Los expertos revelan el impacto en jóvenes de hacer un uso pasivo de las redes sociales
Si este hábito se prolonga durante más de dos horas al día, tiene riesgos a nivel cognitivo y emocional
Los adolescentes, acostumbrados en su mayoría a las pantallas digitales desde que están en la cuna, utilizan las redes sociales, sobre todo para ver y compartir fotografías, vídeos y reels de otros… a diferencia de lo que hacían sus padres. Así lo confirma un estudio reciente de la Universidad de Cassino y del Lazio Meridional (Italia) que se ha realizado con 959 niños de entre 10 y 14 años.
La profesora de pedagogía y coordinadora de la investigación, Simone Digennaro, explica que los jóvenes de hoy hacen un uso pasivo de las redes sociales. Lo preocupante, según la experta, es que si este hábito se prolonga durante más de dos horas al día, puede tener un impacto negativo en su inteligencia emocional y serían menos capaces de gestionar y comprender las emociones propias y ajenas.
Al tener menos herramientas para relacionarse, el menor, según el estudio, «tenderá a aislarse, será más irascible y le costará aceptar opiniones diferentes». En el mundo virtual eliges lo que te interesa y te gusta, pero cuando sales de ese entorno necesitas saber afrontar las relaciones y situaciones, incluso aquellas que no son agradables. Cuando el adolescente pasa demasiado tiempo en las redes sociales, sin siquiera interactuar con los demás, «hace que esté menos predispuesto a la mediación con sus iguales», según se recoge en el estudio.
Este uso pasivo de las redes sociales tiene en los adolescentes un impacto tanto a nivel cognitivo como emocional. «No supone necesariamente una regresión, sino más bien una adaptación del cerebro a las nuevas tecnologías, lo que está afectando, entre otras cosas, a la capacidad de atención, que se ve mermada por el consumo frecuente de vídeos cortos que lanzan mensajes directos en unos pocos minutos», añade Digennaro.
Dicho de otro modo: lo que está cambiando es la forma en que nuestros hijos esperan recibir información, que es más inmediata.
Pero, ¿de dónde viene el uso pasivo que los adolescentes hacen de las redes sociales? El estudio apunta a que, en parte, se debe a una reacción al comportamiento de sus padres que sacan fotografías constantemente y las comparten en grupos de WhatsApp con familia y amigos, redes sociales… Otro motivo podría ser la proliferación de los vídeos cortos en TikTok e Instagram.