Isabel II y sus tres años para olvidar
La Monarca no levanta cabeza por los continuos escándalos que protagonizan los miembros de su familia
No es fácil señalar el momento exacto en el que se torció todo para la Reina Isabel II. Un buen punto de partida sería 2019. Ese año, calificado por la prensa inglesa como el annus horribilis 2 de la Monarca después del 92, se pinchó la burbuja de popularidad que había cosechado la boda del príncipe Harry con Meghan Markle. El matrimonio comenzó a verse sobrepasado con la prensa y decidieron emprender su propia cruzada contra los medios amarillistas.
Supuso el fin de la paz en la Familia. Los hijos de Diana de Gales, que siempre habían sido uña y carne, se distanciaron por diferencias entre sus respectivas mujeres y algunas actitudes tomadas por Harry. Se multiplicaron las informaciones sobre Meghan Markle en prensa, cuyo peor agravio fue la publicación de una carta privada que le había enviado a su padre, Thomas. El hartazgo llevó al matrimonio a tomar una decisión sin precedentes en 2020: abandonar a la Familia Real para mudarse lejos de Reino Unido.
Semanas antes, el príncipe Andrés renunciaba a sus deberes reales tras salir a la luz su relación con el magnate Jeffrey Esptein, acusado de pedofilia. Fue todo un escándalo y eso que aún no había llegado la denuncia por presuntos abusos sexuales que le interpuso una de las víctimas del pedófilo, Virginia Roberts.
Por si fuera poco en marzo de 2020 llegó el coronavirus, que obligó a la Reina a aislarse y dejar sus funciones públicas. En definitiva, dos años para olvidar que se unieron al triste fallecimiento del Duque de Edimburgo en abril del año siguiente. Lo peor es que no hay visos de que la cosa mejore. Tendría que producirse un milagro para que lo del príncipe Andrés se solucionase sin desprestigiar todavía más la marca de la Casa Real. Tampoco tiene pinta de arreglarse las cosas con Harry que cada vez está más distanciado.
'Annus horribilis'
Años atrás, la imagen de la Monarquía británica ya había tocado fondo. 1992 está en el calendario marcado con negro. Tres de los hijos de la Reina y el Duque de Edimburgo, los príncipes Carlos y Andrés, y la princesa Ana, se separaron, sin mencionar el escándalo que supuso para la Casa la publicación de las fotografías del empresario John Bryan chupándole los dedos del pie a una Sarah Ferguson en toples. Para rematar el año, el devastador incendio que se produjo el 24 de noviembre en el Castillo de Windsor.
Pese a esta mala racha de los últimos tiempos, por decir algo, la Monarca aún mira con optimismo al futuro. Tiene también mucho que celebrar al cumplir hoy 70 años en el trono, siendo la Monarca británica más longeva de la historia.