Cómo conseguir una cesta de la compra más saludable y económica para toda la familia
Productos de temporada, ir siempre con una lista y sin hambre y comprar pocos productos preparados son algunos consejos de los pediatras de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria
Para no comer mal, hay que llenar bien la despensa. No solo en cantidades, sino de calidades. Según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, el 85 % de los españoles está preocupado por cómo impactará la subida del precio de los alimentos y en cómo afectará a su capacidad para hacer frente a otros gastos que puedan tener.
Por ello, una de las recomendaciones de los expertos en alimentación es escoger siempre productos de temporada, que permiten mantener una alimentación saludable y, a la vez, más económica. En enero y febrero, la cesta habría de estar llena de mandarinas, limón, pomelo, kiwi, plátano, naranja, manzana o fresas, en lo que a fruta se refiere. Las verduras de invierno son la coliflor, el cardo, la berenjena, las habas, el pimiento, la escarola, la alcachofa o los puerros, entre otros.
Comprar alimentos de temporada no solo hará bajar el precio de la cesta en el supermercado, sino que también mejora el sabor del plato final. El clima adecuado para su crecimiento hace aumentar su sabor, ya que se completa su calendario natural. Las verduras, hortalizas y frutas del tiempo aseguran en la dieta el máximo aporte de antioxidantes y vitaminas.
La doctora Joima Panisello Royo, en su taller La cesta de la compra, ofrece una serie de consejos para el momento de ir al supermercado y enfrentarse a la tarea de llenar la despensa de la mejor manera posible. El primer consejo es acudir a la compra habiendo comido previamente. «Está demostrado que se adquiere mucha más cantidad de alimentos de los necesarios si no se hace así», comenta.
Una cesta más saludable es aquella que se ha llenado de alimentos escogidos siguiendo los parámetros nutricionales, además de los económicos. La especialista en medicina interna recomienda que este acontecimiento puede convertirse en una clase extraescolar para que los hijos aprendan a hacerla.
Los productos frescos y de temporada aseguran una mejor relación cantidad-calidad-precio, pero, recuerda la doctora, «un zumo de frutas nunca puede sustituir a una fruta entera ni un preparado de verduras a una buena ensalada».
Los alimentos preparados habrían de quedar excluidos de la cesta, limitados a una pequeña esquina del carro de la compra. En caso de elegir alguno, habría que «asegurarse de escoger grasas saludables como el aceite de oliva, que siempre se preferirá a los aceites de semillas (girasol, soja y maíz)», incide Panisello. Y si es virgen, mejor, por su mayor riqueza en antioxidantes.
a la salida del supermercado, hay que revisar que el carro esté lleno de:
- Frutas, verduras y hortalizas del tiempo y de variedad de colores.
- Abundantes legumbres y pescados, tanto blancos como azules.
- Lácteos bajos en grasa.
- Pocas carnes, preferiblemente blancas y diversificando su origen: conejo, pavo, pollo o incluso avestruz.
- Muy pocos alimentos preparados.
- De haber comprado conservas, mejor al natural o en aceite de oliva.