pinos.
Copenhague
La imagen típica asociada a Copenhague se obtiene desde el antiguo puerto de Nyhavn, un canal al que se accede desde la Plaza Real, por un lado, y por mar, por otro. Quienes en un pasado entrasen a la antigua ciudad de Copenhague, comenzaban su visita viendo las decorada fachadas de colores con los mástiles de las embarcaciones más clásicas. Su segunda postal más típica es la de La sirenita, icono de la ciudad que descansa sobre una roca en el puerto. La escultura fue diseñada por el hijo del fundador de la cerveza Carlsberg con el objetivo de homenajear al escritor de cuentos danés Hans Christian Andersen y a su obra maestra.
Hamburgo
Los ríos y canales de Hamburgo son atravesados por unos 2.500 puentes, lo que la convierte en la ciudad con el mayor número de puentes de Europa. Es, además, el tercer puerto más grande de Europa y está asentado en la unión de los ríos Elba, Alster y Billey. Por si fuera poco, su casco histórico está situada alrededor de los lagos artificiales Binnenalster y Außenalster. Normal, por tanto, que su historia esté ligada al comercio marítimo, algo que ha conservado en la actualidad al convertirse en el primer puerto comercial de Alemania y el tercero de Europa.