'Madre no hay más que una': la película sobre la belleza de la maternidad en la España donde no nacen niños
En una España en la que se continúa registrado la cifra más baja de nacimientos desde hace siete años, el director Jesús García afirma que la maternidad es «una realidad muy denostada»
nació de una madre. Así cuenta Jesús García que surgió la idea para su último proyecto, Madre no hay más que una. La película, que llega este viernes 20 de octubre a la gran pantalla, mezcla la historia real de seis madres españolas –Olatz, Ana, Isa, María, Blanca y Bea– con sketches de ficción con los que «desengrasar» el relato de las protagonistas. «Son vidas muy intensas», admite García.
En una España en la que se continúa registrado la cifra más baja de nacimientos desde hace siete años –según los datos del INE–, García afirma que la maternidad es «una realidad muy denostada». «Se habla de muchas variedades de maternidades, como si fuese un producto que comprar en el supermercado», continúa. Para él, las seis mujeres que protagonizan la cinta y sus testimonios le han servido para «entroncarlo con la Madre, que es la Virgen María» y explicar su maternidad desde un punto de vista muy humano.
Madres «antisistema»
El reparto que Madre no hay más que una es «antisistema», según lo describe el también director de Medjugorje. «Hoy se dice a las mujeres cuándo han de ser madres, de cuántos hijos, cómo tienen que criarlos...», afirma. Esto es para él un «atentado contra la libertad de la mujer».
Lo que para algunos es normal, se ha convertido en algo extraordinario. Olatz, madre de 4 y una de las mujeres que cuentan su relación con la maternidad (la suya y la de María) en la película, dice sentirse ante un desafío cada día. «Entiendo que se haya vuelto tan escandaloso porque realmente es un reto», cuenta.
La maternidad implica sacrificios, pero para Olatz «cuando uno lo tiene claro, todo se ordena». Esta madre recuerda que le ha costado decir no. «Ciertas renuncias me costaban, pero para mis hijos todo ha tenido mucho más sentido. Mi faceta profesional se nutre de mi yo madre y viceversa". Así, para ella, todo encaja.
María, la Madre de todos
Madre no hay más que uno recoge seis testimonios de madres que no llegan a todo, que aceptan su imperfección, que tienen clara su prioridad –su familia–, que parecen tener cierto superpoder. Todas acaban por desvelar su secreto: mirar a la Virgen María, pedirle su intercesión e imaginar cómo habría actuado ante ciertas situaciones del día a día. Olatz opina que la Virgen debería «salir mucho más en el Evangelio». Según la define es una perla inmensa. «Ocúpate tú, estoy desbordada» o «¿cómo lo harías?», confiesa Olatz que le pide o pregunta a María.
Ante la cámara de García, con la que ha grabado el parto de su propio hijo (el sexto), se sucede la vida de seis familias. En Madre no hay más que una se mezclan las lágrimas y las risas, la superación y aceptación de lo bueno y lo trágico, con los milagros y los dones que traen los hijos: sorpresas, enfermedades, presiones profesionales, muchas horas sin dormir y sueños que se hacen realidad.