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Una pareja conversa, sentada en un banco

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Seis conversaciones que toda pareja debe tener antes de casarse

La familia, el trabajo, el dinero o el futuro son algunas de las áreas que habría que tocar antes de dar el «sí, quiero»

¿Cómo saber si es la persona indicada? ¿Es esa media naranja de la que tanto hablan? Si alguien le preguntase a la psicóloga Lucía Pérez –más conocida como Cuéntaselo a Lucía, su alias en Instagram, donde acumula más de 19.000 seguidores–, ella diría que «felices podemos ser con muchas personas», pero la diferencia es la «historia que una pareja crea junta». Más que de persona indicada, la psicóloga habla de la relación adecuada, donde la otra persona se convierte en casa. «Si el otro es un hogar, es el lugar donde tengo que estar», explica.

Pero para llegar hasta ahí, unos novios han tenido que dar una serie de pasos en el camino de conocerse. «Todo el que tiene un noviazgo lo que quiere es ver si es posible formar un proyecto de futuro, de familia, y entregarse el uno al otro», explica. Con este fin y conseguir saberlo todo sobre la pareja para llegar a adaptar ambas vidas hacia una senda común, Pérez considera indispensable primero dominarse a uno mismo: cuáles son las aspiraciones propias, los planes de futuro, los valores, pensamientos y sueños. «Si no sé cómo soy, no voy a entender muchas cosas de esa relación», añade la psicóloga.

El camino del noviazgo al para siempre

A partir de ahí, comienza la tarea de averiguarlo todo sobre el enamorado. La recomendación de Pérez para ello es «estar abierto a lo distinto» y no mantener «una actitud de rechazo ante lo diferente». En cambio, hay que afrontar el reto teniendo claro que no hay dos personas iguales, «que su familia va a ser muy distinta y que el otro se comporta, siente y piensa de otra manera», asegura. En el recorrido del noviazgo, indica Pérez, la manera para conocerse es hablar, pero también poder ser testigo de cómo actúa cada uno en sus propios y distintos ambientes: con la familia de origen, con sus amigos o sus compañeros de trabajo.

El paso del noviazgo al matrimonio supone un gran cambio, sobre todo a nivel psicológico. No es solo ponerse un anillo en el dedo o dejar un autógrafo en un papel, sino que el matrimonio supone embarcarse realmente en un proyecto incondicional. Hay ciertas cuestiones que una pareja ha de tener claras antes de que ese momento llegue y estas, según indica Pérez, tienen que ver con las áreas más importantes de la vida.

«La primera de todas es el futuro», asevera. «¿Qué es lo que quieres para tu vida? ¿Qué planes tienes?», son algunas de las preguntas que pone como ejemplo. No es un test para medir la compatibilidad entre dos personas, sino el inicio de una conversación sobre lo que ambos desean para el resto de vida que van a pasar juntos. En este sentido, la psicóloga comenta que en realidad la buena señal llega cuando ese plan soñado no llega a cumplirse. «Cuando te juntas con alguien, están sus proyectos y los tuyos. Pues lo normal es que no salga ni una cosa ni la otra», aclara.

La familia es otra de esas conversaciones pendientes en el noviazgo, tanto mirando a futuro como al pasado. «¿Cómo te llevas con tu familia, cómo te imaginas como padre?», «¿que es para ti la pareja o el matrimonio?», «¿por qué quieres casarte?»: estas son algunas de las preguntas que considera necesarias hacerse el uno al otro.

Cada cosa en su lugar

De igual manera, Lucía Pérez también cita el dinero como otro de esos temas en los que una pareja ha de conocerse. No solo había que hablar sobre cómo van a administrar sus finanzas comunes, sino también qué lugar va a ocupar el dinero en la pareja, es decir, cómo van a gastarlo, invertirlo o ahorrarlo. «Este es uno de los temas que genera muchos conflictos en la pareja, porque no gestionamos el dinero de la misma forma», asegura la psicóloga, que recomienda no solo hablar de ello, sino aterrizarlo en la práctica.

En este sentido, en un noviazgo también hay que conocer el lugar que ocupa el trabajo en la vida presente de cada uno, pero también cuál será el plan de acción para hacer conciliar las vidas laborales de ambos cuanto nazcan los hijos. Y sobre la trayectoria de cada uno, también es necesario conocer las aspiraciones y metas de cada uno. Por supuesto, también habría que dialogar sobre las amistades y el espacio que a estas se les va a dedicar.

Además de estos aspectos, Lucía Pérez opina que el último, pero no menos importante, de los temas que una pareja tiene que haber tratado antes de llegar al altar son sus miedos. «Todo ser humano tiene cierto miedo ante los cambios, aunque sean para bien», indica Pérez. Por ello, la experta indica que hay que exteriorizarlo, aunque cueste, y hablar del temor a «ese defecto del otro que no aguantas te supere, a perder la libertad, a equivocarte, aburrirte o a no ser feliz», indica. Pero igual importante o más sería conversar de ello con delicadeza para no dañar al otro.

Aunque se ponga el tic al lado de cada tema de conversación de esta lista, nada garantiza que en el futuro no surjan los problemas. Al contrario. Según asevera la psicóloga, «las crisis van a venir, porque forman parte de las relaciones». No obstante, para superarlas de la mejor manera, lo primero que cita Pérez es saber reconocerla, porque como concluye Pérez, «cuando cuidas a tu relación y la pones en un lugar prioritario y viene la crisis, te das cuenta, porque lo que lo peligroso no es la crisis, lo peligroso es que llegue, no nos demos cuenta y miremos a otro lado».

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