Fundado en 1910
El Ventorro

El Ventorro es un espacio repleto de historia, situado en el distrito de Ciutat Vella, en la calle Bonaire

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Así es el restaurante con apartamentos donde comió Carlos Mazón con la periodista Maribel Vilaplana

El Ventorro es un espacio repleto de historia, situado en el distrito de Ciutat Vella, y caracterizado por platos castizos

La polémica no cesa en torno a la gestión de la DANA por parte de Carlos Mazón y continúan aflorando las informaciones sobre su polémica comida en El Ventorro, situado en el Carrer de Bonaire, en pleno corazón de Ciutat Vella. Platos de cuchara y ambiente castizo.

El pasado 29 de octubre, durante el día de la DANA en Valencia, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, compartió mesa hasta bien entrada la tarde con Maribel Vilaplana, periodista y portavoz del Consejo de Administración del Levante UD. Más allá de las conversaciones sobre À Punt que presuntamente se llevaron a cabo, lo cierto es que el verdadero protagonista de esta historia es el restaurante, que una vez más se posiciona como un espacio lleno de historia, tradición y sabor.

El Ventorro guarda un secreto que pocos conocían: también funciona como alojamiento turístico. Según José Luis Bayo, exdirigente del PP, el edificio que alberga el local cuenta con dos alturas, y la planta superior no solo se utiliza como reservados privados para comidas o reuniones, sino que también puede transformarse en apartamento turístico para estancias cortas.

Este dato, revelado en La Mirada Crítica, desató un debate sobre las características reales de este lugar. La controversia se intensificó cuando Ana Terradillos, presentadora del programa, sugirió que la descripción de Bayo hacía que el local se asemejara más a un hostal o pensión que a un restaurante. Sin embargo, Bayo defendió que, aunque la estructura puede llevar a confusión, El Ventorro sigue siendo principalmente un restaurante, pero con una funcionalidad mixta que lo hace único.

El presidente Carlos Mazón

El presidente Carlos MazónGTRES

«Es un restaurante que ocupa todo el edificio. En la primera planta hay reservados, y en algunos de ellos prácticamente no hay cobertura, se pierde», explicó, destacando que el espacio también cuenta con un pequeño office que da servicio tanto a comensales como a huéspedes, algo propio de un alojamiento.

Lo más interesante es que esa falta de cobertura en los reservados fue señalada como uno de los motivos por los que Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, habría pasado varias horas incomunicado durante uno de los momentos más críticos de la DANA que azotó la región. Según fuentes cercanas, Mazón habría argumentado que la falta de señal complicó su capacidad para coordinar actuaciones durante la emergencia.

Un lugar con solera desde 1967

El Ventorro no necesita polémicas ni visitas institucionales para destacar. Fundado en 1967, esta casa de comidas lleva más de cinco décadas sirviendo platos honestos y sin artificios a quienes buscan reencontrarse con los sabores de siempre. Situado a un paso de lugares emblemáticos como la Plaza de la Reina y la Plaza de la Virgen, este local es mucho más que un restaurante: es una ventana a las tabernas de antaño, donde lo importante es la calidad del producto y la calidez del trato.

Al entrar en el local, el comensal es recibido por un ambiente que invita al viaje en el tiempo. Azulejos valencianos, vigas de madera expuestas y paredes de ladrillo visto son los protagonistas de una decoración que exuda tradición. Las mesas, vestidas con manteles blancos, y la iluminación cálida completan la experiencia, haciendo que te sientas como en casa, pero con un toque de la Valencia más auténtica.

El Ventorro se caracteriza por sus platos de cuchara

El Ventorro se caracteriza por sus platos de cuchara

El menú de El Ventorro es tan único como su historia, porque en realidad no hay carta fija. Aquí, la oferta depende de los productos frescos y de temporada que Alfredo Romero, nieto de los fundadores, selecciona cada día. Es él mismo quien «canta» a viva voz los platos disponibles, manteniendo una tradición que puede resultar curiosa para algunos, pero que añade un encanto especial al lugar. Y es que si algo define la experiencia de comer en este sitio es la hospitalidad de Alfredo. Alfredo no solo es el anfitrión, sino que es el corazón del negocio.

Entre sus especialidades destacan los platos de cuchara, como la fabada, los garbanzos con careta o las alubias verdinas con conejo y perdiz. Para quienes buscan algo diferente, también hay una excelente selección de pescados de playa, carnes de primera calidad y entrantes como los salmonetes en delicada fritura, sepionets frescos, habitas con foie o vieiras exquisitas.

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