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Los escondites preferidos de las estrellas en el Festival de Venecia
Semana grande en la Serenisima. El festival de cine, la Bienal de Arquitectura y la regata histórica coinciden estos días. No se sabe dónde hay más espectáculo si en las pantallas del Lido, en los canales o los mejores hoteles preparados como nunca para recibir a sus estrellas
Lo bueno de estos días en la capital del Véneto es que uno puede sentarse en una terraza y practicar ese entretenido deporte que los ingleses llaman celebrity spotting, que en román paladino vendría a ser «a ver si vemos algún famoso». Cierto que un Martini puede no resultar muy barato en terrazas como la del Gritti, el Cipriani o el Danielli. Ahora bien, ¿qué son 12 euros si la cerveza incluye la posibilidad de tener a tiro de móvil a George Clooney, Tom Cruise, Angelina Jolie o Sofia Coppola?
La fiesta ha empezado y este año es un número redondo. El Festival de Cine de Venecia cumple 80 años, pero los fastos de un aniversario tan redondo no van a brillar como se esperaba, al menos en cuanto al número de rostros conocidos. Muchas de las principales estrellas del séptimo arte han cancelado su asistencia en señal de apoyo a la huelga de guionistas y actores de Hollywood, o bien por acatar las directrices de su propio sindicato, según el caso. Pero la promoción es la promoción y algunos equipos tienen permisos especiales para acudir a la mostra y por ende pisar la alfombra roja, especialmente las producciones independientes y europeas.
En Venecia, la alfombra roja con más chic y personalidad está hecha de líquido elemento. No hay agua con más glamour estos días en el planeta tierra que la que surcan las rivas y los wáter taxi o motoscafi con parejas tan glamurosas como la que forma por George Clooney y Amal. Gafas de sol, melena al viento y ligero aire retro tan dolce vita. Así lo han hecho unas cuentas veces desde que llegaron a principios de semana a la ciudad de los canales, para salir y entrar de su hotel o ir a cenar al restaurante Da Ivo. Curiosamente, la primera vez que fueron fotografiados el otro día fue en una lujosa embarcación de nombre Confusione. Inevitable hacer el nexo con la canción Se Che confusione Sarà perché ti amo, el tema estrella del dúo Ricchi e Poveri, de nuevo de moda.
Ricchi e Poveri. Ricos y pobres. En el hotel Cipriani, donde se aloja los Clooney, digamos que hay más bien ricos. El precio medio para la habitación más barata esta semana de unos 2.200 euros. Los sorprendente es que haya habitaciones disponibles durante la semana grande, hecho solo explicable por las cancelaciones de estrellas motivadas por la huelga en Hollywood. Sea como sea, el Cipriani figura siempre en la agenda preferida de los astros de cine, como George Clooney. De él salió para casarse hace 10 años. Una de las peculiaridades del hotel, perteneciente al grupo Belmond, es su piscina. No hay otra igual en Venecia, construida hace décadas por Giuseppe Cipriani y las riquísimas hermanas Guinness.
Se dice que el perro de Elizabeth Taylor bebía agua de un cuenco de cristal de Murano cuando la visitaban. En el vestíbulo hay una tarjeta de registro de la Princesa Diana y una fotografía firmada por Anne Hathaway con la siguiente dedicatoria: «¡La comida! ¡La cama! Las vistas. Todo perfecto. Mille Grazie». Durante el festival suelen celebrarse fiestas aquí y, de hecho, una vez se vio a Clooney sirviendo copas.
George Clooney creó aquí su propio cóctel –llamado Nina's Passion, en honor a su madre–, que sirvió a su esposa Amal el día de su boda. Una época de especial movimiento para su legendario barman Walter Bolzonella, el preferido de George Clooney, junto al que ha ideado dos nuevos cócteles. Precisamente el actor protagonizó hace un par de años una anécdota impagable. En un baño nocturno tras una de esas fiestas, al parecer Clooney hizo algo de ruido y despertó a una de las clientas del hotel, que se quejó al día siguiente a la dirección. Enterado el actor del incidente decidió ir a pedirle disculpas personalmente. Imposible no imaginar la cara de la huésped cuando apareció el actor a presentar sus excusas.
A John Malkovich se le debió de quedar una expresión también curiosa cuando le fue denegada la entrada al igualmente prestigioso Hotel Danieli por no tener en vigor la documentación sobre vacunación del covid hace algo más de un año. El actor estadounidense tenía previsto quedarse en Venecia para protagonizar la serie de televisión Ripley. Y aunque tenía reservada una de las mejores suites, el hotel aplicó la ley y la productora tuvo que buscar un apartamento.
La terraza del Danieli, en la última planta del edificio, frente al Gran Calán es otro de los «hot spots» para el avistamiento de famosos estos días. Con dos siglos de funcionamiento a sus espaldas, es uno de los más antiguos de Europa y también uno de los más fotográficos. En él se han rodado, entre otros, Moonraker o la más reciente The Tourist, con Angelina Jolie y Johnny Depp disfrutando de Venecia. El mítico Danieli cambiará de manos y será en 2025 un Four Seasons. Pero antes tendrán que cometer una formidable reforma que es muy probable que obligue a cerrarlo.
Otra de las vacas sagradas venecianas con extraordinaria vidilla estos días es el también legendario Gritti Palace. Su terraza en el Gran Canal no es solo una de las mejores situadas, es verdaderamente uno de los mejores sitios para ver y ser visto estos días de festival. Pero también durante la Mostra o en las grandes noches de ópera de La Fenice, dada su proximidad al centenario teatro lírico.
Y también tiene una historia curiosa con un actor famoso y el covid. Porque fue allí, en febrero de 2020, donde todo el equipo de rodaje de Misión Imposible esperó la llegada de Tom Cruise, donde permanecieron encerrados hasta que fueron evacuados dada la situación en Italia.
Un edificio histórico del siglo XV está repleto de antigüedades y anécdotas. Se dice que Ernest Hemingway organizó un partido de beisbol en su espléndido vestíbulo. En él, una de sus asiduas, Peggy Guggenheim, celebró uno de sus cumpleaños más sonados, llevando, por cierto, un maravilloso Delphos salido de las manos de Fortuny. Son días esta semana de fiestas en el Gritti, que nada tienen que envidiar a aquellas. Y aunque tengan el cartel de privado, su espléndida terraza, es un sitio privilegiado para ver entrar y salir a los ilustres invitados que llegan por el gran canal.
También lo hacen de eso modo los que acuden al lujosísimo y exquisito hotel Aman. Una dirección algo más discreta que las anteriores que saltó a la primera plana al ser elegido por los Clooney para la celebración de su boda. Cindy Crawford, Matt Damon, Emily Blunt y Bill Murray fueron sólo algunos de los nombres que acudieron a sus maravillosos salones y jardines. Y aunque tal vez este año haya menos estrellas, los frescos, las escalinatas y las antigüedades de este sensacional hotel palacio merecen una visita. Hasta tienen un sensación mascarón de proa de uno de los barcos que tomaron parte en la batalla de Lepanto.