Cuatro consejos para mantener a los niños seguros en internet
Resulta crucial cultivar un ambiente de confianza con los hijos, fomentando la apertura para que puedan comunicar cualquier experiencia inapropiada o amenazadora en el entorno digital
La llegada de internet ha transformado radicalmente nuestra manera de vivir revolucionando la manera en la que compramos, vendemos, trabajamos, socializamos, nos entrenemos, etc. En general como comprendemos el mundo que nos rodea. A través de la red y con un solo clic podemos acceder a cualquier información que deseemos, pero el mundo virtual es un arma de doble filo, sobre todo para los más pequeños que no conocen los riegos que se esconden detrás de sus pantallas.
Por ello, Avast, líder en seguridad digital y privacidad, comparte cuatro consejos fundamentales para proteger a los más pequeños. Poniendo en valor la utilización de aplicaciones de control parental, el establecimiento de límites en cuanto al tiempo de uso de las pantallas y la supervisión constante de las actividades en línea de los niños.
La importancia de la comunicación
«Ninguna normativa de seguridad en Internet destinada a niños puede reemplazar la mejor manera de protegerlos en la red: la comunicación directa. La seguridad de los niños en el ámbito digital comienza por comprender cómo y por qué utilizan Internet, garantizando que estén conscientes de los posibles peligros y de cómo abordarlos», especifica Luis Corrons, Security Evangelist de Avast. «Dado que constituyen un grupo especialmente vulnerable frente a las amenazas cibernéticas, es esencial establecer un diálogo abierto con ellos», añade el experto en ciberseguridad.
Una investigación reciente llevada a cabo por Avast ha revelado que numerosos progenitores perciben que sus hijos han superado sus conocimientos tecnológicos, incluyendo a aquellos pertenecientes a la generación millenial.
Además, es fundamental familiarizarse con las técnicas de ingeniería social utilizadas por ciberdelincuentes para detectar amenazas y alertar a los hijos. Los niños, en especial, pueden ser vulnerables al doxxing (revelar información personal de una persona en internet sin su consentimiento) por parte de hackers o ciberacosadores.
Resulta crucial cultivar un ambiente de confianza con los hijos, fomentando la apertura para que puedan comunicar cualquier experiencia inapropiada o amenazadora en el entorno digital. Mantener la serenidad y evitar el juicio son aspectos fundamentales para asegurar que continúen compartiendo sus preocupaciones a lo largo del tiempo.
Cultivar un ambiente de confianza con tus hijos es fundamental para que se sientan cómodos al compartir cualquier experiencia inapropiada o amenazadora en el entorno digital. Mantenerse sereno y evitar juzgarlos sin duda asegurarán que continúen compartiendo sus preocupaciones.
Poner límite de tiempo y control parental
La seguridad online de los niños es esencial, considerando el impacto en su salud y bienestar. Aunque las pautas sugieren límites de tiempo frente a las pantallas, la realidad es que muchos padres enfrentan dificultades, agravadas por la pandemia, que aumentó un 17 % el tiempo de pantalla entre 2019 y 2021 para preadolescentes y adolescentes.
Establecer límites en el tiempo de pantalla es crucial para guiar la cantidad de contenido digital que consumen y fomentar una relación saludable con la tecnología.
Asegurar la ciberseguridad de los niños implica diálogo y normas, pero los controles parentales son herramientas prácticas esenciales. Pueden configurarse en dispositivos, teléfonos, navegadores o routers, permitiendo el monitoreo y establecimiento de límites en el tiempo de pantalla y restricciones de contenido.
Contraseñas seguras y supervisión responsable
«Cuando tus hijos son pequeños, es esencial conocer las contraseñas de los sitios web y dispositivos que utilizan. Si disponen de redes sociales en la preadolescencia, como Instagram o TikTok, es recomendable que los progenitores tengan conocimiento de estas claves. También es importante ayudarles a crear contraseñas fuertes, activando la autenticación de dos factores (2FA) y enseñándoles a usar un gestor de contraseñas», constata Corrons.
Con adolescentes, la ciberseguridad se vuelve más compleja. Es indispensable equilibrar la privacidad con la supervisión responsable, para que no lo perciba como una invasión de su intimidad. La comunicación abierta y la confianza son clave en esta etapa.
Destacar los peligros de divulgar información personal, como ubicación y dirección y presentar el concepto de ciberdelincuencia para que estén al tanto de las amenazas graves en Internet, son conversaciones interesantes a mantener habitualmente.
Los adultos, el mejor ejemplo a seguir
«Los consejos de seguridad para niños son esenciales, pero los propios comportamientos tienen un impacto aún mayor. Los adultos debemos ser un buen ejemplo en nuestra vida digital; limitando nuestro tiempo frente a la pantalla si buscamos que ellos también lo hagan» concluye Corrons.