La reina Isabel II retoma sus actos oficiales tras semanas de reposo

Desde que la noche del 20 de octubre pasara la noche ingresada en el centro privado King Edward VII de Londres, la soberana británica se había alejado de los actos oficiales por recomendación médica. Durante estas semanas ha guardado reposo por recomendación facultativa e, incluso, canceló su asistencia prevista a la cumbre del clima COP26, que se celebra en Glasgow.

Fueron su hijo y su nieto, el Príncipe Carlos y el Príncipe Guillermo, quienes, acompañados por Catalina de Inglaterra, presidieron los actos relacionados con la preocupación por el medio ambiente. Su reposo no le impidió, en cambio, estar presente de forma online a través de un discurso en el que aseguró que «ha pasado el tiempo de las palabras, es el momento de la acción».

El jueves el Palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II, confirmó que la soberana asistirá este domingo a su primera aparición pública desde que estuvo hospitalizada. De esta forma, la jefa del Estado británica estará presente en la ceremonia anual del Día del Recuerdo, en el que se recuerdan los sacrificios de las fuerzas armadas y civiles en tiempos de guerra, especialmente desde la Primera Guerra Mundial.

«Como en años anteriores, Su Majestad observará la ceremonia desde el balcón del edificio del Ministerio de Exteriores», frente al monumento del Cenotafio en la avenida Whitehall de Londres. La reina, sin embargo, no asistirá al acto religioso en memoria de los caídos programado el próximo martes, al que acudirá su hijo Eduardo, conde de Wessex.

El pasado martes, la reina regresó a su residencia en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, tras pasar el fin de semana en su finca campestre de Sandringham, en el este de Inglaterra. La Reina, de 95 años, estaba «encantada» de poder realizar el viaje y retomar las celebraciones en su residencia de Sandringham, donde suele celebrar las navidades y donde no pudo estar el año pasado debido a las restricciones impuestas por el COVID. «Su majestad está ansiosa por recibir a su familia en su casa de Norfolk para las vacaciones de Navidad y hay mucha preparación por hacer a tiempo para acomodar a todos los que han sido invitados».

A pesar del desplazamiento se prevé que continúe con su periodo de descanso impuesto por los facultativos, aunque le permiten «continuar realizando tareas ligeras en el escritorio durante este tiempo, incluidas algunas audiencias virtuales, pero no realizar visitas oficiales». 

La semana pasada, medios británicos publicaron fotografías de Isabel II conduciendo un Jaguar cerca de Windsor, ataviada con gafas de sol y un pañuelo sobre la cabeza, calmando a aquellos que apostaban por la debilidad de su salud.