Salud y alimentación
España es el cuarto país de Europa con mayor índice de obesidad infantil
El exceso de peso afectaba ya en 2019 a 124 millones de niños y adolescentes en el mundo, un fenómeno que la pandemia ha agravado
«Acumulación anormal o excesiva de grasa causada por un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas». Así define la Organización Mundial de la Salud el sobrepeso y la obesidad. La OMS, desde 1975, señala que esta enfermedad se ha triplicado en todo el mundo. Este fenómeno afecta, con los datos de 2019, a 124 millones de niños de entre 5 y 19 años en todo el mundo.
Según los datos del World Obesity Federation, plasmados en el estudio PASOS de la Fundación Gasol de 2019, España se sitúa entre los primeros puesto dentro de la lista de países europeos con mayor índice de obesidad infantil, concretamente en el cuarto lugar. Solo es superado por Grecia, Malta e Italia. Curiosamente, a pesar de que pueda parecer contradictorio, son precisamente estos países donde abunda la dieta mediterránea, rica en variedad nutritiva, donde mayor prevalencia de exceso de peso en niños de entre 5 y 10 años presentan.
El deterioro de la dieta mediterránea
Según el estudio de la Fundación Gasol y confirmado también por el informe Aladino 2019 –elaborado por el ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)–, en las últimas décadas se ha observado un deterioro del nivel de adherencia a esta tradicional dieta. «Demasiados niños y adolescentes siguen hábitos de que van en detrimento de asegurar una elevada calidad de la dieta como desayunar bollería industrial (31,7 %), comer en un restaurante de comida rápida al menos una vez a la semana (23,1 %) o consumir dulces y golosinas varias veces al día (22 %)», se puede leer en PASOS.
La recomendación de la OMS es realizar una hora de ejercicio físico moderado o progresivo al día. Solo un 36,77 % de la población infantil la cumple. Lo cierto es que cada vez los niños pasan más tiempo delante de las pantallas, algo que ha hecho aumentar el sedentarismo, agudizado durante el confinamiento. Las horas de sueño también son un factor destacado, ya que un mal descanso va parejo con una serie de consecuencias negativas sobre el desarrollo físico, cognitivo, psicológico y social de los niños y adolescentes españoles.
Efectos a corto y largo plazo
Dos de cada cinco niños españoles de entre 6 y 9 años padecen sobre peso u obesidad, lo que puede suponer un aumento de los factores de riesgo cardiovascular y de la incidencia de diabetes; aparte de consecuencias sobre el desarrollo de sus huesos y músculos, gastrointestinales, respiratorias, neurológicas o dermatológicas.
A corto plazo, las entidades que se ocupan de la salud alimenticia, alertan que pueden surgir trastornos del sueño como apnea obstructiva o insomnio, que contribuye a la cronificación de esta enfermedad. Del mismo modo, los jóvenes con obesidad suelen tener una peor imagen de sí mismos y una autoestima más baja, lo que conlleva a un mayor aislamiento social, más inactividad al no participar en ciertos juegos y dinámicas junto a sus compañeros y dificultades para establecer relaciones de amistad con sus iguales.
'Covibesidad'
Mirando al futuro, entre el 42 y el 63 % de los jóvenes con obesidad en la etapa escolar la padecerán también en la edad adulta. Mientras que antes se consideraba esta enfermedad como un problema más propio de países de ingresos altos, según afirma la OMS, actualmente estos trastornos han aumentado considerablemente en las naciones con rentas bajas y medias, particularmente en los entornos urbanos. Asimismo, se ha observado la asociación entre la pobreza relativa y las cifras de exceso de peso en España.
Más preocupante resulta que los propios padres no la reconocen. Según confirma el informe de la AESAN, los progenitores del 69,1 % de los escolares, que según la OMS padecían exceso de peso, pensaban un peso normal; y los de un 67,1 %, que se enfrentaban a una obesidad severa, creían que se trataba de un ligero sobrepeso.
La pandemia del covid no ha hecho más que agudizar estas tendencias, si bien parecía que hasta 2019 parecía que los datos no bajaban, pero se encontraban estancados, según la evolución de casos de obesidad realizada en el estudio Aladino. La Sociedad Española de Obesidad ha afirmado que el confinamiento ha agravado este problema. Incluso hay quien ha comenzado hablar de la 'covibesidad'.
¿Cómo prevenir la obesidad infantil?
- Asegúrate de que haya verduras en su comida y en su cena y que consuman 2-3 piezas de fruta al día.
- Reduce el consumo total de grasas y cambiar las saturadas por las insaturadas: por ejemplo, consumir menos carnes rojas y más pescado y frutos secos.
- Reduce los azúcares.
- Incentiva la actividad física y asegúrate de que hagan al menos una hora por día, moderando la intensidad para adecuarnos a su fase de desarrollo y con actividades diversas.
- Edúcalos desde peques: debemos hacerles saber a los niños lo importante que es comer bien y tener buenos hábitos, sin prohibir alimentos y enseñándoles el porqué deben elegir las mejores opciones.