La «ventaja matrilineal» o por qué nos llevamos mejor con la familia materna
También hay hombres que tienen una relación cercana con sus familiares, si bien, una vez se tienen hijos, suele ser la familia de la madre la más próxima
¿Tienen los nietos un abuelo preferido? La ciencia dice que sí, y que suele ser la madre de su madre. Varios estudios han venido confirmando este fenómeno, que han llamado la «ventaja matrilineal».
La razón detrás es que son las mujeres las que tienen una relación más cercana con su familia, concretamente con sus progenitoras. La recién publicada Encuesta de Condiciones de Vida anual del Instituto Nacional de Estadística lo corroboran: sus datos desvelan que ellas se reúnen más con la familia y ellos, con los amigos.
También hay hombres que tienen una relación cercana con su familia, si bien, una vez se tienen hijos, suele ser la familia de la madre la más próxima. Así lo corroboró un primer estudio, publicado en el año 2000.
Todos los nietos participantes declararon tener lazos más fuertes con sus abuelos maternos, especialmente con sus antecesoras. Esta fuerte relación se daba incluso cuando eran los padres de su padre los que más cerca vivían.
El pegamento familiar
En sentido inverso, otra investigación posterior encontró que los abuelos se sienten más conectados con los niños de sus hijas que con los de sus hijos varones; lo que no quiere decir que los nietos quieran a sus abuelos paternos, ni que los hijos no quieran a sus padres tanto como las mujeres, pero es la muestra de que, según muestra un tercer estudio sobre el tema, son ellas las guardianas de la familia. El término original empleado en la investigación fue kinkeeper, que ha venido definiéndose como el rol social –asumido normalmente por la mujer– de promover y proteger las relaciones entre los miembros de la familia. El 91 % de las mujeres se identificaban como kinkeeper.
Este papel de la abuela, madre, hija o nieta como pegamento del hogar fue estudiado posteriormente por un equipo de la Universidad de Oswego, en Nueva York, que concluyó que eran las progenitoras las responsables de la comunicación con otros familiares. En segundo puesto, no quedaron los padres, sino las abuelas maternas.
Que el nieto elija de manera natural a sus abuelas maternas antes que a ninguno de los otros tres no solo es por la estrecha relación entre sus antecesoras, su madre y la madre de su madre, sino que tiene una base científica. Son los nietos quienes heredan la información genética de su abuelas maternas, al igual que su carácter, a través del ADN mitocondrial, según probó el norteamericano Instituto Nacional de Salud Ambiental.