En su recepción al general Sir Nick Carter
Las manos enrojecidas de Isabel II sin guantes
El tono enrojecido de sus manos ha alarmado a la prensa británica
Tras días de especulaciones sobre su salud y cancelaciones de diversos actos, los británicos pudieron ver finalmente a su Reina este pasado día 17 en audiencia con el general Sir Nick Carter. El color entre rojo y morado de las manos de Isabel II ha alarmado a la prensa local, si bien no es algo nuevo en la Reina, que casi siempre utiliza guantes.
De Reina a Reina, Inglaterra dicta la tradición en el uso de los guantes para vestir. La Reina Isabel de Inglaterra es fiel continuadora de una tradición que inició su antecesora renacentista, la célebre Isabel I. La historia de los guantes, en realidad, se remonta a la Antigua Grecia, ya que en La Odisea de Homero, escrita en el siglo VIII a.C., se describe su uso para la jardinería. En el siglo IV antes de Cristo ya se utilizaban manoplas en Persia para proteger las manos del frío durante el invierno.
El origen de los guantes como complemento
A lo largo de los siglos los guantes han tenido una función eminentemente práctica y adaptada a distintas labores, pero fue durante el Medievo cuando en Europa las señoras de la aristocracia comenzaron a utilizarlos como accesorio ornamental. En la Francia de 1342 se registraron los primeros gremios de guanteros. Se instalaron en zonas donde se criaban las ovejas y cabras de piel y pelo fino: Millau, Champagne o Rouen. Pero fue en el Dauphiné, con capital en Grenoble, donde se desarrolló la industria guantera a la vez que la industria del perfume, inicialmente ligadas, pues era en ellos donde se depositaban las esencias perfumadas.
Pero fue en el Renacimiento, cuando la Reina Isabel I de Inglaterra, la famosa y pelirroja Reina Virgen, puso de moda los guantes bordados y enriquecidos con piedras preciosas. La quinta y última monarca de la Dinastía Tudor subió al trono en 1558 con unos delicados guantes blancos de largo mediano profusamente bordados que se asemejan a los que la actual Reina Isabel II encargó para su propia coronación.
Los guantes de Cornelia James
La familia real británica encarga sus guantes en Cornelia James desde hace décadas. Cornelia James, que nació como Cornelia Katz en la Viena de 1917, era la hija mayor de una familia de comerciantes judíos que emigró al Reino Unido al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Ya había comenzado a diseñar accesorios en cuero cuando el modisto de la Familia Real, Normal Hartnell, le encargó varios pares de guantes para el viaje de novios de la entonces princesa Isabel.
Las delicadas colecciones de guantes de Cornelia se convirtieron en un básico del guardarropa de la Reina, aunque tras los años 50, la activa fábrica de Brighton de Cornelia James fue perdiendo negocio. Los guantes de cierto nivel se convirtieron en un accesorio poco usual a partir de los años 70, usándose solo en ocasiones muy especiales. No obstante, Isabel II, que los lleva a diario cuando está fuera de sus palacios, otorgó el título de Proveedor Real a la casa Cornelia James.
Desde entonces, en Cornelia James también han estado a cargo de los guantes del duque de Edimburgo, del príncipe de Gales, de la princesa Ana o de la desaparecida princesa Diana. Otras Familias Reales, como la belga, la sueca o la holandesa, también les han confiado sus guantes más preciados.
Cornelia James desapareció en 1999 y son su hijo –Peter James–, un famoso escritor de novelas, y su hija, Genevieve Lawson, los que están a cargo de la marca fundada por su madre. Su clientela se ha rejuvenecido, integrando a la duquesa de Cambridge, Madonna, Taylor Swift, pasando de la realeza al rock como por arte de magia. Las colecciones actuales se amplían con piezas de cuero e incluso guantes de esquí.
House of Britannia compró hace unos años el 51 % de la marca, añadiéndola a su holding de empresas artesanas británicas. Ahora, Genevieve Lawson James anuncia que renueva los clásicos de la Reina de Inglaterra, elaborando sus guantes habituales con un nuevo algodón de procedencia suiza más ligero que el habitual. Por 110 libras se puede vestir como una Reina.
Isabel II, que casi siempre recibe y saluda con guantes blancos, negros o grises, recibe a sus primeros ministros en sus salones. Para tales reuniones, en el interior y con un solo interlocutor, la Reina no suele utilizar guantes, aunque habitúa a esconder discretamente sus manos.
Las manos enrojecidas de Isabel II en su recepción al general Sir Nick Carter
El revuelo causado por sus manos enrojecidas durante la audiencia de este pasado día 17 de noviembre al general Sir Nick Carter, jefe del Gabinete de Defensa, no hubiera alarmado de compararse con las fotografías de otras audiencias pasadas, con Theresa May e incluso con John Major en 1999.
A sus 95 años, es lógico que la despigmentación, la circulación o las manchas solares hayan marcado las manos de la Reina de Inglaterra sin que por ello se encuentre grave. Pero como Isabel II casi siempre va con guantes, nadie está muy acostumbrado a ver el estado de su piel. Trucos de guardarropa que protegen sus manos, la aíslan de los virus y cubren su piel de los ojos curiosos de sus súbditos.