Conversaciones en Familia
La presidenta de las Familias Numerosas: «La Ley de Familias es un lobo con piel de cordero»
María Menéndez, presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, critica la norma impulsada por el ministerio de Ione Belarra por su carga ideológica
Para la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, la futura Ley de Familias impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales es tramposa y no se presenta de forma clara. Menéndez critica que esta norma –que la ministra Ione Belarra pretende aprobar en 2022– mezcla algunas propuestas positivas con una fuerte carga ideológica.
–El Gobierno justifica la Ley de Familias diciendo que no va a dejar a nadie atrás.
–Ese es el lema de Pedro Sánchez que usan… pero claro que dejan a alguien atrás: a los que constituyen lo que es la familia. Hemos de plantearnos si la propuesta del Gobierno nos acerca a una protección real para la familia o si lo que quieren es inventarse una diversidad para avanzar en el objetivo de deconstruirla. Es un lobo con piel de cordero.
–¿Puede poner algún ejemplo?
–Además de ofrecer un paraguas social a las familias vulnerables, las medidas estrella de la ley atañen a las familias monoparentales y LGTB. Un ejemplo: aunque no conocemos aún el redactado final de la ley, dicen que incluirá a las parejas de hecho y a las familias monoparentales con dos hijos en la categoría de familias numerosas. ¿Qué pasa? Que una familia monoparental no tiene nada que ver con, pongamos, una familia de siete hijos; ni en sus responsabilidades ni en lo que aporta a la sociedad.
Al ensanchar el concepto de familia numerosa lo que hacen es desvirtuarlo
–¿La familia numerosa sale perjudicada con esta ley?
–Sí, porque al ensanchar el concepto de familia numerosa lo que hacen es desvirtuarlo. Nos dan el titular de que están estableciendo justicia social, pero lo que realmente hacen es quitar esencia y naturaleza al propio concepto de familia numerosa, es deconstruirlo. No es algo solo de ahora; hemos ido bajando el número de hijos que definían la familia numerosa. Empezó en ocho y ahora está en tres, y creemos que ya es el límite, porque es el número mínimo que aporta un relevo generacional.
–¿Cómo se ha llegado a este punto?
–En la primera legislatura de Aznar se preparó y aprobó la Ley de Protección a las Familias Numerosas, pero quedó en stand by: no se aplicó ni se desarrolló normativamente en las comunidades autónomas. Después Zapatero la dejó en un cajón, y ahora llega este proyecto de Ley de Familias a rellenar un vacío que el PP no ha querido llenar, ni teniendo mayoría absoluta.
–Dice que esta Ley de Familias es un lobo con piel de cordero, ¿por qué?
–Porque la protección va a ir a las familias que a ellos les interesen. Antes de llamarse Ley de Familias, la llamaban Ley de Diversidad Familiar: se inventan una diversidad social que quieren aplicar al ámbito de la familia. Van con la piel de cordero, pero lo que nos vamos a encontrar va a ser que cuantos más hijos tengan las familias y más fuertes y estables sean, menos protección van a recibir. Otro ejemplo: hablan de una prestación universal por hijo, pero no hablan de a quién exactamente se la van a conceder. ¿A una renta alta también se la van a dar?
–Por último, ¿por qué es importante defender la familia natural?
–Está demostrado que en el ámbito familiar tradicional -esto es, padre y madre, casados, con hijos- hay menos fracaso escolar, menos violencia, menos adicciones… Saco estos datos de Estructuras de familias y bienestar de niños y adultos. El debate del siglo XXI, un libro de Fernando Pliego Carrasco que demuestra cómo la tendencia se cumple en los cinco continentes. En la familia tradicional, los hijos crecen mejor, y ellos serán nuestra sociedad del futuro.