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Entrevista

Álvaro Ortega (clínica Fertilitas): «El principal problema de la infertilidad es el diagnóstico de origen desconocido»

El director de la clínica Fertilitas y todo su equipo es consciente de que cada vez más parejas tienen más dificultades para concebir, por ello desde 2019 ofrecen una alternativa natural para tratar médicamente el origen de la infertilidad

1,18 hijos. Esta cifra es, según la web de estadística Statista, la tasa de fertilidad en España en 2020, el número medio de descendencia por mujer. Desde el año 2004, este índice presenta una tendencia decreciente. La fertilidad es, cada vez más, un problema de salud a nivel general que afecta a las familias a nivel particular. Álvaro Ortega, director de la clínica Fertilitas y presidente de la Fundación +Vida, afirma que «es necesario tratar la infertilidad como un síntoma y no como una enfermedad».

Fertilitas es un centro especializado en Naprotecnología, un método científico reproductivo practicado por ginecólogos cirujanos formados en Estados Unidos. Su nombre viene de Natural Procreative Technology, y su objetivo es tratar la infertilidad de raíz, de manera personalizada, para después asignar un tratamiento específico. Para Enriqueta Álvarez, madre y paciente de Fertilitas, fue un antes y un después. «Para mi marido y para mi supuso un cambio radical. No solo por la atención personal, sino porque se ve cómo ellos creen de verdad en lo que hacen, con todo el respaldo médico que tienen detrás».

En esta entrevista para El Debate, abordamos con Álvaro Ortega qué es Fertilitas, en qué consiste la Naprotecnología, cómo se trata la infertilidad, qué es el método Creighton, cuáles son sus próximos objetivos y cuál su posición con respecto al derecho a la vida.

Álvaro Ortega

Álvaro OrtegaPaula Argüelles

-¿Cómo y cuándo surge Fertilitas?

–Fertilitas surge en el año 2019, cuando un grupo de personas conocemos la Naprotecnología, un procedimiento médico desarrollado en EE.UU., que consiste en identificar cuáles son las causas subyacentes de la infertilidad. Nosotros éramos muy conscientes del problema que sufre nuestro país en el ámbito de la fertilidad. Cada vez son más las parejas que tienen problemas a la hora de concebir y cómo se está abordando actualmente desde la medicina y desde la ginecología a través de técnicas artificiales que lo que hacen es saltar por encima del problema. Cuando conocimos esta alternativa, sin duda no dudamos un segundo en impulsarlo en España y ofrecer esta alternativa.

-¿Cuál es la gran diferencia de Fertilitas con respecto a otro tipo de clínicas que, como ha dicho, tratan la infertilidad saltándose por encima todos los medios naturales?

–Hay dos maneras de abordar la infertilidad. Uno yendo a la raíz del problema, porque lo que subyace a la infertilidad es un problema de salud, o dos saltándolo por encima. El principal problema de la infertilidad es el diagnóstico de origen desconocido, es decir, el no saber por qué no se está quedando la mujer embarazada o tener patologías que de alguna manera no se están tratando de una manera adecuada. Puedo referirme a los ovarios poliquísticos, por ejemplo. Es muy común tratarlos a través de píldora cuando se puede hacer un tratamiento hormonal sustitutivo, hacer un estudio de la evolución del ciclo y poder ver con exactitud un tratamiento a la medida y más ajustado.

-La clave estaría entonces en tratar la infertilidad como una causa y no como un problema, ¿no?

–Es el quid de la cuestión: ver a la infertilidad como un síntoma y no como una enfermedad. Eso te posibilita hacer un estudio y un diagnóstico muy exhaustivo. La Naprotecnología estudia tanto al hombre como a la mujer. Ella se tiene que hacer un estudio muy profundo acerca de la evolución de su ciclo menstrual para poder identificar dónde están las alteraciones y qué irregularidades se están produciendo y a partir de ahí realizar pruebas en días concretos y dirigidos para ver con exactitud qué está pasando y tratarlo médicamente. Y en el caso del varón es mucho más sencillo, pero no nos vamos a quedar en una oligospermia, en una astenoterazoospermia, en una zoospermia, que son palabras que pueden sonar muy rimbombantes, pero lo único que nos están diciendo es que hay un bajo recuento de esperma, que hay una baja movilidad, que hay un problema de morfología; y ante ello lo que hay que hacer es identificar la causa. Puede ser de origen clínico o de origen de patología orgánica. Por ello, se tiene que hacer unos análisis completos, una ecografía escrotal, prostática, en fin, ir a la raíz del problema para tratarlo.

-Y una vez se ha diagnosticado la causa, ¿cómo se trata?

