En busca de la 'tradwife' original: la vuelta en redes de las madres tradicionales
En las redes sociales se las distingue por narrar con voz suave el día a día de su familia, subir vídeos de recetas e ir perfectamente vestidas y maquilladas
Hannah Neeleman tiene 34 años y vive en una granja en Utah (Estados Unidos), donde se dedica a criar a sus ocho hijos. Su vida sucede entre el huerto y la cocina, pero no siempre ha sido así. En el año 2023, fue coronada como Mrs. America, el concurso de belleza para mujeres casadas, que Neeleman ganó mientras todavía amamantaba a su hijo recién nacido.
Más de nueve millones de seguidores en Instagram después, la joven ha sido tildada como la 'tradwife' de moda, la antítesis al feminismo. Tanto ella como su marido Daniel provienen de familias mormonas y de hecho, él es hijo del multimillonario dueño de la aerolínea JetBlue. Toda la familia Neeleman es capaz de subsistir con lo que plantan en su granja de 128 hectáreas de Salt Lake City y lo que no consumen, lo venden a través de su tienda en línea Ballerina Farm –así bautizada por el pasado como bailarina de la joven madre–.
El regreso de las madres tradicionales
Hannah Neeleman no es la primera tradwife, ni será la última en unirse a este regreso de las madres tradicionales a través de las redes sociales. Ella misma confesó en una entrevista en The Times no entender muy bien esa catalogación: «Somos tradicionales en el sentido de que somos un hombre y una mujer, tenemos hijos, pero siento que estamos abriendo muchos caminos que no se habían abierto antes. Que me etiqueten de mujer tradicional, no se si me identifico con eso».
El fenómeno tradwife recibe su nombre de la fusión de las palabras inglesas traditional (tradicional) y wife (esposa). En las redes sociales se las reconoce por narrar con voz suave el día a día de su familia, subir vídeos de recetas e ir perfectamente vestidas y maquilladas. Por lo menos en sus publicaciones parecen mujeres dedicadas por completo a sus hogares y se las acusa de promover los «roles de género tradicionales», si bien, ellas mismas defienden su derecho a elegir su estilo de vida.
En España, el término ha cobrado fuerza con el auge en TikTok de Rocío Bueno, más conocida como Roro, quien comienza todos sus vídeos explicando que a Pablo, su novio, le apetece un pollo coreano, unos cannoli italianos para merendar o un sándwich de queso (horneado de pan incluido). Ella misma confiesa que la cocina es su manera de expresar su amor, pero que no se pasa el día entre fogones por su novio, sino porque le gusta.
Esta subcultura de internet, que tanto escándalo ha suscitado, lleva conviviendo con los otaku y los terraplanistas desde 2010. Ahora han quedado desfasados los blogs y los foros que usaban para comunicarse con sus audiencias, pero las redes sociales como Instagram o TikTok han provocado la vuelta de las madres tradicionales, culpadas de defender valores tradicionales como la importancia de la familia, el matrimonio o la feminidad.