Fundado en 1910
Portada del documental de Netflix sobre Britney Spears

Portada del documental de Netflix sobre Britney SpearsNetflix

Anatomía de la jaula de oro de Britney Spears

La nueva película documental de Netflix ‘Britney vs Spears’, que se estrenó este 28 de septiembre, se centra en el inicio de la tutela de la cantante

Mientras que Britney Spears conseguía por fin que la jueza Brenda Penny la liberase de la tutela de su padre tras trece años de control sobre su vida y sus finanzas, otro documental sobre su triste historia veía la luz esta semana. Solo era una niña de ocho años cuando su madre descubrió el futuro que tenía su hija por delante en la música. Cantar y bailar era lo único que le hacía feliz, pero convertirse en la princesa del pop tuvo un coste muy alto. De ahí parte la nueva película documental de Netflix Britney vs. Spears’, que, bajo la dirección de Erin Lee Carr y el apoyo de la periodista Jenny Eliscu, cuenta la vida de la cantante.

Guarda muchas similitudes con el documental Framing Britney Spears, producido por The New York Times, que salió a principios de año. Ambos cuentan su ascenso y posterior caída con ayuda de los testimonios de personas cercanas y figuras clave de la industria musical, pero mientras que el primero desgrana la infancia de la artista hasta el día de hoy, el último se centra en el inicio de la tutela de su padre en 2008. Una figura a la que describen como oscura y más preocupada por el dinero de su hija que por su bienestar físico y mental.

En Britney vs. Spears prueban con numerosos documentos, hasta ahora inéditos, a los han tenido acceso después de dos años y medio de investigación, cómo la cantante intentó hasta en dos ocasiones liberarse de la tutela que le impedía tomar cualquier tipo de decisión sobre su vida. Sin control sobre su patrimonio ni su persona, vivía en una jaula de oro bajo el pretexto de que la artista no estaba en condiciones mentales para tomar sus propias decisiones. Se declaraba que padecía demencia, un diagnóstico bastante cuestionable si se tiene en cuenta que sí era capaz de continuar con su carrera musical, lanzar nuevos discos e irse de gira por todo el mundo para seguir haciendo caja.

Bajo amenaza de no poder ver a sus hijos en caso de oponerse a la tutela, a la cantante no le quedó más remedio que seguir todas y cada una de las indicaciones de su padre y su abogado durante estos últimos trece años.

Pero, ¿cómo llegó Spears a perder su libertad? A medida que la fama de la artista crecía, la figura de su persona se diluía. Se convirtió en objeto mediático y en una caja de hacer dinero. Perseguida día y noche por un séquito de fotógrafos y asistentes, no tenía libertad de movimientos. Toda su vida era retransmitida casi a tiempo real y el carácter risueño y enternecedor que conquistó Estados Unidos se agrió con el tiempo.

Varios manifestantes apoyando la libertad de Britney Spears

Varios manifestantes apoyando la libertad de Britney SpearsEFE

Un momento que resume a la perfección el precipicio al que se asomaba fue cuando la cazaron conduciendo con su bebé en el regazo. Las compañías con las que se juntaba y su afición a los somníferos tampoco ayudaron, aunque el detonante -según apunta el documental de Netflix- fue su divorcio del bailarín Kevin Federline. A raíz de eso empezó un declive cuyo resultado fue la decisión del tribunal de declararla incapaz. 

Trece años después, Britney Spears ha conseguido liberarse de las cadenas de su padre. La jueza ha nombrado a un contable como tutor de sus finanzas a la espera de tomar una decisión definitiva sobre el futuro de la cantante. La próxima audiencia será el 12 de noviembre.

Grabaciones secretas

«Señoría, mi padre y todos los involucrados en esta custodia, incluida mi representante, que tuvo un papel clave en mi castigo, deberían estar en prisión. Le he dicho al mundo que estoy bien y feliz. Pero estoy traumatizada. No estoy feliz, no puedo dormir», explicó Spears ante la jueza del tribunal de Los Ángeles el pasado mes de junio. En los no más de 20 minutos que duró su intervención, la estrella del pop describió la tutela como un entramado para «pagar el sueldo de mucha gente» que se aprovechaba de su trabajo.

Unos datos que parecen más que corroborados con las últimas informaciones que han salido a la luz, muestra de lo fue capaz de hacer Jamie Spears. El FBI podría investigarle por contratar a la empresa de seguridad Black Box Security para que grabase cada llamada y controlase cada mensaje que escribía o recibía su hija sin su consentimiento. También las conversaciones que mantenía en la intimidad de su hogar con micrófonos ocultos por toda la casa. Así lo atestigua Alex Vlasov, un exempleado de la empresa, en un reportaje reciente que ha sacado The New York Times.

comentarios
tracking