–Se trata médicamente. Tiene un tratamiento quirúrgico muy importante, sobre todo para patologías orgánicas, tipo endometriosis, adherencias pélvicas, incluso también para el ovario poliquístico. La cirugía en la Naprotecnología es muy exhaustiva. Lo que hace es limpiar la patología de entrada, hacer una reconstrucción plástica de los órganos pélvicos dañados y realizar toda una serie de técnicas antiadherentes para dejarlo todo muy bien suturado. Está dando muy buenos resultados, sobre todo, porque la endometriosis a día de hoy, según estamos viendo, es una pandemia dentro de lo que es la infertilidad. Cada vez nos encontramos más mujeres con esta patología que puede dar la cara, es decir, verlo en pruebas de imagen, en ecografías o en una resonancia magnética. O puede estar oculta y hay que verla a través de una laparoscopia diagnóstica.

Los matrimonios en muchos casos nos dicen que se han sentido en otros sitios tratadas como un númeroÁlvaro Ortega

-¿Cuál es su dato de éxito? ¿Cuántas familias han pasado por aquí desde 2019 y han conseguido quedarse embarazadas?

–Para nosotros, el principal factor de éxito es el acompañamiento y es el diagnóstico. Y ahí tenemos un 100 % de eficacia. Los matrimonios en muchos casos nos dicen que se han sentido en otros sitios tratadas como un número, esto causa una ansiedad muy profunda en el matrimonio. Fertilitas tiene un factor humano muy importante, en el cual se acompaña a la persona, se le escucha, se le trata con cariño. Hasta el momento han pasado centenares de matrimonios por Fertilitas. No hemos encontrado ninguno en el que no hayamos llegado a conocer alguna de las causas de la infertilidad. Y en cuanto a embarazos, ya hemos alcanzado más de 150 embarazos y para nosotros es una satisfacción enorme. Todavía es pronto. Fertilitas empezó a prestar servicios en 2019. El Instituto Pablo VI de Estados Unidos, que es de donde viene la Naprotecnología, pide medir las tasas de eficacia habiendo completado un proceso de al menos 24 meses. No quiere decir que se tarde 24 meses en quedarte embarazada a través de la Naprotecnología. Tenemos casos que se han quedan embarazadas a los cuatri meses, a los seis, a los ocho, a los doce, a los dieciséis. Pero es un proceso en el cual se tiene que estudiar muy bien al matrimonio, se tiene que tratar muy bien. Hay veces que tardas más en llegar a la causa o tardas más en tratar de una manera eficaz la causa. Por tanto, estamos hablando de que todavía es pronto y estamos precisamente trabajando en estudios de investigación que nos permita publicar esta literatura científica

La eficacia de la Naprotecnología

Este método científico no es comparable con las técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro, en la que se emplean procedimientos estandarizados para todos los casos. 
Ortega explica que lo más riguroso desde el punto de vista científico es medir la eficacia de la Naprotecnología por patologías. Desde Fertilitas, se encuentran todavía trabajando en investigación científica para poder publicar datos de eficacia de la Naprotecnología en España. 
En Irlanda, la eficacia media es del 52, 8 %, según el estudio del doctor J. B. Stanford. Sin embargo, en Estados Unidos, este porcentaje aumenta significativamente, y por ejemplo, en casos de ovarios poliquísticos, la Naprotecnología tiene una eficacia de entre el 60-80 % frente a la fecundación in vitro, con una eficacia del 25,6 %. En endometriosis del 56,7-76,4 %, según la investigación del Instituto Pablo VI para el  Estudio de la Reproducción Humana. 
Tabla de porcentajes de eficacia de la Naprotecnología por patologías en Irlanda, elaborada por J. B. Stanford, T. A. Parnell y P. C. Boyle, de la Universidad de Utah

Tabla de porcentajes de eficacia de la Naprotecnología por patologías en Irlanda, elaborada por J. B. Stanford, T. A. Parnell y P. C. Boyle, de la Universidad de UtahJ Am Board Fam Med

-¿En qué posición se encuentra Fertilitas con respecto al derecho a la vida?

–Al fin y al cabo, Fertilitas está para ayudar a ser madre a la mujer que se encuentra con problemas. Es el inicio de la vida humana. Es lo más preciado, lo más bonito. Y ahí nosotros estamos en primera línea, ayudando a la mujer en ese aspecto. Facilitando llegar, como bien venimos comentando, al diagnóstico, al origen de los problemas de fertilidad y también evitando que la mujer tenga que verse sometida a otra serie de técnicas en el que puedan quedarse vidas humanas por el camino. Las técnicas artificiales al fin y al cabo lo que hacen es generar varios embriones, implantar algunos de ellos, muchos se quedan por el camino, mueren y demás. Esto con la Naprotecnología no ocurre.

-Y eso, al final, para las familias puede suponer también un problema ético.

