Los cinco lenguajes del amor
«Pon el lavavajillas» y otros ocho consejos inesperados para mejorar tu relación de pareja, según un experto
El autor de la obra Los cinco lenguajes del amor, Gary Chapman, apunta una serie de claves para aquellas personas que quieran o necesiten trabajar en pareja el lenguaje afectivo de los actos de servicio
Ya lo dice el chiste: «Cariño, si te he dicho que voy a arreglar la estantería del salón, es que voy a arreglarla. No hace falta que me lo recuerdes a gritos cada seis meses». O dicho de otro modo, los pequeños actos de servicio dentro del matrimonio constituyen una de las pruebas más comunes y corrientes del amor entre los esposos… y también uno de los motivos de discusiones más frecuentes.
Si este tipo de comportamientos son tan arquetípicos y repetidos que han llegado incluso a convertirse en chistes o parodias, no es extraño que un asesor matrimonial experto en antropología como Gary Chapman reparase en ellos para incluirlos dentro de su teoría de los cinco lenguajes del amor.
En efecto, junto a las palabras de reconocimiento, los regalos, el tiempo de calidad y el contacto físico, Chapman explica que lo que él llama actos de servicio son un buen termómetro del amor en la pareja. «Por actos de servicio –explica Chapman en su obra homónima– me refiero a hacer las cosas que sabes que a tu cónyuge le gustaría que hicieras. Y tú procuras hacerlas mediante el servicio, a fin de expresarle tu amor al hacer cosas por el otro».
El poder de las acciones cotidianas
Así, «acciones como hacer la comida, poner la mesa, vaciar el lavavajillas, pasar la aspiradora, limpiar una cómoda, cambiarle el pañal al bebé, recoger una receta médica, mantener el coche en óptimas condiciones, pagar las facturas, podar los arbustos, sacar al pasear al perro o lidiar con los arrendatarios y las compañías de seguros son actos de servicio, que requieren reflexión, planificación, tiempo, esfuerzo y energía».
Y aunque cualquier persona puede verse obligado a llevar a cabo todas esas acciones, lo que cambia es el enfoque que se le den, la intención con la que se lleven a cabo: «Si se hacen con espíritu positivo e intención, por descontado son expresiones de amor», matiza Chapman. Y no es baladí, puesto que para ciertas personas, este tipo de acciones son el mejor modo de mostrar su amor por el otro, y también de sentirse amado por su pareja.
Además de la lista de tareas cotidianas que constituye la vida ordinaria de cualquier hogar, Chapman aporta una serie de consejos para aquellas personas cuyo cónyuge tenga en los actos de servicio su lenguaje emocional primario, es decir, el modo más eficaz y evidente de mostrar o recibir amor. En concreto, este consejero matrimonial que ha recorrido el mundo ayudando a parejas en apuros, presenta ocho sencillos tips para mejorar cualquier relación de pareja, especialmente en aquellos casos en los que uno o ambos cónyuges tengan en los actos de servicio su principal lenguaje del amor.
Ocho consejos
- Abre el servicio.
Chapman comienza su breve lista con fuerza. Porque no todos los actos de servicio tienen que ver con colgar un cuadro, ni siquiera de forma directa con la persona a la que amas: «Considera la posibilidad de servir a alguien (o a algo) que tu cónyuge ama: un pariente mayor, cuidando con atención una mascota, implicándose en su causa favorita…»
- Notas que comprometen.
«Imprime o escribe unas tarjetas con la siguiente frase: 'Hoy te mostraré mi amor mediante…'. Completa la frase con una tarea que sabes que le encantaría a tu cónyuge: recogiendo una habitación desordenada, pagando las facturas, arreglando algo que lleva roto desde hace mucho tiempo, limpiando las malas hierbas… Y punto extra si es una tarea que se ha postergado desde hace mucho tiempo», aconseja Gary Chapman.
- Una lista de 10 puntos.
Fiel a su norma de fomentar la comunicación, el autor de Los cinco lenguajes del amor sugiere pedir al cónyuge «una lista de diez cosas que le gustaría que hicieras durante el próximo mes». Y luego, «pídele que las priorice, numerándolas del 1 al 10, donde la primera sea la más importante, y la décima, la de menor importancia». Después, «usa esta lista para planear tu estrategia para vivir un mes de amor». O lo que es lo mismo: «Prepárate para vivir con un cónyuge feliz», insiste Chapman.
- Pide ayuda y sorprende.
«Mientras tu esposo o tu esposa esté fuera de casa –sugiere el experto–, pídele a tus hijos que te ayuden con algún acto de servicio para él o ella. Cuando haga su entrada en la casa, únete a los niños para gritar: ¡Sorpresa! ¡Te queremos! Y después, muéstrale tu acto de servicio». Un truco que no falla.
- Un recuerdo a distancia.
Esta idea de sorprender a otro con un pequeño detalle puede ser también un acto de servicio, apunta Chapman: «Es algo que también puede dar resultado cuando tu cónyuge está ausente por un largo período. Recluta a los niños para que te ayuden con algún acto de servicio, toma una foto de los resultados y envíalo; o lo que es mejor, muéstraselo a través de videollamadas y gritad: ¡Sorpresa! ¡Te queremos!», apunta.
- Traduce en términos bonitos.
Como en el chiste, a veces los reclamos de amor por actos de servicio se producen a gritos. Por eso, Chapman propone evitar enconarse en discusiones estériles y tirar de creatividad. «Si las peticiones a tu pareja dan una imagen de regañina o humillaciones, trata de escribirlas con palabras que resulten menos ofensivas. Y muéstrale después esa redacción revisada a tu cónyuge», indica. Y pone algunos ejemplos: «El patio siempre se ve muy bonito y en realidad aprecio tu trabajo. Me gustaría darte las gracias con antelación por cortar el césped antes de que David y Ana vengan a cenar este fin de semana».
- Contrata a un profesional.
A veces, hay ciertos actos de servicio que exceden nuestras habilidades y recursos. Por eso, Chapman también indica que, «si tienes más dinero que tiempo, contrata a alguien para que haga los actos de servicio que a ninguno de los dos os gusta hacer, como el trabajo del patio o una limpieza profunda de tu casa cada mes».
- Apoya en la retaguardia.
Por último, Chapman da un consejo redondo para un verano marcado por los tiempos para descansar viendo alguna serie… o la Eurocopa, la Copa América y los Juegos Olímpicos: «Apoya a tu cónyuge durante su programa de televisión favorito, o un evento deportivo importante. ¿Cómo? Ocúpate de las llamadas de teléfono, de atender a los niños…».
Seguir todos los consejos no garantiza que no vayan a surgir conflictos, pero sí que podrán sobrellevarse con mucho mejor ánimo. «Prueba y verás», concluye Chapman.