Los famosos y la mala relación con sus padres

Decía Jane Austen que no hay nada como el hogar y la familia para estar realmente cómodo. Aunque en general podríamos estar de acuerdo con lo que la escritora británica mencionó en su día, lo cierto es que la realidad para algunos famosos es bastante más compleja que la de una relación idílica. Hasta en las mejores familias hay conflictos y las de las celebridades no iban a ser menos.

Puede que sean bastante habituales, pero, en ocasiones, son tan insostenibles que suponen un desgaste de la relación al completo. Violencia doméstica, experiencias con las drogas, robos, abandonos o filtraciones a la prensa son algunas de las situaciones que han hecho de las tensiones entre padres e hijos una situación completamente inadmisible.

Quizás uno de los casos más sonados haya sido el de Meghan Markle con su padre. La duquesa de Sussex mantiene una fría relación con su progenitor, que se inició con la traición paterna por intentar vender a los paparazzi unas fotos pactadas de su boda con el príncipe Harry. Aunque poco después admitió sentirse profundamente arrepentido por haber participado en este montaje, las declaraciones que ha ido realizando a la prensa desde entonces han deteriorado tanto su relación que no conoce a sus nietos, Archie, de dos años, y Lilibet, de tres meses.

Thomas Markle ha demostrado en varias ocasiones su decepción, pero es ahora cuando asegura querer llevar a los tribunales a su hija para propiciar un acercamiento y que la situación cambie. «No deberíamos castigarlos por el mal comportamiento de Meghan y Harry. Archie y Lili son niños pequeños. No son peones. No son parte del juego. Y también son miembros de la realeza», explicó. «Solicitaré a los tribunales de California los derechos para ver a mis nietos en un futuro muy cercano».

Precisamente, han sido otros nietos, los de Jon Voight, los que han provocado un paulatino acercamiento con su hija, Angelina Jolie. La actriz reconoció que, gracias a ellos ha encontrado una forma más cercana para relacionarse con él. Las sonadas disputas que han tenido se remontan al divorcio de sus padres en 1976. Tanto ella como su hermano James Haven se enteraron de que Voight había abandonado a Marcheline y, en consecuencia, a ellos dos. Según declaraciones de la propia Jolie, su padre hizo que tuviera una infancia inestable que no le permitió superar su abandono. De hecho, le acusó de su abuso con las drogas y los pensamientos suicidas que la han asolado desde entonces.

En un ámbito de drogas, robos y violencia doméstica también creció Leighton Meester. La conocida Blair Waldorf de Gossip Girl vivió en un ambiente bastante distinto a la élite neoyorquina del Upper East Side gracias a su madre. La actriz llegó al mundo el 9 de abril de 1986 en un centro de rehabilitación de Texas. Poco después, su madre comenzaba a cumplir una condena de 10 años en prisión por pertenecer a una red de narcotráfico. Leighton quedó bajo la custodia de su abuela antes de empezar a soñar a lo grande con la actuación como única salvación.

La interpretación también salvó a Lily Collins de sus problemas alimenticios. La actriz vio cómo su complicada relación con su padre, el conocido Phil Collins, la afectó desde que era muy pequeña. En su libro Unfiltered: No shame, no regrets, just me, explicó el miedo que sentía cada vez que su padre se marchara de que no quisiera volver a su lado. El polémico divorcio protagonizado por el batería de Genesis y la traductora Orianne Cevey le provocó tal dolor que la llevó a luchar contra la bulimia y la anorexia durante toda su adolescencia. «Muchas de mis inseguridades más profundas provienen de los problemas con mi padre». Afortunadamente, después de años distanciados, Lily compartió públicamente haberle perdonado mientras aprende a aceptar cómo actuó en el pasado.