'Fiver party' o la fiesta de los cinco euros: cómo ahorrar en un cumpleaños infantil
Los invitados no llevan nada. En vez de regalos, aportan una cantidad de cinco euros cada uno, que luego el niño podrá utilizar para escoger el obsequio que él prefiera
En lo que a las fiestas de cumpleaños infantiles se refiere, hay tantas opciones como se quieran buscar y organizar. Desde parques de bolas y castillos hinchables hasta pequeñas celebraciones con un picnic en el parque más cercano a casa.
Lo usual ha venido siendo que cada invitado llevase un regalo en las manos para el homenajeado, como una regla no escrita o una parte secreta del protocolo de los cumpleaños de niños. Las fiver parties, como se llaman en inglés, son todo lo contrario. Los invitados no llevan nada. En vez de regalos, aportan una cantidad de cinco euros cada uno, que luego el niño podrá utilizar para escoger el obsequio que él prefiera.
En vez de muchos regalos pequeños, el niño recibirá algo más grande y especial. Podrá también ahorrar una parte de lo recaudado y la casa no se llenará de cajas de cartón y nuevos juguetes tras la fiesta. Es un beneficio para los niños y un quebradero menos de cabeza para sus padres y los de sus invitados, que no tendrán que ir a por un regalo de última hora.
A nivel psicológico, la fiesta de los cinco euros presenta ciertas ventajas para los menores. La psicóloga social Susan Newman, también autora de Little Things Long Remembered: Making your children feel special every day (Las pequeñas cosas se recuerdan: cómo hacer que tu hijo se sienta especial cada día, en español), explica que tener mejor juguetes, paradójicamente hace que aumente la calidad del juego. Sobre un estudio que se hizo con niños pequeños, la psicóloga comenta: «Los niños con cuatro juguetes los usaron con más imaginación, de formas más variadas y durante más tiempo, todo lo cual es beneficioso para su desarrollo».
Este tipo de cumpleaños borra el acento, si alguna vez el niño lo había puesto ahí, de lo material. Pasar un buen rato con los amigos y la familia cobra todo el protagonismo. Una vez pasada la fiesta, se anima al niño a que tome sus propias decisiones, eligiendo un regalo especial. Tener que comprarlo con el dinero del que dispone le hará tomar conciencia también del valor de las cosas.
Recibir cinco euros por cada invitado abre la puerta a conversar en familia sobre la administración del dinero. Quizá el pequeño pueda dedicar una parte a su regalo, pero otra a comprar una hucha donde poder iniciar unos pequeños ahorros. Tanto es así que, según explica Katie Hurley, autora de The Happy Kid Handbook (algo así como manual del niño feliz): «Cuando los niños tienen la oportunidad de ahorrar para comprar algo 1ue quieren, se enorgullecen de su compra y se sienten seguros de su capacidad para satisfacer sus propias necesidades financieras».