–Un problema ético muy importante, pero también un problema médico. Cada vez más estamos viendo hay una serie de consecuencias, tanto para la mujer que se somete a las técnicas artificiales como para el niño concebido. En el caso de la mujer se están viendo muchos casos en los que se van desarrollando a lo largo del tiempo distintas patologías o tienen mayores riesgos a padecerlas. Conocemos algunos casos de mujeres que tienen su salud destrozada a causa de las de las técnicas artificiales. Según distintos estudios que están empezando a arrojar algo de luz sobre esto, los niños concebidos por fecundación in vitro tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades congénitas, enfermedades cardíacas, pulmonares, tumores y demás. No ocurre evidentemente en todas las personas, pero el riesgo se eleva exponencialmente al estar concebidos a través de estas técnicas.

-¿De qué manera la Iglesia es consciente de este proyecto y cómo lo está apoyando?

–La Naprotecnología surge de una inspiración del doctor Thomas W. Hilgers, que es ginecólogo científico en la Universidad de Creighton, de Estados Unidos. Él es el creador de todo esto. Siendo muy joven, leyó la Humanae Vitae y se sintió inspirado a cómo hacer bien las cosas desde el ámbito de la medicina y de la ciencia, y como persona de ciencia. Esto es un fruto maravilloso de ello. En ese ámbito surge y evidentemente también tiene su respaldo.

La Conferencia Episcopal está al corriente de este tema. Es un tema que evidentemente apoya y la verdad es que nosotros estamos muy agradecidos en ese sentido

La gran mayoría de personas que vienen la pregunta que más se repiten en la cabeza es ¿por qué no me quedé embarazada? ¿Por qué yo no?

-Es por el doctor Hilgers y su universidad, por la que el método que utiliza la Naprotecnología se conoce por el nombre de Creighton.

–La Naprotecnología es el procedimiento médico que se emplea para todo lo que es el diagnóstico y tratamiento. Este procedimiento, esta ciencia, utiliza un registro ginecológico para monitorizar el ciclo y la fertilidad de la mujer que se denomina método Creighton, por la Universidad donde lo hizo el propio doctor Hilgers. Es muy importante también que la Naprotecnología y quien lidere un proceso de estas características sea un ginecólogo cirujano. Se pueden formar médicos de cualquier especialidad, pero al final estamos viendo que esta especialidad de ginecología quirúrgica es la que permite abordar el 100 % de la Naprotecnología, todo su aspecto diagnóstico, terapéutico y también quirúrgico en caso necesario. En Fertilitas todo nuestro equipo médico está compuesto por ginecólogos cirujanos.

-¿Qué opina sobre la intención del Gobierno de aplicar la pena de cárcel para aquellos que defienden la vida ante las clínicas abortistas?

–Creo que la mujer, más la que se ve abocada a un aborto, lo que más necesita es alguien que le tiende una mano, alguien que le pueda ayudar, que le pueda ofrecer ayuda. Hay distintos grupos, hay organizaciones que a lo que se dedican es a socorrer esa voz de auxilio de esas mujeres que tienen que verse abocadas a ello. Y entonces, creo que el Estado y el Gobierno debería centrarse en ofrecer esas ayudas que las mujeres necesitan para que puedan llevar a término su embarazo y puedan tener los medios a su disposición. Porque al final una decisión se puede tomar libremente si tienes los caminos o las opciones a tu alcance, pero si sólo tiene un camino al que puede recurrir, la verdad es que es muy triste y dramático.

Enriqueta, Alejandro y Mateo

El cuerpo de Enriqueta Álvarez no funcionaba bien, y eso es algo que una mujer nota. Acudió a su ginecólogo y esterilidad fue todo lo que le diagnosticaron. La causa: anovulación y amenorrea crónica. En ese momento, este doctor la derivó a fecundación in vitro, a la clínica en la que él mismo trabajaba.
«Era una opción que había descartado, no al elegir tener hijos, sino mucho antes en mi vida. Para mi no era una opción por como yo entiendo al ser humano y la vida en general. Menos todavía después de ver casi como se intenta hacer negocio, algo me decía que eso no era sano». 
Buscando el diagnóstico clínico y el método natural, acudieron a Fertilitas. Allí, Enriqueta y su marido, Alejandro, fueron recibidos por Álvaro Ortega. Lo que esta pareja destaca de la atención recibida es la personalización, el gran detalle y el cariño: «todo lo que intentan hacer, independientemente de conseguir que te quedes embarazada o no». 
«Para mi y para mi marido supuso el cambio de muchísimas cosas. Nuestro matrimonio estaba pasando por un momento muy complicado. Sufrí mucho y me sentía muy sola. Lo normal es ver todo el tema de la fecundación in vitro como un tema que te toca, pero no lo quería así. Tanto mi marido como yo nos sentíamos un poco abandonados».
La doctora Patricia Alonso fue la ginecóloga que los atendió, quien no se conformó con el diagnóstico anterior de Enriqueta. Con el tratamiento, afirma: «no solamente empiezo a ver que funciona mi cuerpo, sino que efectivamente me quedo embarazada». En ese momento, Enriqueta tenía 30 años, y hoy su hijo Mateo tiene 15 meses. 
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-Paula Argüelles

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