Cómo elegir a la pareja perfecto, según Platón
Esta visión la plasma en una de sus obras más famosas, El Banquete: un diálogo con los filósofos más importantes de la Atenas del siglo IV a.C. como Sócrates, Fedro o Apolodoro
El amor platónico no es real. No porque el célebre filósofo estuviese equivocado, sino porque el concepto que él mismo formuló se ha malinterpretado hasta convertirlo en la idea de un amor imposible. En realidad, lo que Platón quiso trasladar es que el amor verdadero es el que mueve a las personas a tratar de conocer y contemplar la belleza en sí misma y que tiene poco que ver con lo físico.
Así, el consejo del famoso ateniense para escoger una pareja es tan simple como elegir a alguien mejor que uno mismo. Al maestro de Aristóteles se le atribuyen estas palabras: «No necesitas a alguien que te quiera tal y como eres. Necesitas a alguien que te ayude a crecer día a día».
Para Platón, el amor verdadero es «la admiración». Por esta razón, las personas han de optar por una pareja que tenga cualidades complementarias a las propias, es decir, las que le falten. Este ha de ser un sentimiento mutuo, puesto que es la única manera de comprometerse en ayudar al otro a crecer y ser cada día un poco mejor.
De esta admiración surge una conexión entre dos personas cuyo objetivo ha de ser conocer la esencial de la belleza. El amor es lo que ayuda a las personas a entender mejor la verdadera naturaleza de la realidad o de las ideas; lo que nos hace salir de la caverna.
Por tanto, entendido como concepto platónico, el amor no es inalcanzable o imposible, sino que es inteligible. No es físico, es una idea. Esta visión la plasma en una de sus obras más famosas, El Banquete: un diálogo con los filósofos más importantes de la Atenas del siglo IV a.C. como Sócrates, Fedro, Arisófanes o Apolodoro.