Una comida en familia: ¿mejor con la televisión encendida o apagada?
Ciertos estudios han demostrado también que llevarse el tenedor a la boca con la mirada fija en la televisión, el móvil o un ordenador puede tener también un perjuicio para la salud física
Llega la hora de comer y, sentados a la mesa, comienza la discusión. ¿Qué ver ese día? ¿Poner una película o dejar Los Simpsons? ¿Algo apto para los niños, quizá? Con la decisión final, se cierra también única conversación que tendrá la familia en ese momento que comparte.
La pantalla es un gran instrumento de ocio y distracción, aunque un uso abusivo ha demostrado generar un mayor aislamiento entre los miembros de una familia y, al final, una peor comunicación entre ellos. Ciertos estudios han demostrado también que llevarse el tenedor a la boca con la mirada fija en la televisión, el móvil o un ordenador puede tener también un perjuicio para la salud física.
Tener la atención en lo que se está viendo en vez de en el plato puede afectar a las señales de saciedad que el cerebro envía. Un estudio elaborado por la Universidad de Bristol así lo demostró tras someter a dos grupos de 22 personas a una sencilla prueba. Unos tuvieron que comer mientras jugaban al Solitario en el ordenador y los otros estaban solos frente a su comida. Media hora después de comer, se les ofreció un postre y se les pidió que enumeraran los nueve alimentos que habían tomado en orden. Los que habían estado jugando se sintieron menos saciados y tomaron de media cinco galletas cada uno. Ninguno de ellos se acordaron de los ingredientes de lo que habían ingerido media hora antes. El segundo grupo solo comió de media 2,5 galletas y no tuvieron ningún problema para decir lo que habían ingerido.
Una distracción ante el plato no afecta solo a sentirse satisfecho con lo que se ha comido, sino que también hace que uno coma más rápido. Además de problemas digestivos, esto puede dar lugar a la aerofagia, que aparece cuando n se mastica bien y se ingiere una gran cantidad de aire al tragar.
Otra investigación, esta de la Universidad Internacional de Cataluña, concluyó que los niños de entre 1 y 14 años que pasan más de una hora al día delante de la pantalla comen más comida basura. Este consumo aumenta a medida que lo hace también el tiempo de exposición a dispositivos digitales. No solo sucede porque la atención esté en otra acción, sino también por la publicidad a la que están expuestos los niños mientras ven la televisión o vídeos en YouTube.
Dejar la televisión apagada durante las ingestas de alimentos no solo hará evitar lo descrito unas líneas más arriba, sino también convertirá el momento de la comida en un acto social en el que cada miembro de la familia puede compartir lo que le ha sucedido ese día.